Entre Kicillof, Llaryora y Pullaro recibirán casi $700.000 millones extra por el regreso de Ganancias
Los gobernadores de Buenos Aires, Córdoba y Santa Fe encabezan el podio de los que más dinero absorberían; Tierra del Fuego, Catamarca y Formosa lideran el ránking de los que más recursos per cápita ganarían; cómo el factor “caja” puede influir en la votación en Diputados
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Cobrar menos impuestos o inyectar más dinero en las cajas provinciales y la nacional. Esa es la cuestión alrededor del posible regreso de Ganancias. Según estimaciones privadas, entre $2,5 billones y $3,1 billones están en juego. La Cámara de Diputados deberá definir esta semana si mantiene su propia versión del paquete fiscal del Gobierno o si evita el regreso de un tributo muy sensible para la clase media aunque generoso para los gobernadores. Es decir, se aproxima una votación de la que nadie saldrá indemne porque habrá provincias ganadoras pero también contribuyentes perdedores.
De acuerdo con un estudio del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF), la provincia de Buenos Aires, Córdoba y Santa Fe serían las más favorecidas si regresara el Impuesto a las Ganancias para los asalariados de la cuarta categoría. En total, recibirían una recaudación extra de $688.741 millones. Para ser más precisos, la administración de Axel Kicillof absorbería $378.596 millones, la de Martín Llaryora, $153.082 millones, y la de Maximiliano Pullaro, $157.063 millones.
Estas cifras muestran que dichos gobernadores engrosarán sus cajas entre tres y nueve veces más que el jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Jorge Macri. La capital tendría unos $42.000 millones extra si Diputados aprobara el regreso de Ganancias. A su vez, Kicillof, Llaryora y Pullaro ganarían entre 4 y 14 veces más, según el caso, que los gobernadores menos favorecidos: los de Tierra del Fuego, Santa Cruz y Chubut, cuyas ganancias no superarían los $34.000 millones respectivamente.
En este punto se observa un patrón geográfico. Las provincias del sur son las que recibirían menos recursos extra. De esta manera, el análisis de los números coincide con las fricciones políticas. Durante la negociación y reuniones del Gobierno con gobernadores y representantes de las provincias, los patagónicos ofrecieron mayor resistencia a la cuestión de Ganancias. Pedían un mínimo no imponible más alto dada la estructura de ingresos más elevados de su población. Caso contrario fue el de los gobernadores del norte, que reclamaban pisos más bajos para que más personas paguen este tributo.
Incluso, uno de los representantes de las provincias del norte había manifestado durante las conversaciones con el Gobierno sobre Ganancias: “Tengo unos pocos que pagan pero, sin embargo, que lo reestablezcan me genera una enorme cantidad de ingresos”. De hecho, las norteñas Tucumán y Chaco son las jurisdicciones que se encuentran inmediatamente por debajo de Buenos Aires, Córdoba y Santa Fe en el ránking de los que más plata fresca recibirían. Esto ayuda a entender por qué los diputados tucumanos del bloque Independencia, que responden al gobernador Osvaldo Jaldo, acompañaron el regreso de Ganancias cuando fue votado en la Cámara baja el 30 de abril.
Esa distribución del dinero obedece a la ley de Coparticipación Federal de Recursos Fiscales, que obliga al Ejecutivo a distribuir el 54,66% de lo recaudado a través del Impuesto a las Ganancias entre las provincias y establece qué porción le corresponde a cada una. En ese sentido, el análisis del IARAF indica que de $3,1 billones extra que se podrían recaudar, $1,7 billones se repartirían entre las 24 jurisdicciones. Por lo tanto, si se distribuyera en partes iguales a cada una le llegarían $74.520 millones, pero esto no es así. De hecho, la mayoría se encuentra por debajo de este promedio. Además de las ya mencionadas, ese grupo también lo conforman Catamarca, Río Negro, Neuquén, Misiones, Mendoza, Corrientes, La Rioja, San Juan, San Luis, Salta, Santiago de Estero, Formosa y Jujuy.
Otra perspectiva interesante del reparto de dinero puede ser abordada en función de la población de cada provincia. Es decir, cuántos recursos extra per cápita recibirían. Según el titular del IARAF, Nadín Argañaraz, “el monto por habitante es el más apropiado para la medición del impacto”.
En ese sentido, las jurisdicciones más pequeñas corren con ventaja ya que Tierra del Fuego, Catamarca y Formosa encabezarían este podio. Una vez más se observa la tendencia geográfica de mayores beneficios para las del norte que para las del sur.
Incluso, hay un dato político muy particular en esta trama de miles de millones de pesos que ayuda a parafrasear al viejo axioma “billetera mata galán”. La votación por el Impuesto a las Ganancias del 30 de abril obtuvo la negativa de casi la totalidad del bloque kirchnerista Unión por la Patria (UP). Sin embargo, uno de sus diputados, Sebastián Noblega, se diferenció y votó a favor. Es catamarqueño, la segunda provincia más beneficiada desde el punto de vista del reparto per cápita de los recursos. Su decisión contrastó porque fue el único que acompañó positivamente la iniciativa. Además, la jugada catamarqueña no terminó ahí. Los otros legisladores de dicha provincia, que forman parte de UP, tampoco sumaron rechazos. Se abstuvieron.
El otro diputado norteño de UP que no votó en contra como la mayoría de su bloque fue Guillermo Snopek, quien se ausentó. El legislador representa a Jujuy. Esta jurisdicción no encabeza ningún ránking de las más o menos favorecidas pero, en un análisis global, se encuentra entre la mitad que más engrosaría su caja desde la perspectiva per cápita.
De este modo, si se dividieran los recursos extras por la cantidad de habitantes, las “ganancias” per cápita para Tierra del Fuego ascenderían a $114.582. En el caso de Catamarca, $110.544, y en el de Formosa, $103.323.
En paralelo, las menos favorecidas en este análisis de recursos extra per cápita son la Ciudad ($13.623), la provincia de Buenos Aires ($21.604) y Mendoza ($35.180).
El último antecedente de la Cámara baja muestra una tendencia a favor de la reversión del Impuesto a las Ganancias. El 30 de abril, 132 diputados votaron a favor y 113 en contra. Por lo tanto, si no hubiera abruptos cambios en el lapso de 50 días, el regreso de este tributo para los asalariados de la cuarta categoría parece la alternativa con más chances en una votación cuyo resultado puede generar más “ganancias” en el interior del país a expensas de una mayor presión fiscal sobre el contribuyente.
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