Emprendedores, a las cosas, diría Ortega y Gasset
El programa económico inaugurado con la llegada del gobierno de Javier Milei busca el retiro del Estado en la economía; qué puede analizarse sobre el impacto que tendrá esa acción
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El aumento del gasto público medido en relación al PBI generó el análisis económico del “desplazamiento hacia afuera” (en inglés, crowding out), conectando el impacto que la irrupción del Estado en la economía tenía en el sector privado. En la Argentina 2024 la cuestión es la contraria: el programa económico inaugurado el 10 de diciembre de 2023 busca el “desplazamiento hacia adentro” (crowding in), es decir, el impacto que el retiro parcial del Estado en la economía tendrá sobre el sector privado. El keynesianismo burdo no sirve para entender ni lo que ocurrió entonces ni lo que cabe esperar ahora.
Sobre el tema conversé con el italiano Alberto Francesco Alesina (1957-2020), quien estudió en las universidades Luigi Bocconi y Harvard y enseñó en Carnegie Mellon y Harvard. Según Oddný Helgadóttir, Alesina es considerado el “heredero pleno” de Luigi Einaudi. Ambos compartieron una visión básica sobre una Europa liberal, como medio para restringir el activismo económico estatal. El liberalismo italiano posterior a la Segunda Guerra Mundial era diferente de los otros liberalismos, por enfatizar el escepticismo de la política de masas y el Estado, y su correspondiente preferencia por el mercado. El liberalismo de Einaudi no derivada solo de sus lecturas, sino también de sus experiencias personales y de la historia de Italia.
–Como profesor, sos recordado con mucho respeto y afecto.
–Así es. Al respecto, sintetizo un par de testimonios de entrañables ex alumnos. “Lo tuve de profesor en el curso inicial de macro del doctorado, junto con Robert Joseph Barro. Un tipo encantador, muy distraído. En clase se perdía haciendo en el pizarrón las demostraciones de sus propios papers, y terminábamos todos muertos de risa” (Ernesto Schargrodsky). “Su clase de macro era desordenada y divertida, pero también llena de ideas. Dirigió mi tesis. Con el tiempo la relación laboral se convirtió en una amistad de esas que superan al tiempo y la distancia. Alberto era un intelectual brillante, creativo e incansable en su trabajo. En lo personal, un ser humano cálido y adorable” (Silvana Tenreyro).
–Fuiste pionero en ese campo de estudio que se denomina “economía política”, que no es lo mismo que “política económica”.
–Soy italiano, así que no me costó mucho. James Mc Gill Buchanan dijo que, después de graduarse en Chicago, pasó un semestre en Italia, entendiendo que la política económica práctica es mucho más que una cuestión técnica.
–Entiendo, pero igual tenés mucho mérito. Sintetizo lo que dijo Laurence Henry Summers, a propósito de tu deceso. “En la década de 1980 había pocos economistas interesados en entender la política, en vez de decirles a los políticos lo que tenían que hacer. Economía política no era un campo de estudio académico; gracias a Alberto, hoy lo es. Mostró cómo el análisis económico sirve para analizar cuestiones políticas”. Para Víctor Jorge Elías eras un firme candidato al premio Nobel en Economía.
–Muy generosos. La nueva economía política introduce la teoría de los juegos en el análisis macroeconómico. Y gracias a Dios esto fue incorporado a la corriente principal del análisis económico. Hoy la política económica debe ser entendida como una pulseada permanente entre las autoridades, por una parte, y con la población, por la otra.
–¿Cuál es la esencia de tu pensamiento?
–Se puede sintetizar en 5 escalones lógicos: 1) los sistemas políticos democráticos tienen una tendencia inherente a endeudarse en exceso; 2) buena parte de la deuda se usa para financiar gastos sociales; 3) la reducción de los gastos es económica y políticamente factible; 4) los gobiernos tienen cierto nivel de disciplina y aislamiento de las presiones políticas, que les permite implementar la austeridad, y 5) las instituciones europeas son ideales para generar tales disciplina y aislamiento.
–A propósito del planteo económico del gobierno argentino a partir del 10 de diciembre de 2023, me interesa tu idea de austeridad expansiva. ¿De qué se trata?
–Según la perspectiva keynesiana, cualquier reducción del gasto público disminuye la demanda agregada total y, por consiguiente, reduce el PBI. Y lo contrario ocurre cuando aumenta el gasto público. La experiencia argentina de la última década difiere muchísimo de esta perspectiva, porque el sector público aumentó algo así como 15 puntos porcentuales del PBI, y durante el período el crecimiento del PBI fue nulo, ya que los aumentos de algunos años se compensaron con las caídas de otros.
–Insisto, ¿cuál es la idea de la austeridad expansiva?
–Que una reducción del gasto público, en la medida en que incentiva el gasto privado –particularmente, la inversión–, promueve el crecimiento. Los problemas de crecimiento de la economía argentina no se deben a un déficit de la demanda agregada, sino a restricciones de oferta (de insumos importados, financiamiento bancario, en algunos casos falta de personal idóneo), y, por consiguiente, cabe esperar que un gobierno que a los emprendedores les reduce la carga tributaria, la incertidumbre, los trámites, etcétera, induzca una respuesta favorable por parte del sector privado.
–Pero el reemplazo de la demanda pública por demanda privada no es automático.
–Nada es automático, en la vida real, estimado de Pablo. Los empresarios, como los periodistas y los científicos, son un agrupamiento heterogéneo. Pero el espíritu empresario no espera que todo se aclare para comenzar a actuar, porque nunca se termina de aclarar todo. la nacion consignó, hace unos días, que Eduardo Marsó, un joven empresario, compró la fábrica de cosechadoras Vassali. ¿Qué sabe él que no sepamos el resto de los mortales? Nada, excepto que pagó por la empresa, digamos, la quinta parte de lo que puede llegar a valer si la Argentina se encarrila. ¿Cuántos “Lalo” Marsó hay en la Argentina hoy? No existen estadísticas, pero apuesto a que son muchos y su accionar es silencioso.
–¿No podría el presidente Javier Milei hacer algo para acelerar el proceso con el objetivo de que la recesión sea más breve y menos profunda?
–Puede, pero seamos precisos. Su lema de gobierno “no hay plata”, no solo se refiere a erogaciones públicas en materia de seguridad social, salarios, etcétera, sino también a promoción sectorial o regional. Quiere decir que por ahí no va la cosa. Pero el primer mandatario podría continuar la línea expuesta en Davos, cuando a los empresarios los calificó de “héroes”, enfatizando que el zigzag instrumental en el cual se desarrolla su gestión busca implementar las ideas fundamentales de liberar energías, para que los emprendedores se concentren en las oportunidades de negocios, en vez de estar pendientes de regulaciones, declaraciones de funcionarios, etcétera.
–Recordado Alberto, muchas gracias.