En pausa: un inicio de año con la economía quieta
Se creía que en enero habría conversaciones con los holdouts o salida a los mercados; el caso Nisman cambió la agenda y obliga a medidas efectistas
La economía está en pausa. O por lo menos así se percibe. La muerte del fiscal Alberto Nisman y las consecuencias políticas y judiciales tras la noticia sacaron de agenda varios de los temas con los que el Gobierno imaginaba empezar el año. Es casi irrespetuoso hablar de los efectos económicos de la muerte en Le Parc, pero los hay. Por ahora, las variables económicas están en "Pause". Pero el Gobierno pulsará "Play".
Rewind. Allá por julio, el horizonte era enero. Se veía un verano complejo, con un mojón en el primer minuto de este 2015. En ese instante vencía la célebre cláusula RUFO que obligaba al Estado a compensar a los ahorristas que entraron al canje en caso de que la oferta a los holdouts sea mejor que aquélla. Los personajes de entonces eran el juez neoyorquino Thomas Griesa ; la cara visible de los fondos buitre que demandaron a la Argentina, Paul Singer; el facilitador Daniel Pollack y el ministro de Economía, Axel Kicillof . Llegó el primer minuto de 2015 y más allá de algún brindis emotivo, no pasó nada. Los tres primeros personajes desaparecieron de escena. Y el ministro apareció el viernes después de varios días de ostracismo.
Play. Por estos días la administración de la presidenta Cristina Kirchner intenta volver a poner en movimiento el engranaje de anuncios y medidas de alcance inmediato y de fácil rebote. El viernes anunció con un mes de anticipación, como lo suele hacer usualmente, el aumento a los jubilados que la ley de movilidad establece.
Pause.
Fast Forward. A pocos meses habrá elecciones y el escenario económico que tendrá para enfrentarlas está lejos de ser aquel que imaginó Kicillof cuando delineó el plan de seducción a los mercados.
Rewind. Acuerdo con el Club de París, pago a Repsol por la expropiación de YPF y maquillaje del Indec con una nueva medición de la inflación eran tres estaciones necesarias que vislumbraba el ministro antes de llegar a golpear la puerta de los mercados. Así habría un 2015 con dólares frescos aportados por inversores confiados.
Pause. Los dólares no llegaron y hubo que alquilar de apuros a China a través de los swap. Y el caso Nisman obligó a poner sobre la mesa medidas rápidas, fáciles y palpables. Posiblemente ya nadie acuda a Nueva York a terminar con los holdouts. Los tiempos apremian. Medidas fáciles, sencillas para poner en marcha y con impacto inmediato. La economía está quieta. Casi ni transcurre. Quieta, en pausa.
"Alguna vez, en materia económica, la Argentina debería hacer algo más que transcurrir", dijo hace pocos días a LA NACION el presidente de la Cámara Argentina de Comercio, Carlos de la Vega.
La definición que puso sobre la mesa el dirigente empresario se escucha demasiado seguido de boca de los hombres de negocio.
El inicio del año ni por asomo fue el que muchos imaginaban. Las cuentas fiscales se deterioraron y la actividad cayó. La inflación estuvo algo más contenida a fines de 2014 pero claro, los rangos de inflación son muy altos. La discusión se plantó entre los que creen que está cerca del 25 al 30% y los que dicen que el rango se mueve 10 puntos porcentuales por encima. En cualquiera de los dos supuestos, es una de las más altas del planeta.
Eduardo Levy Yeyati, director ejecutivo de Elypsis y profesor de Harvard, señaló en un informe que presentó su consultora que la estrategia del Gobierno parece limitarse a reforzar al ancla cambiaria y tarifaria mediante más represión financiera y subsidios para mantener la inflación contenida en el entorno del 2% mensual. "En este orden, nuestro pronóstico para 2015 supone una inflación promedio de 29,1% y punta a punta de 32,5%, con riesgo a la baja", agregó.
Así las cosas, los proyectos de inversión son imposibles de financiar por lo tanto, lo único que se verá es algo de dinero que las empresas pondrán en activos sólo por la imposibilidad de enviar al exterior.
