Empresas express: cómo funciona el formato boom entre emprendedores que el Gobierno quiere suspender
Con la ley vigente el tiempo para crear una compañía en la provincia se redujo de ocho meses a una semana
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El dictamen en comisión de la Cámara de Diputados de la semana anterior para revisar las Sociedades por Acciones Simplificadas (SAS) puso en guardia a empresarios y emprendedores. Desde el sector rechazaron con firmeza el avance del proyecto de Oscar Parrilli que puede dinamitar la ley que sancionó el gobierno de Mauricio Macri que permite crear empresas en 24 horas a través de internet.
De avanzar la iniciativa oficialista, una de las provincias más afectadas podría ser Córdoba, donde supieron ser un boom para la proliferación de startups y emprendimientos productivos. Con 8000 generadas desde 2017 es el formato más elegido entre los emprendedores locales. Solo en el primer trimestre del año sumaron casi 800 nuevas compañías.
“Tenemos uno de los ecosistemas emprendedores más pujantes de la Argentina, junto con Buenos Aires. La SAS es la herramienta que más favoreció el desarrollo en la provincia. Le dio agilidad, funciona de forma excelente y es mucho menos burocrático. Los emprendedores arrancan con muy poco capital y esto les permitió regularse además de ser un instrumento útil para el levantamiento de capital”, dijo a LA NACION Pablo Manzano, coordinador del Ecosistema Emprendedor de Córdoba, un conjunto de instituciones y organizaciones conformado por entidades públicas y privadas.
Manzano sostiene que todas las startups usan las SAS como vehículo para estar rápidamente constituidas. El formato opera en sintonía con la Agencia Innovar y Emprender, un organismo estatal que por cada peso que aporta un inversor privado, el gobierno provincial acompaña invirtiendo un peso más.
“Todavía no logramos que salgan en 24 horas, pero en una o dos semanas las compañías ya están operativa. Si bien no es tan ágil como lo era en la Ciudad de Buenos Aires, donde se conseguía en un día, es un abismo de diferencia con el sistema anterior donde tenías entre 6 y 8 meses para registrar una sociedad anónima común. Llevarlo a 15 días máximo fue un avance muy positivo”, dice Manzano
En la Ciudad de Buenos Aires las SAS representaban el 60% de las nuevas empresas creadas, pero ahora es la única región en el país que no puede constituirlas debido a una resolución de la Inspección General de Justicia (IGJ) que las frenó. La medida se encuentra judicializada y a la espera que la Corte Suprema resuelva su legalidad. Si se aprueba la ley, la situación porteña se extenderá al resto de las provincias donde la formación de SAS se suspenderá por 180 días y las ya constituidas tendrán que registrarse nuevamente.
“Vemos con mucha preocupación el avance del proyecto para volver al papel y a la necesidad de estar inscripto en un registro. Nos quitará competitividad y tiempo. No beneficia a los emprendedores, sino que suma más burocracia”, dice Manzano y refiere que afectará la matriz productiva de la provincia y a los emprendiemientos que van desde aquellos con base tecnológica a los de industria agropecuaria y ganadera.
El reporte trimestral de la Inspección de Personas Jurídicas de Córdoba (IPJ) señaló que en el inicio del año 2021 se crearon 778 compañías en Córdoba -637 fueron SAS- que significó un 5,7% más que al cierre de 2020. Según la Asociación de Emprendedores de Argentina en Córdoba representan el 90% de las nuevas empresas que se crean.
Cómo funcionan en Córdoba
Antes de la implementación, el emprendedor tenía que presentar en la Inspección de Personas Jurídicas (IPJ) de Córdoba el contrato social para que sea revisado por la autoridad local que controlaba la inscripción. Toda la documentación era en papel y demoraba hasta 8 meses poder tener la empresa operativa, entre la autorización, la apertura de la cuenta bancaria y el alta para el pago de impuestos.
Ahora el proceso se inicia con la credencial de Ciudadano Digital de la provincia, que se baja a través de una aplicación de celular donde se registran todos los datos biométricos, se saca una foto y una vez autorizada la persona puede registrar el nombre de la compañía y empezar a operar. La IPJ monitorea el trámite a través de su propio sistema web.
La entidad tiene contratos predefinidos en un listado con diferentes objetos sociales al que el emprendedor puede adherir si se ajustan al tipo de empresa que quiere crear. Tiene que tener clave de Ciudadano Digital Nivel 2 y si no modifica y se adhiere a alguna de las posibilidades que el sistema ofrece es más ágil. En caso contrario tiene que cargar el contrato específico de su compañía para ser autorizado digitalmente por la IGJ.
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