Es posible ser mamá y profesional exitosa
Llega otro día de la madre y analizando el fundamental rol que ocupan laboralmente las madres podemos apreciar que si bien hay un largo camino por recorrer, se ve como algunas grandes empresas crearon una serie de "conexiones emocionales" con las colaboradoras que fueron mamás antes, durante y después de serlo.
Los tiempos han cambiado y en la actualidad es común ver a mujeres en posiciones de liderazgo. Año tras año, el número de trabajadoras activas en el mundo laboral de nuestro país aumenta considerablemente. No sólo trabajan por motivos económicos, sino también por el desafío personal de desarrollarse profesionalmente.
Hasta hace no mucho tiempo había colaboradoras que posponían su maternidad para no discontinuar su carrera laboral, como si ambas cosas fueran incompatibles, y cuando finalmente se convertían en madres se lamentaban por haber pospuesto la maternidad priorizando su proyección laboral.
La legislación actual de la República Argentina contempla noventa días de licencia por maternidad. En donde las madres, pueden cesar la actividad laboral cuarenta y cinco días antes y la misma cantidad posteriores al parto. Con el agregado que, durante el período de lactancia, dentro del primer año del niño, la madre tendrá derecho a dos pausas diarias, de treinta minutos cada una, para alimentar a su hijo. En cuanto a las licencias, si bien la ley actual determina un número específico de meses, las compañías actualmente acompañando este proceso de ayuda a las recientes madres, ofrecen dentro de sus beneficios, la posibilidad de extender las mismas.
El desafío que se les presenta a las empresas, es el de evitar la pérdida de talento femenino en su arcas. A partir de esto, surge el reto de generar políticas y beneficios que permitan seguir desarrollando el rendimiento profesional, evitando que esto traiga consigo una mayor carga horaria, con el fin de seguir formando sus empleadas.
Muchas grandes empresas dan cuenta de ello y acompañan a sus colaboradoras brindándoles apoyo y herramientas durante el embarazo y después, al momento de nacimiento y crecimiento de sus hijos. ¿En qué? Durante el embarazo, ayudando con los trámites a realizar en el Anses y diferentes organismos, dándoles mayor flexibilidad horaria o home office en el último mes para que las futuras mamás estén tranquilas y esperando la llegada del hijo en camino. Uno de estos procesos es el denominado soft landing, en donde la reciente madre regresa a su puesto de trabajo manteniendo la misma remuneración, con una jornada reducida y su reincorporación se va dando de manera paulatina mes a mes, volviendo a su carga habitual.
En algunas organizaciones en el momento del nacimiento y previo al regreso al trabajo se les da un Maternity Coach en el que ayudan a las madres con algún proyecto en particular para retomar la rutina laboral. Continuando con esta línea, muchas compañías ofrecen un seminario mixto de maternidad y carrera laboral. El cual es liderado por profesionales en la temática, los cuales ejercen un rol de coach, brindando consejos acerca de diferentes aspectos de esta nueva etapa de la vida. Haciendo foco en conseguir logros profesionales, conjuntamente con el comienzo o continuación de la familia con la llegada de un nuevo hijo.
Otros de los beneficios que se llegan a implementar pueden ser desde lactarios a guarderías en las compañías o lugares próximos a éstas. También otorgan días libres en caso en que el bebe se enferme, horas disponibles para poder acudir a reuniones o actos del colegio, por nombrar algunos ejemplos.
Para el éxito de los grupos de trabajos una clave es la diversidad, la mirada femenina aporta y desarrolla cosas que el hombre por naturaleza no tiene. Muchas empresas toman conciencia de lo negativo de perder a las colaboradoras de sus equipos; para evitar esto, las acompañan, apoyan y ayudan a volver al trabajo luego de ser madres, sin dejar de lado estar cerca del crecimiento de sus hijos, de acompañarlos en cada etapa.
A esto se suma el foco de diversidad que persiguen las empresas. Es un compromiso corporativo, donde se busca equilibrar la población de las compañías en busca de brindar mayores oportunidades de empleo y crecimiento profesional, haciendo foco en todos aquellos trabajadores interesados en apoyar y aportar su esfuerzo dentro de una organización. Según estudios realizados en prestigiosas universidades de la Argentina, las empresas que consiguen implementar exitosos programas de diversidad logran beneficios como acentuar el desempeño, compromiso y la motivación de los equipos. Generando una fuerte ayuda en lo referido a la atracción y retención de talento. Estas políticas contribuyen a un mejor clima organizacional que finalmente destaca la reputación de la compañía.
El mensaje para las personas que añoran con poder tener esa carrera profesional, es que la clave es poder equilibrar la vida personal con la laboral. Es factible tener ese equilibrio entre lo profesional y lo personal. Es posible ser mamá y ser profesional, ambas cosas pueden y deben ir de la mano.
El autor es managing partner de WallChase S.A.