Empresarios argentinos se anticipan al Brexit y buscan atraer inversiones en el Reino Unido
En un evento de networking de la Cámara de Comercio Británico Argentina, empresarios se mostraron optimistas ante el clima de negocios local, aunque aún quedan desafíos por delante
LONDRES.- El optimismo postelectoral del gobierno sobre el porvenir de la Argentina hizo eco hoy en esta ciudad. Esta vez, a los funcionarios encargados de difundir habitualmente las oportunidades en el país, se sumaron empresarios como Gustavo Grobocopatel, presidente del grupo Los Grobo; Gabriel Martino, presidente del HSBC Argentina, y José Luis Manzano, presidente de Integra Capital.
Los oradores del 9no “Networking Day” organizado en la capital inglesa por la Cámara de Comercio Británico Argentina (BACC), promocionaron al país como destino de inversiones y destacaron como un paso adelante la reforma impositiva con la que el Gobierno busca apuntalar el cambio, entre otras iniciativas. No obstante, la inflación, la rentabilidad y el déficit fiscal, aparecieron como los grandes desafíos pendientes de la economía argentina.
Del otro lado, hombres de negocios y funcionarios británicos señalaron que el Brexit –proceso por el cual el Reino Unido dejará la Unión Europea en 2019-, puede potenciar la relación bilateral dado que forzará a los locales a explorar nuevos negocios.
“Estamos acá para conectar el feeling de incertidumbre a raíz del Brexit en Londres, con el feeling de optimismo en la Argentina”, dijo Manzano a un auditorio selecto de empresarios en la residencia del embajador argentino en Londres. “No necesitamos sólo dinero, la Argentina hoy tiene acceso a los mercados. Necesitamos más que eso: conocimiento y socios en los que podamos confiar”, señaló el empresario, tras hacer un racconto de la administración macrista que, dijo, “está cumpliendo sus promesas”. La propuesta a los británicos fue una diversidad de inversiones en distintos sectores de la Argentina, como petróleo y gas, energías renovables, comunicaciones y otros.
Más temprano, Pablo Tarantini, Director General de Inversiones de la Agencia Argentina de Inversiones y de Comercio Internacional, había destacado oportunidades de inversión por más de $265 mil millones, sobre todo en infraestructura, energía y minería y agronegocios.
Grobocopatel fue el encargado de destacar el potencial de la agroindustria. “El tiempo de invertir es ahora”, dijo el presidente del grupo Los Grobo tras destacar los esfuerzos del gobierno para mejorar la competitividad.
En diálogo con LA NACION, sin embargo, puso algunos reparos en relación al proyecto de reforma impositiva presentado tras las elecciones: “Todas las reformas que está proponiendo el gobierno no son las ideales sino las posibles. Uno quisiera que fuera un gradualismo más rápido, pero también entiende las restricciones políticas y al final uno se pone contento porque parece que estas transformaciones van a ser más estables que otras que se hicieron a puro shock”, indicó.
Pese al consuelo parcial, Grobocopatel criticó la carga impositiva que aún pesa sobre los márgenes: “El gradualismo y el mantener un tipo de cambio sobrevaluado afecta la rentabilidad, y ese el costo que estamos pagando las empresas. Los impuestos son muy caros y la competitividad estructural de la Argentina es muy baja”.
A su turno, Martino destacó el proceso de transformación en los últimos dos años. “¿Por qué creo que esta vez será diferente?” Entre otros argumentos, el presidente de HSBC Argentina destacó: “Es la primera vez que pasamos de una administración populista a un gobierno lógico sin una crisis”. Además, mencionó como un factor de credibilidad para inversores el reingreso del dinero de los propios argentinos al país como un voto de confianza, y el hecho de que el gobierno macrista no se centra en su figura, según expresó.
“Todas las reformas que el gobierno quiere hacer van en el camino correcto para generar confianza y competitividad en el país”, dijo Martino a LA NACION, deseoso de que el proyecto impositivo sea aprobado antes de fin de año. “Creo que las reformas le van a hacer muy bien a los balances de las compañías”, agregó, y apoyó el carácter progresivo de la propuesta. “En un país con un 30 por ciento de pobres, con un déficit fiscal cercano al 8%, con una economía que venía de 15 años prácticamente haciendo destrozos, no había otra forma que cambiar el país que no fuera gradualismo. Y el sector privado tiene que tener paciencia”, dijo.
En relación con la reforma laboral, Manzano señaló que, tal como se vio en los últimos tiempos, demandará un esfuerzo de negociación mayor al gobierno.
En su exposición, Fiona Mackie, directora regional para América latina y el Caribe de The Economist Inteligence Unit, hizo énfasis en el buen momento de la Argentina, a la que ubicó en la senda del crecimiento económico. Más allá del optimismo, advirtió que el desafío de Macri estará más allá del Congreso: “Seguiremos de cerca la efectividad del gobierno no sólo para conseguir que se aprueben las reformas, sino su capacidad para implementarlas y que tengan un efecto real sobre el crecimiento económico”, dijo la especialista.
Intercambio expansivo
En cuanto a los lazos comerciales, John Hughes, ex embajador británico en la Argentina y quien tomará el mando al frente de la BACC, advirtió que por el momento ambos países están sujetos a las negociaciones entre los bloques a los que pertenecen: Mercosur y la Unión Europea. Pero como el Reino Unido está en retirada, dijo Hughes, el acuerdo puede ser un modelo para establecer una relación futura con el bloque latinoamericano. Con la Argentina en particular, “el Reino Unido puede aprovechar las oportunidades que existen hoy en el país y proveer expertise, por ejemplo, en PPPs (acuerdos público-privados), en infraestructura, como en proyectos Crossrail (túneles ferroviarios), o en servicios, así como la Argentina puede incrementar sus exportaciones al Reino Unido”. “Creo que en el futuro la relación entre la Argentina y el Reino Unido va a crecer y profundizarse”, se entusiasmó Hughes.