Francisco Gismondi, economista de Empiria Consultores, considera que el equipo económico se quedó sin margen de maniobra y por eso lo único que les queda es una política defensiva. "Tratarán de conseguir algo de dólares para poder liberar algunas importaciones y que no se les caiga tanto la actividad. Eso es todo lo que podemos esperar", dice con tono escéptico.
Justamente las importaciones y los problemas para traer productos del exterior fueron el gran tema de una reunión que convocó el secretario de Comercio, Augusto Costa , hace pocos días. Estaban presentes los representantes de las principales empresas que tienen productos en los listados de Precios Cuidados. "Por esos días había trepado los titulares de los diarios el tampongate", contaba con sorna uno de los ejecutivos que estuvieron en la reunión.
Se refería a la falta de tampones que hubo en las góndolas argentinas. Aquella escasez terminó siendo un gran disparador en las redes sociales.
El asunto estaba fresco cuando los empresarios se sentaron frente a Costa. "Esto que pasa con los tampones es culpa de ustedes, no quieran endilgar el asunto a esta Secretaría. Esto es culpa de ustedes por no programar bien las [Declaraciones Juradas Anticipadas de Importaciones] DJAI", les espetó el secretario. Nadie le retrucó porque eso no se acostumbra en épocas kirchneristas pero nadie se sintió aludido por el reto oficial. Los problemas con la importación son frecuentes en todas las empresas y los faltantes seguirán.
Federico Poli fue ex secretario de Pequeña y Mediana Industria en la época en la que Roberto Lavagna era ministro de Economía. No puede separar la política de la economía. Dice que hay que tener en cuenta la restricción política de un gobierno que se va y a eso sumarle un diagnóstico de la situación económica que señala que enfrentamos un cuadro de profundos desequilibrios. "Hay estancamiento de la actividad económica, caída de los ingresos asalariados y jubilados, alta inflación, déficits gemelos, incremento del desempleo, represión financiera y restricción de divisas. Luego sí podría venir la respuesta. "El planteo que puede hacerse un equipo económico a plazo fijo de 10 meses debe ser de mínimo", sostiene.
Hay quienes dicen que se trata de unos meses de piloto automático y que todo transcurrirá. Pero Gismondi no cree que ése sea el panorama: "No es piloto automático, es pato rengo, es que tienen las manos atadas y además, se consumieron todos los stocks". Luego argumenta y dice que en parte esta situación se da por no poder contradecir el relato, pero también porque si hacen algo pagaran los costos, pero no verán los beneficios.
"Ahora van a tratar de llegar con el impulso y que les queden todas las tareas pendientes al que venga", remata. El próximo presidente deberá, según su visión, finalizar el tema con los holdouts, combatir la inflación, mirar de cerca el atraso cambiario, revisar los subsidios y empezar a trabajar para la bajar déficit fiscal.
Justamente en materia de cuentas públicas, el Instituto Argentino de Análisis Fiscal (Iaraf) publicó un trabajo el viernes en el que da cuenta que el déficit de las cuentas públicas creció fuerte en 2014.
Déficit que condiciona
El resultado fiscal de 2014 fue un déficit de 109.720 millones de pesos, equivalente a un 2,4% del producto bruto interno (PBI), dice el trabajo. Claro que ese número sería mucho peor si se quitan las llamadas "Rentas de la Propiedad", como los adelantos del Banco Central o de la Administración Nacional de la Seguridad Social (Anses). Caso contrario, el déficit se profundizaría hasta un 5 por ciento del PBI.
"Este comportamiento significa un deterioro fiscal creciente respecto a años previos, destacándose la alta participación que adquirieron las Rentas de la Propiedad dentro de los ingresos. Este desequilibrio fiscal en ascenso marca un serio desafío de financiamiento para el corriente año 2015", sostiene el trabajo del Iaraf.
"De todas maneras -dice Gismondi-, como se ve luz al final del túnel, ya que cambiará el gobierno a fin de año, algo de inversiones van a llegar y eso ayuda a que 2015 no sea tan malo."
Justamente Poli también habla de las cuestiones políticas. "Esos mínimos deberían tener por objetivo que el marco económico permita realizar una transición política ordenada. Lo que no se puede es pausar la economía durante este tiempo porque la inercia llevaría a agudizar los problemas existentes", reflexiona.
