Ayuda social. En cinco provincias más del 40% de la población adulta cobra el IFE
En cinco provincias del país el Ingreso Familiar de Emergencia (IFE) de $10.000 es percibido por más de cuatro de cada diez personas de entre 18 y 65 años, el rango etario en el que había que estar para ser admitido en el plan (entre otras condiciones). Según los datos oficiales, en Santiago del Estero la relación entre quienes cobraron y la población de esas edades llegó al 48,9%; en el Chaco, al 45,6%; en Formosa, al 44,2%; en Corrientes, al 42,7%, y en Salta -donde la Justicia está investigando posibles irregularidades en los cobros-, al 41,2%. En el promedio nacional, en tanto, esa relación alcanzó el 31,6%.
Esos índices (más allá de los posibles cobros indebidos que se investigan) son reflejo de una realidad laboral caracterizada por altos índices de informalidad y vulnerabilidad, pero también por elevadas tasas de inactividad en algunas zonas, es decir, por una cantidad significativa de personas que no tienen trabajo ni lo buscan, en muchos casos por falta de oportunidades en los lugares donde viven.
De hecho, la estadística que muestra un informe de la Anses referido a la caracterización de la población beneficiaria del IFE revela que en Formosa y en Santiago del Estero, si se establece la relación entre la cantidad de personas que cobraron ese ingreso y el número de quienes conforman la población económicamente activa (trabajan o buscan efectivamente trabajar), los porcentajes llegan al 80% y al 71% en cada caso, algo que estaría explicado por la incidencia de personas beneficiarias que, para la estadística sobre el mercado laboral elaborada por el Indec, son inactivas. Justamente, se trata de provincias donde, al menos en sus ciudades capitales, la proporción de personas activas sobre la población es baja si se la compara con otras partes del país.
La ciudad de Formosa, capital de la provincia gobernada por Gildo Insfrán desde 1995, tiene la tasa de actividad laboral más baja de la Argentina, según el informe de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) del Indec correspondiente al primer trimestre de este año. El índice es de 35,4%, mientras que la tasa promedio de los 31 centros urbanos considerados en el relevamiento es de 47,1%. Esa baja tasa, atada a la carencia de oportunidades, explica que el desempleo en esa ciudad del norte del país haya sido en el primer trimestre de 4%, mientras que en todo el país llegó a 10,4%. Ocurre que, para que sea considerada desocupada, la persona debe haber buscado activamente una ocupación dentro de un período de tiempo determinado; de lo contrario, es considerada inactiva, más allá de que efectivamente no trabaja. En línea con esa baja tasa de actividad, el índice de empleo es también reducido en Formosa: de 33,9% sobre la población total, mientras que en el promedio del país es de 42,2%.
El centro urbano integrado por Santiago del Estero y La Banda, por un lado, y la ciudad de Corrientes, por el otro, también están entre los aglomerados con menor tasa de actividad del país (41% y 41,3%, respectivamente), en tanto que los índices de Resistencia y Salta son más cercanos al promedio general.
Según el informe sobre las personas que cobran el IFE, las jurisdicciones donde hay una relación más baja entre perceptores del beneficio y población de entre 18 y 65 años son la ciudad de Buenos Aires (19,1%), Tierra del Fuego (20,3%), Chubut (20,5%), Santa Cruz (21,5%) y Neuquén (24,6%).
También se consigna que, de los 8.857.063 beneficiarios del ingreso de emergencia, el 61,7% (5.461.617 casos) son trabajadores informales o desocupados (en rigor, aquí también están incluidos los inactivos); el 27% son familias que también cobran la Asignación Universal por Hijo o la Asignación Universal por Embarazo (2.389.764 casos); el 7,8% son monotributistas sociales o de las categorías A y B (688.556 personas); el 2,1% son trabajadoras de casas particulares (188.923), y el 1,4% son quienes cobran el Plan Progresar (128.203).
EL IFE fue abonado hasta ahora dos veces. Recientemente, la Anses anunció que el 10 de agosto comenzará a pagarlo en una tercera ronda, que incluirá a los mismos beneficiarios (la inscripción quedó cerrada luego de la primera edición) y que será por el mismo monto de $10.000. Al igual que ocurrió hasta ahora, los primeros en percibir el dinero serán quienes cobran la AUH.
Además de estar en uno de los grupos ya mencionados y de tener entre 18 y 65 años, para el cobro se requería ser argentino o tener residencia legal en el país no inferior a dos años; no percibir ni el solicitante ni ningún miembro de su grupo familiar ingresos por trabajo en relación de dependencia ni por hacer tareas como autónomos ni como monotributistas en las categorías superiores a la B, no cobrar prestación por desempleo ni planes sociales (salvo AUH o Progresar), ni jubilaciones, pensiones o retiros. Por grupo familiar se entendió al integrado por el solicitante, su cónyuge o conviviente y sus hijos menores de 18 años (o hijos sin límite de edad en caso de tener alguna discapacidad).
En el caso de personas menores de 25 años, para acceder al IFE debían acreditar un domicilio diferente al de los padres (para ser considerado, de esa manera, un grupo familiar diferente).
Según el informe de la Anses, del total de beneficiarios del IFE el 28,2% tiene entre 18 y 24 años, en tanto que el 33,3% es del rango etario que va de los 25 a los 34 años.
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