España asegura que la rebaja de su deuda no afecta sus planes
MADRID—Las autoridades españolas reconocieron haberse visto sorprendidas por la rebaja que dejó a la deuda del país apenas un escalón por encima del nivel de chatarra en dos de las tres principales agencias calificadoras, pero indicaron que la medida es injustificada y que no afectará sus planes para recaudar dinero en los mercados financieros.
Los analistas financieros dijeron que la decisión del miércoles de Standard & Poor’s Ratings Services (S&P), podría aumentar la presión del mercado sobre España, una de las economías más frágiles de la zona euro, para solicitar un rescate de la Unión Europea. Aunque el gobierno español no dio indicios el jueves de que estaba más cerca de esa decisión, la rebaja podría poner el asunto en la agenda de la reunión de los jefes de los gobiernos de la UE que tendrá lugar la semana próxima en Bruselas.
La decisión de S&P representa el golpe más reciente para un gobierno agobiado por numerosos bancos en problemas, un desempleo de 25% y un impulso independentista de los nacionalistas catalanes, que están descontentos por los efectos de las medidas de austeridad en su región, una de las más ricas del país.
S&P redujo la calificación de España de BBB+ a BBB- y aludió a las preocupaciones por la recesión. Al señalar que los bonos soberanos del país acarrean mayor riesgo, la decisión podría ahuyentar a algunos inversionistas y, por ende, encarecer los costos de financiación del gobierno, dijeron analistas.
Esa fue la reacción inicial de los mercados el jueves. Una ligera caída en la demanda hizo subir el rendimiento de la deuda española a 10 años a 5,9%. Más adelante, sin embargo, los inversionistas se concentraron en una caída de las solicitudes de desempleo en Estados Unidos y los bonos españoles se recuperaron. El rendimiento cayó a 5,8%, muy cerca del cierre de la jornada previa.
"Dudamos de que los mercados entiendan a cabalidad la gravedad de las decisiones de la calificación en estos momentos", dijo Ciaran O´Hagan, estratega de tasas de interés del banco francés Société Générale, quien advirtió que había que tener mucho cuidado con la deuda soberana española.
El gobierno español evalúa solicitar ayuda desde septiembre, cuando que el Banco Central Europeo anunció un programa para comprar montos ilimitados de deuda soberana de los países del bloque en apuros que pidan la asistencia de la UE.
España, sin embargo, no tiene muchos incentivos para pedir el rescate, que vendría acompañado de una supervisión por parte de las autoridades internacionales, las cuales presionarían al país a hacer nuevos recortes dolorosos y reformas impopulares. Las elecciones del 21 de octubre en dos regiones españolas se perciben también como un factor de retraso a la hora de solicitar ayuda.
El presidente del gobierno español, Mariano Rajoy, ha señalado que no tiene prisa para tomar una decisión, pero que no dudaría en hacerlo si los costos de endeudamiento alcanzan niveles insostenibles.
S&P advirtió que la demora de España en solicitar el rescate podría arrastrar la nueva calificación, insinuando que prepara una nueva rebaja.
Moody´s Investors Service considera rebajar la calificación de la deuda del gobierno español al grado de chatarra.
Si tanto S&P como Moody’s situaran a España en territorio chatarra, el país perdería el grado de inversión en índices como el World Government Bond Index de Citigroup. Un análisis del banco calcula que las inversiones en bonos soberanos españoles por parte de fondos que usan ese índice como referencia ascienden a entre 45.000 millones y 60.000 millones de euros. La deuda española asciende a los 500.000 millones de euros.
"La clave es que el impacto a largo plazo podría ser muy significativo si el mercado ve como inevitable la trayectoria de Es-paña hacia una exclusión final de los índices de grado de inversión y comienza a reducir su exposición como consecuencia de ello", dijo Robert Crossley, analista de tasas de interés de Citi Research.
Una calificación crediticia por debajo del grado de inversión también tendría implicaciones para los bancos del país y para las empresas grandes muy endeudadas, como Telefónica SA, al cerrarles importantes fuentes de financiación.
S&P dijo que la rebaja podría tener un impacto negativo en la calificación de los bancos, entre ellos Banco Santander SA, Ban-co Bilbao Vizcaya Argentaria SA y CaixaBank SA. S&P tiene en la actualidad para esos tres bancos una calificación más alta que la de España.
El gobierno criticó el jueves la rebaja de Standard & Poor’s al considerar que esta decisión no está respaldada por razones consistentes sobre asuntos clave, como las finanzas de las comunidades autónomas y del sector bancario.
Art Patnaude y David Román
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