Un excolaborador de Sturzenegger se sumó al equipo de Milei que impulsa la dolarización
En pocos días se develará si el resultado de las urnas convalida o no el de las encuestas y permite que el proyecto de dolarización de La Libertad Avanza siga en pie; el aporte de un exdirector del BCRA del gobierno de Macri
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En 40 años de democracia, la Argentina tuvo varios logros, aunque uno le sigue siendo esquivo: muy pocas veces logró un matrimonio duradero entre las expectativas positivas que suelen despertar las elecciones y el bienestar económico. La “economía de guerra” y el Plan Austral en 1985; el plan Bonex a fines de 1989; el “impuestazo” de la Alianza a fines de 1999; el primer cepo cambiario en octubre de 2011 y las devaluaciones posteriores a los comicios de 2013, 2015 y 2019, recuerdan que, acallados los festejos, tarde o temprano llegan medidas duras que modifican el humor de la sociedad. ¿Habrá que sumar el año 2023 a esta lista?
En pocos días se develará si el resultado de las urnas convalida las encuestas y permite a La Libertad Avanza dar un paso más hacia el que sería el cambio más drástico de la historia económica argentina: la dolarización, un experimento que pocos países intentaron, como Ecuador, Panamá o El Salvador, y que otros incluso revirtieron con alto costo, como Zimbabwe.
Tal como contó La Nación, en los equipos técnicos del partido que conduce Javier Milei dicen tener al menos cinco alternativas de dolarización para otros tantos escenarios posibles, no solo determinados por el panorama local, sino también por el internacional, y solo resta esperar a ver qué sucede el domingo o, eventualmente, el 19 de noviembre si les toca disputar el ballottage. Mientras tanto, el nerviosismo y los rumores sobre cómo se prepararía el terreno para aplicarla crecen. Las versiones de una remake del plan Bonex de 1989, en el que bancos y empresas recibirían bonos más largos a cambio de sus acreencias con el Estado, arrecian. En los bancos advierten: “Las Leliq [las letras que reciben del Estado a cambio de los pesos que prestan] es la garantía de los depositantes de que les vamos a devolver la plata”. Los ahorristas miran de reojo.
Mientras tanto, los libertarios dan pocas señales. Dicen que no tiene mucho sentido avanzar en detalles antes de saber qué pasará este domingo en las urnas. Los bancos no coinciden. Allí la intranquilidad se pesa en toneladas. Por lo pronto, ya pasaron su mensaje públicamente: la bola de Leliq no es un problema insoluble; la salida es recuperar la confianza de los ahorristas para reorientar el crédito al sector privado. “Hoy nadie toma un préstamo, ni siquiera los de tasa subsidiada, y no queda otra que prestar al Gobierno”, explican.
En el entorno de Milei son críticos con el sistema financiero. Dicen que los bancos saben que lo que vienen haciendo está mal. “El BCRA no funciona como prestamista de última instancia, sino como deudor de primera instancia”, señalan. “Si están intranquilos tienen que mirarse al espejo porque tienen concentrada su cartera de préstamos en una institución morosa e insolvente. Esto es como el juego de la silla en el que alguien en algún momento se queda parado porque no alcanzan los asientos para todos”, agregan.
De todos modos, buscan calmar las aguas. Se habla de reemplazar una deuda del Estado (Leliq) por otra, pero niegan la posibilidad de un plan Bonex. “No es parte de lo que estamos planteando ni pensando; son rumores que impulsan nuestros detractores para perjudicar las chances de Javier”, afirman. Los bancos, a falta de un diálogo institucional con los colaboradores visibles de Milei, reciben mensajes parecidos ante las consultas individuales. “El equipo que dirige Emilio Ocampo [candidato a presidir -y cerrar- el Banco Central] no está para hacer locuras; es alguien serio, que se formó en la banca y no va a empujar la economía al caos”, les responden a los más insistentes.
Se suma un hombre de Sturzenegger
Más allá de la experiencia del propio Ocampo, muestran otra carta para tranquilizar: la integración al equipo de Mariano Flores Vidal, exdirector del BCRA en los tiempos en que lo presidía Federico Sturzenegger. El primer banquero central del gobierno de Mauricio Macri tuvo que desmentir rumores hace poco por las redes sociales de que estuviera trabajando para LLA y recordó que él apoya a Patricia Bullrich. Intimo amigo de Sturzenegger, con quien trabajó también en el Banco Ciudad, Flores Vidal participa aquí a título individual y no como colaborador del exfuncionario macrista, afirman cerca del candidato libertario. Este exdirector del BCRA se ha mostrado como partidario de “políticas de shock en todos los ámbitos”, incluyendo el cambiario, aunque hasta ahora no impulsaba la dolarización, sino una convertibilidad en la que el peso tenga paridad con una canasta de monedas, tal como escribió en una columna en este diario en abril pasado. La Nación intentó contactar a Flores Vidal, pero no obtuvo respuesta. También a título personal se integró al equipo de Ocampo el economista Manuel Calderón, profesor de la UBA, quien hoy participará en una charla-debate junto a otros colegas en la Facultad de Ciencias Económicas bajo el título: “¿Conviene dolarizar?”.
El modelo que más estudian en el laboratorio mileista no es el de la dolarización de Ecuador, sino el que El Salvador adoptó en enero de 2001 y donde las preferencias de la sociedad hicieron que la moneda nacional, el Colón, fuera dejando su lugar progresivamente al dólar. Aún existe, con todo, una fracción mínima de colones en circulación. A esto se refiere Milei cuando en entrevistas habla de competencia de monedas y de que será la gente la que elija qué moneda quiere, en un proceso que llevará un tiempo.
Si el reemplazo del peso lo decide “el mercado” también será el que decida el precio del tipo de cambio al que se dolarizará. La idea, según fuentes libertarias, es levantar el cepo “para tener un tipo de cambio realista” a la hora de emprender la tarea. En el caso salvadoreño, las resistencias iniciales a la medida, por ejemplo las del FMI, era que no había dólares suficientes como para recomprar los colones en circulación, un planteo similar al que hoy hacen los críticos de la dolarización en la Argentina. “Si ese es el problema, que no se preocupen. Nosotros creemos que sí conseguiremos los dólares”, afirman, desafiantes, en La Libertad Avanza.