Ernesto Costa: “Hasta los CEO saben que pueden ser víctimas de la volatilidad en sus empresas”
Ernesto Costa: publicitario y conferencista motivacional
Profesión: capacitador
Edad: 53
Origen: argentino
- Estudió en la Escuela Superior de Publicidad
- En 2001 fundó la agencia de comunicación Palabras Mágicas
- Fue gerente de Publicidad de Bayer Argentina, gerente de publicidad de Renault y director operativo de Ipsos
Tiene en la mano un mazo rojo de póquer con 54 cartas. De su chaqueta saca un naipe de otro taco, uno azul, y lo pone boca abajo sobre la mesa. No se puede ver cuál es. Pide a una persona que tome una carta del mazo rojo, la mire y sólo revele de qué palo es. Diamante. Pide a otra persona que haga lo mismo. También diamante. "Ahora la suma de las dos cartas rojas va a dar exactamente el número de la carta azul", anuncia. La primera es un seis y la segunda, un nueve. Imposible. No hay 15 en los naipes, pero Costa da vuelta la carta misteriosa y descubre que escrito con marcador hay un 15 de diamantes.
"¿Cómo funciona la mente humana? Lo que hace ante cualquier situación es ir al archivo. En este caso éste nos dice que hay algo mal: 6 + 9 da 15 y no existe esa carta. Pero yo la inventé. Y eso es innovación, pensar fuera de la caja. Esta situación no podía ser resuelta por ninguna de las 54 cartas del mazo. Entonces inventamos una nueva", explica Costa, que es publicitario, conferencista, mago y tiene una empresa de comunicación creativa llamada Palabras Mágicas.
Además de dar charlas sobre innovación, Costa es conferencista sobre creatividad, comunicación, marketing y trabajo en equipo. Define su métier como capacitación motivacional, porque no sólo trata de inspirar sino que se basa en su conocimiento de años en el sector corporativo. Antes de fundar su compañía en 2001 fue gerente de Publicidad en Bayer Argentina y director operativo de Ipsos. Acaba de lanzar su primer libro, Éxito mágico.
El éxito para cada uno
"Hasta los CEO saben que pueden ser víctimas de la volatilidad en las empresas"
Consultado sobre la definición de éxito en la carrera laboral, Costa dice que "hay diferencias en términos de edad y de actividades". "Los que somos más grandes fuimos criados en la creencia de que el éxito es hacer carrera en la empresa y tener seguridad –amplía Costa–. Los más jóvenes no esperan eso. Y lo bien que hacen. A una misma persona la vi en el mismo escritorio, pero en cuatro empresas diferentes; había pasado por todas las ventas y fusiones. Hasta los CEO saben que ellos mismos pueden ser víctimas de la volatilidad de las empresas. Todo el mundo sabe que es personal temporario. ¡A Steve Jobs lo echaron de Apple! Los más jóvenes tienen esto más incorporado. Para ellos el éxito pasa por tener una vida que les guste donde el trabajo es una parte. Además, localmente los jóvenes vieron ciertas crisis que hicieron que al papá que había hecho todo bien un día se le complique todo."
Costa cita el libro Free Agent Nation (Una nación de agentes libres) en el que su autor, Daniel Pink, señala que trabajar en una empresa para lograr seguridad y estabilidad ya no es un objetivo en sí mismo. Ese cambio está relacionado con la revisión del "principio de incompetencia de Peter". En su libro El principio de Peter, Laurence Peter dice que la gente progresa en una organización hasta llegar al punto donde es incompetente en perjuicio propio y de la empresa. "Pero ahora se da cada vez más el "Peter out principle". Es decir, una promoción en el trabajo hacia un puesto de más jerarquía, importancia y sueldo, pero donde la persona no puede hacer lo que le gusta y hace bien, por lo que la gente prefiere irse a otro lado o trabajar por su cuenta. En el libro de Peter (N. de la R: de 1969) se explica que se llega a la situación de incompetencia porque a la gente le cuesta decir que no.
Saber y hacer
"La clave es pasar a la acción"
"Los magos generalmente no revelamos los trucos, pero hay excepciones. En mis charlas a veces hago un truco sencillo, que tiene buena repercusión, y después se lo enseño a la gente. Luego pregunto quién quiere pasar a hacerlo. Nadie se presta, hasta que alguno se apiada de mí o algunos obligan a un compañero a subir al escenario. Ayudo a la persona a preparar el truco, que sale bien y recibe una ovación espectacular. Lo que les digo es que cinco minutos antes todos sabían cuál era el secreto del truco, pero el único que subió y recibió los aplausos fue tal persona. Es decir, el conocimiento es absolutamente irrelevante hasta que se ejecuta. Arriba del escenario, el resultado es un aplauso. En el trabajo es rentabilidad, oportunidades o un aumento. Esas cosas no llegan por saber, sino por pasar a la acción. Hasta una persona con menos saber pero más ejecutiva puede llegar más lejos que el que sabe pero no ejecuta nada", explica Costa.
Entusiasmo ante el trabajo
"El esfuerzo no es bueno, es malo"
"Se ha reemplazado la palabra «trabajar» por «esfuerzo». Si querés que te vaya bien en la vida, trabajá, rompete el alma, poné energía, pero no hagas esfuerzo. Todo lo que se hace con esfuerzo cansa y lo que se hace con entusiasmo, no", asegura Costa. Por ello insta a "tratar de laburar de algo que gusta y haga feliz, pero sabiendo que no hay trabajos perfectos". "Es humanamente ponderable que las empresas provean un ambiente en que la gente esté a gusto, pero también es altamente conveniente. Si la gente está copada es más difícil que se vaya. Muchos piensan que si a la empresa le va bien puede hacer algo por su gente y entonces ésta estará contenta. Pero es al revés. Primero hay que actuar sobre el clima y después se mueven los resultados", explica Costa.
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