Energía: temperaturas más altas en el invierno le ahorrarían al Gobierno hasta US$2200 millones por importaciones de gas
Según un estudio privado, las importaciones de gas se reducirían significativamente si en el invierno la temperatura está un grado por arriba de la media histórica
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El Gobierno monitorea la temperatura esperada para este invierno con mucha más atención que en años anteriores, sobre todo el ministro de Economía, Martín Guzmán, y el presidente del Banco Central, Miguel Pesce, que están a cargo del orden de las cuentas del Estado y de la disponibilidad de dólares, respectivamente. Es que la diferencia entre un grado menos o uno más respecto de la media histórica implica un costo de alrededor US$2200 millones en importaciones de gas que debería hacer la Argentina para cubrir los picos de demanda durante la época más fría del año, según un informe privado.
“La temperatura invernal es clave para determinar el incremento de la demanda de gas y electricidad para calefaccionar (hogares, pero también entes públicos y comercios), independientemente del ciclo económico; es decir, de la demanda de energía asociada a la producción”, dice el economista Lorenzo Sigaut Gravina, de la consultora Equilibra.
Según el analista, solo habría restricciones energéticas significativas si la temperatura invernal es inferior a la media histórica. En números, la consultora detalló que si la temperatura media invernal está acorde a la media histórica, el país deberá destinar US$15.000 millones a importaciones de gas y derivados. Como al mismo tiempo se esperan exportaciones energéticas por US$7700 millones este año (mayoritariamente por ventas de petróleo), el déficit energético sería de US$7300 millones.
La consultora luego hizo las proyecciones en base a qué pasaría si hay un desvío de la temperatura. Si el promedio del invierno resulta un grado menos a la media, la Argentina debería destinar US$16.200 millones a las importaciones, lo que implicaría un déficit comercial energético de US$8500 millones. En cambio, si las temperaturas son más altas de las esperadas, las importaciones se reducirían a $14.001 millones; es decir, un déficit de US$6300 millones.
Lo más factible para este invierno -para alivio del Gobierno- es que ocurra el escenario benigno, con temperaturas por encima de la media histórica para junio, julio y agosto.
En lo que se refiere a subsidios, Sigaut Gravina advierte que para determinar el nivel de transferencias a las tarifas de gas y electricidad, “la suba dependerá, además de la temperatura invernal, de la efectividad de la implementación de la segmentación -quita de subvenciones- al 10% de los hogares de mayores ingresos”.
En este sentido, según la consultora, aún con temperaturas benignas, si el Gobierno no logra implementar la segmentación, los subsidios subirán de 2,3% del PBI de 2021 a 2,8% este año. Esto se debe a que los subsidios al servicio de gas subirían de 0,4% a 0,6% del PBI, mientras que los de electricidad, de 1,8% a 2,1% del producto.
En el escenario en el cual hay temperaturas más altas a las esperadas y se logra implementar la segmentación, igualmente la disparada de los precios internacionales del gas y la demora en actualizar las tarifas hará que los subsidios a la energía se incrementen con respecto al año anterior. Según Equilibra, las transferencias al sector terminarán en 2,6% del PBI, lo que implica un aumento de 0,3% del producto.
“Incluso con temperaturas invernales benignas (1ºC por encima de la media histórica), tanto los subsidios de gas y luz, como el déficit energético, treparían significativamente en los próximos tres meses, complicando las principales metas del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI)”, concluyó Sigaut Gravina.
Aumento de tarifas
A partir de la próxima semana, se espera que el Ministerio de Economía publique los nuevos cuadros tarifarios para aumentar los servicios de gas y electricidad. En el caso de la electricidad, habría un incremento de 13,5% para los que reciben tarifa social en el área metropolitana de Buenos Aires (AMBA) y de 22,4% para el resto. Adicionalmente, habrá un incremento mayor si se implementa la segmentación tarifaria, que tiene como fin quitarle el subsidio al 10% de la población con mayor capacidad de ahorro.
“Para los usuarios que dejarán de recibir el subsidio no se detalla de cuanto será la suba. En este caso podemos mencionar dos cálculos. Un informe elaborado por el ENRE y el Conicet determina que, dependiendo del consumo, los aumentos en las facturas residenciales podrían ir del 98% al 166% para Edenor o del 93% al 166% para Edesur. Por otro lado, si tomamos la estimación de Cammesa [la compañía encargada de los despachos de electricidad] acerca de la cobertura de la tarifa en el segmento residencial (20%) y estimamos cuánto sería el precio sin subsidios da una suba del 400%. La deficiencia de este cálculo es que este número es un promedio de todos los usuarios residenciales del país, y al interior de esa cifra puede haber situaciones muy distintas debido a la dispersión que hay entre las tarifas en todo el territorio nacional”, indicó en su último informe la consultora Econviews.
En lo que respecta al gas, no se esperan aumentos para los que reciben tarifa social y para el resto de los usuarios, el incremento sería en torno al 20%. “En la actualidad, de los US$5,76 el millón de BTU (medida inglesa que se utiliza en el sector), que es el precio promedio del gas estimado para este año por la Subsecretaría de Hidrocarburos, el Estado absorbe US$4,35 y los usuarios pagan US$1,41. Esto implica que la cobertura es de apenas el 24,4%, mientras que el restante 75,6% sale de las arcas del Estado”, explicó la consultora.
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