Emprendedores. Dos argentinos crearon una firma 100% remota que protege a las empresas de los hackers
NUEVA YORK.- Son argentinos, pero hoy su ADN está en el mundo. OpenZeppelin nació como una startup en 2015 frente a una falta en el universo del blockchain: la seguridad. Demian Brener, cofundador y CEO de la empresa, señala que esa brecha en el sistema les dio un lugar que permitió ser un jugador clave en el mercado, con el gigante Microsoft como colaborador.
Brener, desde Buenos Aires, y Alberto Gozzi -COO de la compañía-, desde Nueva York, hablan con LA NACION en una distendida charla vía Zoom. El origen de la historia de OpenZeppelin se remonta a cinco años atrás. La empresa surgió como resultado a una necesidad en el sistema: mayores controles para evitar estafas. "Los últimos años, más de US$10.000 millones han sido robados en hacks", remarca Brener, y explica: "Nuestro trabajo, entonces, se convirtió en una herramienta que permite proteger a otras empresas para que estos hackers no les puedan robar plata y, además, no poner en jaque la confianza que la gente tiene en la tecnología y en la industria".
En palabras de Brener, a la hora de crear una compañía no solo se tiene que tener una visión grande: hay que saber detectar cuál es el pain point, o sea, un problema específico que usuarios tengan, para así desarrollar una solución por la que estén dispuestos a pagar. "Y nosotros encontramos que la seguridad era un problemón", remarca.
OpenZeppelin nace gracias a Damian Brener y Manuel Araoz, dos graduados del ITBA, como una plataforma que permite el desarrollo y la operación de aplicaciones seguras basadas en la tecnología del blockchain. En este sentido, la compañía crea herramientas en el sector y realiza auditorías de seguridad para sistemas distribuidos que impulsan economías multimillonarias. "Nuestra misión es proteger esta nueva economía que se está haciendo para asegurar su adopción y desarrollo", asegura el CEO de la compañía.
El crecimiento de OpenZeppelin no tardó en llegar. Lo que en los primeros años fue una startup de un puñado de gente, hoy acumula a más de treinta empleados repartidos por el mundo, con clientes radicados principalmente en Estados Unidos, Europa y Asia. "Te diría, no obstante, que esta es una industria muy descentralizada", afirma Brener, de 29 años.
Su posicionamiento en el mercado, además, terminó por abrirles puertas con gigantes como Microsoft. "Nos contactaron porque muchos de sus clientes usaban nuestros productos", explica Brener, quien destaca que la compañía estadounidense está mostrando una fuerte apuesta al blockchain porque saben que es una tecnología del futuro. "Dentro de esos esfuerzos, Microsoft quiere asociarse con las empresas más populares de la industria", añade.
"Nuestros productos son el estándar a nivel desarrollo y seguridad en la industria; con Microsoft tenemos una relación de tiempo donde colaboramos y cruzamos ideas; nosotros hacemos cosas para ellos y ellos nos comparten cosas a nosotros", subraya Brener.
El efecto Covid-19
Frente a la enorme crisis económica que ya se siente por el avance del coronavirus a nivel mundial, Brener -sin embargo- se muestra optimista. "Por supuesto que todo lo que está pasando afecta a la economía en general, pero creo que esta crisis va a dar lugar a un montón de nuevas innovaciones que terminarán por beneficiar a los consumidores", afirma.
Una de las problemáticas que más atraviesa a las empresas tradicionales en esta pandemia es el desafío que significa el teletrabajo. En OpenZeppelin, lejos está de ser una cuestión que los preocupe. Desde su concepción, la compañía trabaja en un modo 100% remoto.
"Arrancó más por casualidad que por algo forzado", explica Gozzi, de 29 años. El COO se sumó a la empresa mientras cursaba su MBA en Stanford, San Francisco. Esta experiencia dio el puntapié inicial para un modelo de trabajo que les resultó un éxito. "Descubrimos que era una posibilidad que no sólo funcionada, sino que nos permitía no cerrarnos y poder contratar gente en cualquier lugar del mundo", detalla Gozzi.
Costa Rica, Estados Unidos, España. El equipo de trabajo de OpenZeppelin está repartido por el mundo, así como sus operaciones. "Nosotros le vendemos a las empresas que después hacen productos para consumidores. Entonces, si bien nuestros clientes están basados en polos tecnológicos más grandes, los usuarios finales de blockchain sí están en todos lados. Hay un montón de usuarios finales en el mundo", explica el COO.
Para quienes están en el principio del camino del emprendedor, los jóvenes del mundo dicen reconocer que esta es una situación muy difícil para todos. "Va a haber muchos cambios, y hay que saber resistir de la manera que se pueda: tratar de enfocarse en generar valor, en adaptarse rápido a lo que está pasando", remarca Brener.
Gozzi, por su parte, señala: "Siempre es muy tentador querer hacer muchas cosas diferentes, pero mejor que hacer muchas cosas mal es hacer una cosa bien".
Consejos para el éxito en el trabajo remoto
A partir del éxito que ha significado para OpenZeppelin el trabajo remoto, LA NACION pidió a Gozzi que compartiera consejos con estrategias clave para enfrentar los desafíos de la distancia. Estos son sus puntos más destacados.
- "La estructura te salva". En muchas oficinas tradicionales están acostumbrados a que, ante cualquier eventualidad, uno se para y va a consultar a algún colega. En el modo remoto ese tipo de interrupciones alteran muchísimo el modo de trabajo, por lo que, según Gozzi, es bueno saber coordinar en qué momentos se habla y discute cada tema para no perder tiempo.
- Comunicación asíncrona. Sobre todo cuando se trabaja en un equipo que maneja distintos horarios, siempre es muy importante saber comunicarse con precisión y claridad: un mensaje que resuma necesidades para que la ejecución de las tareas sea más acelerada. El ida y vuelta de mensajes que comienzan por, "che, ¿tenés un minuto para hablar?" puede resultar lento y poco resolutivo.
- Documentación escrita. Es clave generar una documentación de objetivos. Sin esto, los equipos corren riesgo de perderse y no se tiene un contexto claro de lo tiene que pasar.
- Charlas de pasillo. Es muy común que en las oficinas tradicionales se tengan conversaciones distendidas que permiten no solo descomprimir el ambiente laboral, sino generar vínculos. Esos lazos informale son clave para no tener inseguridades y sentirnos libres de decir lo que pensamos. OpenZeppelin atacó esta falencia con la programación de reuniones de dos a cuatro personas seleccionadas de manera aleatoria. Una vez por semana se juntan una hora para hablar de lo que quieran
- Cara a cara. En particular, la compañía de tecnología -como tiene empleados en todo el mundo- organiza dos veces al año un viaje para que todo el equipo se encuentre. Argentina, Alemania, o algún destino del Caribe. El punto cambia, pero siempre recurren a algún lugar donde puedan conocerse más a fondo y entablar ese vínculo de piel que, aún cuando se opera de manera remota, es tan necesario.
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