En Hacienda apuestan a que la política vuelva a dar confianza
"Esta dinámica no es sostenible". Así, con crudeza, definían anoche en los pasillos del Ministerio de Hacienda el cimbronazo financiero en una jornada caliente para la Argentina. Allí destacaban en sintonía que una volatilidad como la de los últimos días en el mercado no podía mantenerse más tiempo. "La gente no aguanta", se lamentó un funcionario.
El hombre cercano a Dujovne se hizo la pregunta que todos se hacen. Los activos argentinos, ¿se deprecian por cuestiones políticas, económicas o ambos planos ya están tan intrincados que se hace imposible separarlos? ¿Se retroalimentan? El gatillo, no duda, fue la encuesta de Isonomía conocida el jueves pasado y que expande la ventaja que el kirchnerismo le saca a Cambiemos. "Te expone la fragilidad que existe y demuestra que ante la posibilidad de que Cristina Kirchner sea presidenta nadie quiere estar cerca", confirmó. "Quizás el mercado se convenza solo. Hay que esperar. No lo creo".
En ese camino, la gestión económica reclamará "catalizadores" políticos que tranquilicen al mercado. "Hay que reducir la incertidumbre política", recalcó el funcionario, a pesar de que el mismo Gobierno es el que juega a la polarización con la expresidenta. "Estos movimientos -dijo el lunes el ministro Dujovne en una conferencia de prensa- tienen que ver con la incertidumbre política. La oposición no muestra propuestas claras. A nosotros el mercado no nos está pidiendo cambios en la política económica".
Ayer en Hacienda no encontraban razones económicas en los últimos días para explicar los movimientos de desconfianza sobre el tipo de cambio y los activos argentinos, sobre todo luego de que el Gobierno mostró que necesitará menos dólares por la corrección de desequilibrios: hubo más de $10.000 millones de superávit fiscal (sobrecumpliendo la meta con el FMI) y más de US$2000 millones de saldo comercial en el primer trimestre.
Los rumores ayer indicaban que algunos distress funds (compradores de bonos basura) norteamericanos "entraron" para comprar papeles argentinos y mejoraron la performance de los bonos. El Gobierno no lo confirmó. Sin embargo, ayer rescataban cerca de la Secretaría de Finanzas que la licitación de Lecap, donde se dio un "premio de tasa" por la suba del dólar, era una "muestra de que hay un grupo core de inversores en pesos que le gusta este tipo de negocio y prefiere no arriesgarse a intentar salir".
Ni Dujovne ni el viceministro, Miguel Braun, quisieron ayer hablar del contexto. "No queremos meter ruido", dijeron fuentes cercanas pasada la tarde, luego de que se adelantó para ayer en la Jefatura de Gabinete el almuerzo que los ministros tienen los viernes en Olivos. Cerca del ministro coordinador dijeron que no se habló de "miedo" en los mercados ni del "círculo vicioso" en el que se entró. Sí afirmaron que será necesario volver a generar la confianza, la credibilidad, de que Macri ganará las elecciones.
Entonces se entiende que el encargado de dar una explicación fuera el Presidente. "Los mercados tienen visión a corto plazo y dudaron de la Argentina", explicó Macri.
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