La inflación mayorista de diciembre fue de 54%, en línea con la devaluación del peso
El salto en el tipo de cambio impactó de forma directa en este indicador, que a diferencia del IPC, está más influenciado por el dólar; en la medición interanual y en el acumulado del año subió 276,4%
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La devaluación del tipo de cambio oficial aplicada por el gobierno de Javier Milei apenas comenzado su mandato se replicó de modo lineal en los precios mayoristas de diciembre, que tuvieron en el último mes de 2023 un aumento de 54%, el mismo porcentaje en que se depreció el peso.
El dato fue publicado hoy por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), que en su Índice de precios internos al por mayor (IPIM), destacó además que esta variación es consecuencia de la suba de 51,1% en los “Productos nacionales” y de 80,6% en los “Productos importados”. Asimismo, indicó que tanto en la medición interanual como en el acumulado del año la suba fue de 276,4%.
No se trata de nada nuevo, según analistas consultados, ya que al ser un índice compuesto por bienes transables, replican con bastante exactitud lo que ocurre con el tipo de cambio. En la inflación minorista, en tanto, el impacto no es tan directo porque la canasta que se toma para elaborar ese índice incluye también servicios, que en gran medida están regulados y que no son tan influenciados por el valor del dólar.
La economista María Castiglioni Cotter, de C&T Asesores Económicos, dijo que, sin duda, el salto del tipo de cambio oficial tuvo un impacto fortísimo en los productos mayoristas. “Pensemos que este índice está compuesto por todos bienes transables, ya que no incluye servicios regulados, a diferencia del índice de precios al consumidor (IPC). Entonces, vemos un salto que se trasladó uno a uno con los bienes importados, que incluso acumulan un aumento interanual muchísimo mayor, debido a las distorsiones que provocaron las restricciones a la importación”, explicó la especialista.
En sintonía, el economista Lorenzo Sigaut Gravina, de la consultora Equilibra, señaló que los precios mayoristas relevan bienes y además suelen ser mucho más sensibles a los movimientos del tipo de cambio oficial, porque por su naturaleza no tienen costo de mano de obra ni alquiler. “Por eso, es lógico que suban más que los minoristas. De hecho, esto mismo ocurrió cuando asumió Macri e hizo un sinceramiento cambiario, y ni que hablar con la devaluación de 2002”, recordó.
Por su parte, el economista Claudio Caprarulo, director de la consultora Analytica, comentó que se está viendo una dinámica similar a la de agosto pasado, cuando el salto en el dólar impactó más fuerte en la inflación mayorista que en la minorista. “La diferencia es que esta vez la dinámica se ve reforzada por la liberalización de los precios. Por caso, uno de los mayores aumentos en diciembre estuvo en petróleo crudo y gas”, agregó.
El interrogante, tal como lo remarcó Caprarulo, es cuánto de estos aumentos podrán trasladarse a los precios minoristas en tanto la actividad económica ya muestra señales de una profundización en la recesión. “A su vez, el ancla nuevamente fue un precio regulado que pronto dejará de serlo, la energía eléctrica”, planteó el economista.
La estimación de Castiglioni Cotter es optimista. Ante la consulta sobre cuánto puede impactar este dato de los precios mayoristas en la inflación de enero, la economista respondió: “Poco”. Y enseguida argumentó: “Lo que estamos viendo de precios en enero no. Los electrodomésticos, electrónicos y otros más con componentes importados no suben en enero. En diciembre aumentaron fuerte”.
Sigaut Gravina cree que no necesariamente habrá un impacto en la inflación de enero, aunque advirtió que esta será elevada. “Este mes ya viene alto por arrastre, ya que el shock acelerador de la devaluación fue a mediados de diciembre, y por la suba de algunos regulados, como nafta, prepagas, transporte publico, etcétera”, comentó.
En contraste, la economista Guadalupe Birón, de la consultora Empiria, afirmó que “es muy probable que haya traslado de esta suba de los mayoristas a los productos minoristas, por lo cual podría ser una consecuencia de que la inflación no logre desacelerar como se preveía en los meses próximos”.
La misma lectura hizo la economista Natalia Motyl, que opinó que las consecuencias de esta suba de precios mayoristas van a ser más que negativas en los próximos meses. “Dada la actual matriz productiva local, este incremento de costos se va a trasladar a precio final de bienes y servicios, afectando los salarios reales. Asimismo, también afecta a las empresas que en un contexto inflacionario y de caída de demanda deberán ajustar márgenes de ganancia”, estimó.