En un clima tenso por el doble comando, asumieron los nuevos jefes de la Aduana
El jefe del organismo responde a Capitanich; la número dos, Paglieri, a Moreno
El salón Carlos Tacchi de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) fue ayer escenario de la fuerte tensión generada por el propio Gobierno a través de la nueva conducción bifronte que asumió en la Aduana, con un hombre del jefe de Gabinete como número uno y una fiel soldado de Guillermo Moreno controlándolo de cerca, como número dos.
Citado a las 10.30, el acto comenzó recién cerca del mediodía porque, según fuentes que participaron del evento, hubo agrias discusiones acerca de la manera de presentar a estos dos funcionarios, Carlos Sánchez y Beatriz Paglieri, quienes deberán desarrollar una difícil convivencia entre sí y, a su vez, con el jefe de la AFIP, Ricardo Echegaray, de quien dependen orgánicamente.
Los empresarios que asistieron manifestaron su sorpresa por el clima poco amigable que predominó en el encuentro en el que se reemplazó a la ex jefa de la Aduana, Syomara Ayerán, una incondicional de Echegaray que debió renunciar.
Mientras Sánchez fue impulsado por Capitanich -se conocen desde hace décadas y la esposa de Sánchez, Laura Sambianca, contadora del "Coqui", lo reemplaza como número dos de la Jefatura de Gabinete-, Paglieri llegó con la venia directa de la presidenta Cristina Kirchner para un cargo que no existía: directora adjunta. Así, mientras ambos funcionarios entrantes se neutralizarán entre sí -toda resolución del organismo deberá salir con la firma de ambos-, el ministro de Economía, Axel Kicillof, tendrá vía libre para quedarse con el cargo previo de Paglieri (Comercio Exterior), adonde parece querer ubicar a Paula Español, quien ya trabajó un tiempo en el área como segunda de esa funcionaria. Pero la llegada de Sánchez también refleja que Kicillof no pudo imponer a su candidata, Noemí Muchnick, enfrentada con Echegaray en el pasado.
Con este resultado, en la AFIP indicaban ayer que el ánimo de Echegaray había mejorado por su presunta buena relación con Sánchez, quien previamente se desempeñó como director general de la Seguridad Social del organismo. A diferencia de lo que podía ocurrir con Muchnick, consideran que, con Sánchez, la relación AFIP-Aduana no cambiará demasiado, aunque reconocen no saber cómo será el vínculo con Paglieri, una de las lugartenientes de Moreno que sobrevivieron al recambio en el equipo económico. Pese a que empleados de la organización comentan que Echegaray aceleró sus clases de francés para ser embajador en París, cerca de su despacho afirmaron, basados en las palabras de Capitanich y en la reunión con la Presidenta, que continuará en su cargo.
De hecho, un ejecutivo indicó a LA NACION que "ésta parece ser una situación transitoria, con un equilibrio inestable, porque en el acto de las designaciones ni se miraron la cara entre los tres: Echegaray casi ni mencionó a Paglieri, ella dio a entender que no le quedó otra que aceptar el cambio luego de 35 años ininterrumpidos en la función pública, y Sánchez habló tranquilo, como seguro de ser el futuro reemplazante de Echegaray". Los empresarios se preocuparon porque consideran que estas internas se traducirán en más complicaciones para la operatoria del comercio exterior en un contexto de por sí complejo por el atraso cambiario y las trabas administrativas.
En paralelo, están a la expectativa del análisis que el nuevo secretario de Comercio, Augusto Costa, les prometió que haría de la política de Moreno, sobre todo para suplantar las declaraciones juradas anticipadas de importación por licencias no automáticas.
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