En seguridad, cometer delitos dejó de ser gratis
En 1968 el economista estadounidense Gary Stanley Becker publicó una monografía sistematizando lo que se sabía: que el número de delitos no puede ser independiente de la probabilidad de que metan presos a los delincuentes y de que tengan que cumplir las condenas de manera efectiva. El análisis fue un caso particular de su “enfoque económico” al comportamiento humano, que no quiere decir que las mujeres y los hombres no pueden tener objetivos extraeconómicos, sino que en la persecución de cualquier objetivo las decisiones tendrán en cuenta los incentivos y los desincentivos. Todo sugiere que, desde el domingo pasado, en la Argentina delinquir dejó de ser gratis y, por consiguiente, cabe esperar un aumento de la seguridad. ¿Será así?
Al respecto, consulté al estadounidense Phillip Areeda (1930-1995), quien estudió y enseñó en Harvard. Su devoción por su alma mater fue tal que, según David Binder, a comienzos de 1995 donó más de US$5 millones a su escuela de leyes, la segunda donación individual por monto en toda la historia de la escuela.
–¿Por qué en los Estados Unidos usted es considerado el especialista pionero en legislación anti-monopólica?
–Porque en el momento de mi fallecimiento estaba preparando el volumen 11 de mi Legislación antimonopólica. Pensé originalmente la obra en dos volúmenes, pero de repente me encontré con que una nota a pie de página me insumió 20 páginas. Un juez asociado a la Corte Suprema de Justicia afirmó que muchos abogados preferían tener un par de párrafos de mi obra apoyando su postura, que tres miembros de la Corte Suprema en su favor.
–Junto a lo cual, en colaboración con Donald Frank Turner, en 1975, publicaron una monografía en la que plantearon una definición rigurosa de predación, e indicaron cómo identificar una conducta predatoria.
–Para nosotros, existe predación cuando se verifica el deliberado sacrificio de los ingresos presentes, con el propósito de eliminar competidores del mercado, y luego recuperar las pérdidas a través de mayores ganancias, una vez eliminada la competencia. En términos prácticos propusimos prohibir que los precios fueran fijados por debajo de los costos marginales. La regla fue de inmediato adoptada por los tribunales de Estados Unidos, y a partir de comienzos de la década de 1990, por la Corte Europea de Justicia. Según Jorge A. Padilla, le introdujimos cierta lógica al análisis legal de la predación, y la comparación de los precios con alguna medición de costos sigue siendo clave para el análisis de la cuestión, a ambos lados del Océano Atlántico.
–Javier Milei en la presidencia de la Nación; Patricia Bullrich, ministra de Seguridad de la Nación, y Waldo Wolff a cargo de la seguridad en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires son una clara señal para todos aquellos que, en su accionar, cometen delitos.
–Esperemos que así sea. Al respecto, me parece importante diferenciar a quien corta una calle para hacer conocer sus reclamos, de quien asalta o mata para apropiarse de bienes ajenos, y de quien ocupa o quema tierras y viviendas en el nombre de sus antepasados aborígenes. Además del denominado crimen organizado, que probablemente sea el más importante, pero sobre el cual no puedo hacer ningún aporte.
–Comencemos por el primer caso.
–Es fácil decir que están los derechos de quienes protestan y los de quienes no pueden movilizarse porque aquellos ocupan espacios públicos, como por ejemplo, el trayecto del metrobús. Lo que ocurre es que cuando el gobierno nacional declama, pero no solamente no hace nada al respecto sino que, por el contrario, incentiva los desbordes, es poco lo que pueden hacer las autoridades locales. Cualquier dirigente piquetero tiene que advertir que cambiaron las reglas del juego a partir del 10 de diciembre pasado, por lo cual, desafiar a la autoridad le puede resultar caro.
–En el caso de los asaltos y los asesinatos.
–¿Me deja sorprenderlo con una hipótesis? ¿Y si el combate a este tipo de delitos redujera el número de muertos? Me refiero a la cantidad tanto de víctimas inocentes, civiles como policías, como de delincuentes. Porque carecemos de estadísticas de ladrones y asesinos que mueren por mano propia.
–¿Gatillo fácil, querrá decir?
–No, pero antes de esto un párrafo referido a la ocupación de tierras y la quema de viviendas por parte de los seudomapuches. También a estas personas les llega el mensaje de que, con el nuevo gobierno, los delitos dejaron de ser gratis. Ahora sí voy a la cuestión del gatillo fácil.
–Lo escucho.