Sin embargo, el Gobierno no parece dispuesto a mostrar la pausa en la que están las variables económicas. "Esté preparado. El anuncio de hoy (por el viernes) fue sólo el primero de una larga lista. Vamos a retomar la agenda con varias medidas", comentó una fuente oficial con acceso a la Casa Rosada.
El jueves se especulaba que al día siguiente la presidenta Cristina Kirchner anunciaría en Casa Rosada no sólo la suba de las jubilaciones, que por ley debe otorgar en marzo y en septiembre, sino que también hablaría de una suba en las asignaciones familiares. Pero este último anuncio estuvo ausente. Las opciones son dos: o la iniciativa se frenó o se reservó la medida para un nuevo acto. La sensación que había en el entorno económico era que primó la diversificación de anuncios.
La inmediatez de la Anses
De cualquier manera, la Anses podría ser una de las más activas estos meses. Sucede que el caso Nisman sacó la posibilidad, si es que había alguna, de tomar medidas de mediano plazo.
Y el organismo tiene posibilidades de mostrar movimientos rápido. Por caso, varios de los planes que administra -Procrear, Progresar, Proauto o la Asignación Universal por Hijo, entre otros-, ya debieran ser revisados. Cualquier medida que se tome tiene un amplio alcance. "E inmediato", aclaró un funcionario.
Otra de las medidas que no pocos esperan tiene que ver con el impuesto a las ganancias y algunas actualizaciones de montos que están desactualizados. Con Ganancias la cuenta es sencilla: cualquier aumento del mínimo no imponible o de los montos deducibles impacta en los bolsillos de los trabajadores alcanzados por el impuesto en forma inmediata. Y a eso se suma un segundo beneficio: el impacto fiscal negativo se verá con fuerza en 2016. Sucede que por más que hay adelantos mensuales, el grueso de los pagos se efectiviza durante el primer semestre de 2016.
Claro que este panorama deberá enfrentarse con poco dinero en las arcas públicas. Al déficit apuntado por el Iaraf hay que sumarle la necesidad de cumplir con los compromisos externos que tiene el Gobierno. Para 2015 hay vencimientos que superan los 12.000 millones de dólares. Y dólares no hay.
La consultora Abeceb, además, aportó otro dato. Las 17 provincias que acordaron reprogramar sus deudas con la Nación tienen un compromiso financiero para este año de 7562 millones de pesos. De esos 7562 millones, 3961 millones son deuda de capital y 3601 millones, por intereses. Las renegociaciones parecen que serán una constante.
Todo en el marco de una campaña electoral para cambiar al presidente. Poli dice que el equipo económico debería abrir un diálogo con los equipos técnicos de los principales precandidatos, en especial de la oposición, con los gobernadores y con los sectores sociales relevantes. "Una administración que se está yendo y no puede comprometer el futuro con medidas sin consenso", se ilusiona. Por ahora, en pausa.
Preparativos para retomar la agenda
Seis protagonistas de la coyuntura
Cristina Kirchner
Presidenta
La Presidenta intenta por estos días retomar la agenda. En materia económica anunció el aumento de las jubilaciones; además, podrían subir las asignaciones familiares.
Alejandro Vanoli
Presidente del Banco Central
Es uno de los funcionarios del equipo económico que han ganado consideración. Ha logrado mantener el dólar a raya desde que está al frente de la autoridad monetaria.
Diego Bossio
Director ejecutivo de la ANSES
Es uno de los organismos que más posibilidades tienen de aportar medidas en el corto plazo. En los planes que gestiona, podría aumentar el monto de las prestaciones.
Axel Kicillof
Ministro de Economía
Los días transcurren muy lejanos a lo que fue su idea. Se ilusionó con llegar a principios de 2015 con el frente externo liberado y con poder buscar dólares en el mercado No define las políticas fiscales; las aplica.
Ricardo Echegaray
Titular de la AFIP
Se podría esperar la actualización de algunos impuestos, como Ganancias, ya que el impacto fiscal se vería en 2016.
Augusto Costa
Secretario de Comercio Interior
Su papel quedó reducido a intentar mantener la inflación en un rango aceptable (que no supere 25% anual) y a controlar la salida de dólares con trabas a las importaciones
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