España enfrenta a los evasores cara a cara
En su ofensiva contra la economía informal, envía más inspectores
MADRID— España está recurriendo a una estrategia más directa para tratar de cerrar su amplia brecha fiscal: enfrentar a los evasores de impuestos cara a cara.
La Agencia Tributaria, el organismo encargado de recaudar impuestos, ha dependido desde hace muchos años de sus sistemas informáticos para detectar errores y fraudes en las declaraciones. En los últimos meses, sin embargo, sus inspectores han estado visitando sin previo aviso restaurantes, estacionamientos en las playas y otros negocios en busca de evasores y deudores morosos. A veces se limitan a solicitar recibos de ventas, pero pueden llegar a confiscar dinero en efectivo y otras posesiones.
El gobierno, por ejemplo, interrumpió en octubre el servicio de almuerzo en dos populares parrillas madrileñas, los restaurantes Asador Frontón, donde incautaron parte de la bodega de vinos, un humidificador para cigarros, mesas y los ingresos del día, entre otras cosas. Las autoridades tributarias acusan a la compañía que posee ambos locales de acumular una deuda de cerca de 1 millón de euros, unos US$1,3 millones. La empresa no devolvió las llamadas en busca de comentarios.
Los inspectores realizaron unas 15.700 visitas en persona el año pasado, frente a las 8.700 de 2011, y la Agencia Tributaria afirma que encontró situaciones sospechosas en cerca de 40% de los casos. El organismo señala que los fondos recaudados en esta ofensiva contra la economía informal, es decir las actividades que no pagan impuestos, aumentaron casi 11% en los primeros 11 meses de 2012, frente a idéntico lapso del año anterior, para llegar a 10.200 millones de euros.
Aunque la entidad prometió aumentar las visitas en persona este año, el efecto de esta táctica sobre la evasión impositiva dista de estar claro. El tamaño de la economía informal española se ha mantenido estable en los últimos años, puntualiza Friedrich Schneider, profesor de economía e investigador del tema en la Universidad de Johannes Kepler en Austria.
La mayor vigilancia es parte de los esfuerzos del gobierno para frenar una evasión tributaria endémica en momentos en que trata de reducir un déficit fiscal que bordeó 9% del Producto Interno Bruto en 2011. El año pasado, el gobierno limitó las transacciones en efectivo a 2.500 euros y ofreció incentivos para que las personas declararan activos previamente no reportados. Una de las medidas más polémicas ha sido presentarse en los negocios que tienen deudas con la agencia impositiva y, con los respectivos permisos judiciales, confiscar el dinero de las cajas durante las horas normales de operación.
El gobierno dice que aprovecha estas visitas a plena luz del día para concientizar a la población acerca de la importancia de pagar impuestos. "Este país no puede permitirse el lujo de que la gente considere que es mucho más inteligente o más listo que nadie cuando deja de pagar sus impuestos o engaña a la Agencia Tributaria", dijo hace poco la vicepresidenta del gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría. "Cuando uno no paga sus impuestos o cobra prestaciones, las pierde otro o se pierde en servicios públicos de calidad".
Los críticos sostienen que el renovado énfasis de la Agencia Tributaria en las visitas en persona confunde la importancia de investigar y procesar el fraude a gran escala con tácticas de avergonzamiento. Juan José de los Mozos, presidente de la Asociación de Asesores Fiscales y Gestores Tributarios, dice que lo único que hace el gobierno es molestar a las pequeñas empresas y que no es ahí donde está el verdadero fraude.
Varias estimaciones internacionales calculan que la economía informal equivale a entre 20% y 25% del PIB de España, un nivel mucho más alto que el de países como Alemania y Estados Unidos. La recaudación tributaria de España fue de 32,1% del PIB en 2011, muy por debajo de la de otros países de la zona euro, según Eurostat, la agencia de estadísticas de la Unión Europea. Se estima que la reducción de la evasión podría incrementar la recaudación fiscal del país en miles de millones de euros.
A inicios de 2012, la Agencia Tributaria priorizó el combate de la economía informal mediante las visitas en persona. Al revisar las cuentas de electricidad, por ejemplo, determinaban si un departamento o local declarado vacante estaba siendo usado. A mediados del año pasado, por ejemplo, los agentes en Andalucía realizaron visitas sorpresas a restaurantes y discotecas en las playas durante el apogeo de la temporada veraniega. Las cuentas de luz los condujeron a departamentos y depósitos no declarados en los impuestos.
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