–El reemplazo, en la cuestión de la seguridad, de la profesionalidad por el dogmatismo, le ha costado la vida a muchos miles de argentinos. Nada de gatillo fácil. Sí a la ley y, sobre todo, sí a los profesionales de la lucha contra el delito, lo cual incluye a policías, jueces, etcétera. Una justicia que no es rápida no es justicia; una justicia que libera de manera laxa, es parte del problema. Ahora bien, ni usted, ni yo, De Pablo, sabemos cómo usar un arma, de manera que probablemente provoquemos desastres. Hay un caso que hoy debería preocuparnos.
–¿Cuál es?
–Que jóvenes partidarios del presidente Milei, salgan a la calle para neutralizar las marchas piqueteras. Por favor, no. Esto tiene que ser encarado de manera profesional.
–Queda la cuestión del aumento de las penas por reincidencia.
–Otra faceta del sinsentido en el cual ustedes, argentinos, vivieron en los últimos años. Al respecto, quiero ilustrar con un par de ejemplos universales: el de las madres y el de los árbitros deportivos. En el proceso educativo de sus hijos, las madres primero explican, luego advierten, y terminan con un oportuno castigo, para evitar males mayores. Los árbitros de los partidos de fútbol primero advierten, luego sacan tarjeta amarilla y por último, la roja. ¿Podrán todas las madres del mundo y todos los árbitros deportivos del mundo estar equivocados?
–Usted le está recomendando sensatez a una porción de la doctrina jurídica.
–Efectivamente, doctrina que en el caso argentino parece haber cooptado una parte importante de la enseñanza, la legislación, la jurisprudencia, etcétera. De repente, en economía ocurre lo mismo, y no estaría mal que los abogados nos lo señalaran. Todo al servicio de solucionar problemas, para que los seres humanos de carne y hueso, puedan vivir mejor.
–Todo lo que estamos conversando se desarrolla en el plano conjetural.
–Naturalmente, porque todo es muy dinámico. Pero el mensaje de las nuevas autoridades es bien claro. Como ocurre con frecuencia, será puesto a prueba y veremos la respuesta. Pero, al igual que ocurre en el plano económico, las nuevas autoridades no tienen mucho margen de maniobra para aflojar, sin comprometer la credibilidad con la que arranca su gestión.
–Don Phillip, muchas gracias.
En 1968 el economista norteamericano Gary Stanley Becker publicó una monografía sistematizando lo que se sabía: que el número de delitos no puede ser independiente de la probabilidad de que metan presos a los delincuentes, y que tengan que cumplir las condenas de manera efectiva. El análisis fue un caso particular de su “enfoque económico” al comportamiento humano, que no quiere decir que las mujeres y los hombres no pueden tener objetivos extraeconómicos, sino que en la persecución de cualquier objetivo las decisiones tendrán en cuenta los incentivos y los desincentivos. Todo sugiere que, desde el domingo pasado, en la Argentina delinquir dejó de ser gratis, y por consiguiente cabe esperar un aumento de la seguridad. ¿Será así?
Al respecto consulté al norteamericano Phillip Areeda (1930 - 1995), quien estudió y enseñó en Harvard. Su devoción por su alma mater fue tal que, según David Binder, a comienzos de 1995 donó más de US$5 millones a su escuela de leyes, la segunda donación individual por monto en toda la historia de la escuela.
–¿Por qué en los Estados Unidos usted es considerado el especialista pionero sobre legislación antimonopólica?
–Porque en el momento de mi fallecimiento estaba preparando el volumen 11 de mi Legislación antimonopólica. Pensé originalmente la obra en dos volúmenes, pero de repente me encontré con que una nota a pie de página me insumió 20 páginas. Un juez asociado a la Corte Suprema de Justicia afirmó que muchos abogados preferían tener un par de párrafos de mi obra, apoyando su postura, que a tres miembros de la Corte Suprema en su favor.
–Junto a lo cual, en colaboración con Donald Frank Turner, en 1975, publicaron una monografía en la que plantearon una definición rigurosa de predación e indicaron cómo identificar una conducta predatoria.
–Para nosotros, existe predación cuando se verifica el deliberado sacrificio de los ingresos presentes, con el propósito de eliminar competidores del mercado, y luego recuperar las pérdidas a través de mayores ganancias, una vez eliminada la competencia. En términos prácticos propusimos prohibir que los precios fueran fijados por debajo de los costos marginales. La regla fue de inmediato adoptada por los tribunales de Estados Unidos, y a partir de comienzos de la década de 1990 por la Corte Europea de Justicia. Según Jorge A. Padilla, le introdujimos cierta lógica al análisis legal de la predación, y la comparación de los precios con alguna medición de costos sigue siendo clave para el análisis de la cuestión, a ambos lados del Océano Atlántico.
