En el caso de General Electric, Australia es la nueva China
Para General Electric Co., Australia empieza a sustituir a China.
El país con 22 millones de personas se encamina a generar este año más ingresos para el conglomerado industrial que el gigante asiático, que tiene 1.300 millones de habitantes.
El cambio se deriva en parte de los ajustes que Jeff Immelt, el presidente ejecutivo de GE, ha hecho a las líneas de negocios del conglomerado para hacer hincapié en la energía. Pero también refleja un replanteamiento radical del valor que tiene China para GE, que después de años de no cumplir sus metas y de registrar un crecimiento lento en el país asiático ha volcado su atención a lugares ricos en recursos, con reglas más favorables para la inversión, así como con menos empresas estatales contra las cuales competir.
GE apuesta a que los precios de la energía y los minerales seguirán en alza y que tendrá menos dificultades para conquistar otros mercados para vender compresores, locomotoras y generadores eléctricos en países que producen petróleo, gas y mineral de hierro. El nuevo enfoque eleva a Canadá, Perú, Mongolia y Australia al círculo de crecimiento potencial una vez dominado por Brasil, Rusia, India y China.
"Estos lugares tienen oportunidades increíbles para Estados Unidos", señaló este año Immelt en una conferencia en la Universidad de Stanford. "China es grande, pero es un mercado difícil. Estos lugares también son grandes, pero no son tan difíciles".
Todos los grupos industriales buscan aprovechar las tendencias demográficas globales y China a menudo es parte del cálculo. La estadounidense United Technologies Corp., por ejemplo, busca sacar partido del acelerado desarrollo chino de viviendas a escala masiva a través de sus filiales de ascensores, Otis Elevator, y de calefacción y refrigeración, Carrier.
La alemana Siemens AG, por su parte, ha apuntado a la urbanización desde Shanghai hasta Londres a través de una nueva división dedicada a la infraestructura urbana. Honeywell International Inc., de EE.UU., contrató a un gerente general en Vietnam y planea hacer lo mismo en Indonesia.
GE prevé que los ingresos provenientes de los países ricos en recursos aumenten en hasta 25% durante los próximos dos años, comparado con una tasa de entre 10% y 15% en las economías de China, India y el sudeste asiático.
GE reportó un alza de 26% en los ingresos industriales en Australia en el primer trimestre, comparado con un crecimiento de 18% en China. La cifra, que abarca las ventas de sus negocios de energía, salud y transporte, saltó 40% en Canadá y se duplicó en Rusia, dos países que GE considera ricos en recursos. El año pasado, Australia superó a China en ingresos totales, que sumaron US$5.800 millones frente a los US$5.700 millones de China. GE proyecta que este año ocurrirá lo mismo.
La apuesta de GE es que los precios de las materias primas seguirán subiendo, así que habrá mayores esfuerzos desde Canadá hasta Mongolia para extraer de la tierra combustibles y minerales fósiles. GE espera que las ganancias de la venta de dichos commodities sean reinvertidas en sectores como salud, generación de energía e infraestructura, todos importantes negocios de la empresa.
Un proyecto de gas natural licuado de US$34.000 millones llamado Ichthys, a unos 900 kilómetros de la costa norte de Australia, en el Mar de Timor, ilustra la razón por la que Australia está cabeza a cabeza con China en el universo de GE. Ichthys es uno de varios proyectos que llevará en 2017 a Australia a superar a Qatar como el principal exportador de gas natural licuado del mundo, según la Agencia de Recursos y Economías de Energía de Australia.
El yacimiento, que está siendo desarrollado por la francesa Total SA y la japonesa Inpex Corp., ha producido US$1.100 millones en contratos para GE que incluyen turbinas de gas, compresores y sistemas de producción submarinos. El proyecto Gorgon de Chevron Corp., en la costa noroccidental de Australia, ha generado US$1.300 millones para GE.
El brazo financiero del conglomerado también ha tenido un buen desempeño allí. Australia es el segundo mercado para la filial, después de EE.UU., y GE espera que la operación duplique su tamaño en los próximos tres años. Parte del atractivo de Australia es un sistema judicial confiable y el libre mercado, dicen ejecutivos de GE.
Y aunque a largo plazo GE sigue siendo optimista de cara a China, también ha expresado frustración sobre la experiencia de hacer negocios en un lugar donde las estatales son rivales en lugar de socias.
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