–Javier Milei en la presidencia de la Nación; Patricia Bullrich, ministra de seguridad de la Nación, y Waldo Wolff a cargo de la seguridad en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires son una clara señal para todos aquellos que, en su accionar, cometen delitos.
–Esperemos que así sea. Al respecto me parece importante diferenciar quien corta una calle, para hacer conocer sus reclamos; quien asalta o mata, para apropiarse de bienes ajenos, y quien ocupa o quema tierras y viviendas en el nombre de sus antepasados aborígenes. Además del denominado crimen organizado, que probablemente sea el más importante, pero sobre el cual no puedo hacer ningún aporte.
–Comencemos por el primer caso.
–Es fácil decir que están los derechos de quienes protestan y los de quienes no pueden movilizarse porque aquellos ocupan espacios públicos, como por ejemplo, el trayecto del Metrobus. Lo que ocurre es que cuando el gobierno nacional declama, pero no solamente no hace nada al respecto sino que por el contrario incentiva los desbordes, es poco lo que pueden hacer las autoridades locales. Cualquier dirigente piquetero tiene que advertir que cambiaron las reglas del juego, a partir del 10 de diciembre pasado, por lo cual desafiar la autoridad le puede resultar caro.
–En el caso de los asaltos y los asesinatos.
–¿Me deja sorprenderlo con una hipótesis? ¿Y si el combate a este tipo de delitos redujera el número de muertos? Tanto me refiero a la cantidad de víctimas inocentes, civiles como policías, como de delincuentes. Porque carecemos de estadísticas de ladrones y asesinos que mueren por mano propia.
–¿Gatillo fácil, querrá decir?
–No, pero antes de esto un párrafo referido a la ocupación de tierras, y quema de viviendas, por parte de los seudomapuches. También a estas personas les llega el mensaje de que, con el nuevo gobierno, los delitos dejaron de ser gratis. Ahora si voy a la cuestión del gatillo fácil.
–Lo escucho.
–El reemplazo, en la cuestión seguridad, de la profesionalidad por el dogmatismo, le ha costado la vida a muchos miles de argentinos. Nada de gatillo fácil. Sí a la ley, y sobre todo a los profesionales de la lucha contra el delito, lo cual incluye a policías, jueces, etc. Una justicia que no es rápida, no es justicia; una justicia que libera de manera laxa, es parte del problema. Ahora bien, ni usted, ni yo, de Pablo, sabemos cómo usar un arma, de manera que probablemente provoquemos desastres. Hay un caso que hoy debería preocuparnos.
–¿Cuál es?
–Que jóvenes partidarios del presidente Milei, salgan a la calle para neutralizar las marchas piqueteras. Por favor, no. Esto tiene que ser encarado de manera profesional.
–Queda la cuestión del aumento de las penas por reincidencia.
–Otra faceta del sinsentido en el cual ustedes, argentinos, vivieron en los últimos años. Al respecto quiero ilustrar con un par de ejemplos universales: el de las madres y el de los árbitros deportivos. En el proceso educativo de sus hijos, las madres primero explican, luego advierten y terminan con un oportuno chirle, para evitar males mayores. Los árbitros de los partidos de fútbol primero advierten, luego sacan tarjeta amarilla y por último la roja. ¿Podrán todas las madres del mundo y todos los árbitros deportivos del mundo estar equivocados?
–Usted le está recomendando sensatez a una porción de la doctrina jurídica.
–Efectivamente, doctrina que en el caso argentino parece haber coptado una parte importante de la enseñanza, la legislación, la jurisprudencia, etc. De repente en economía ocurre lo mismo, y no estaría mal que los abogados nos lo señalaran. Todo al servicio de solucionar problemas, para que los seres humanos de carne y hueso, puedan vivir mejor.
–Todo lo que estamos conversando se desarrolla en el plano conjetural.
–Naturalmente, porque todo es muy dinámico. Pero el mensaje de las nuevas autoridades es bien claro. Como ocurre con frecuencia, será puesto a prueba y veremos la respuesta. Pero lo mismo que ocurre en el plano económico, las nuevas autoridades no tienen mucho margen de maniobra para aflojar, sin comprometer la credibilidad con la que arranca su gestión.
–Don Philip, muchas gracias.