Servicio doméstico: qué pasó con el empleo en el sector en el último año
El empleo en el sector tuvo una caída de 22% y en el segundo trimestre de 2020 la baja interanual había llegado al 38%; la recuperación fue parcial
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En una Argentina con altos niveles de economía informal y trabajo no registrado, las regulaciones que durante y después de la cuarentena de 2020 intentaron e intentan proteger los puestos laborales no tuvieron alcance práctico y real para muy buena parte de las personas en actividad. En ese segmento más vulnerable están las trabajadoras de casas particulares.
Los números indican, concretamente, que 2020 cerró con una caída de 22% en el número de personas ocupadas en el servicio doméstico, si se comparan datos del cuarto trimestre con los de igual período de 2019, y según surge de analizar los resultados de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) del Indec. Ese índice de reducción significa que, en el conjunto de los 31 centros urbanos considerados en el relevamiento, al finalizar 2020 había poco más de 726.000 trabajadoras en el rubro, 204.000 menos que un año antes.
El impacto de la crisis en la caída del empleo fue mucho mayor en esta actividad que en la economía en general, que sufrió una disminución del número de ocupaciones laborales de 5,8% entre los cuartos trimestres de los dos últimos años: según el Indec, se pasó de 12.240.000 a 11.524.000 ocupados entre fines de 2019 y de 2020 en los 31 principales centros urbanos. La participación del servicio doméstico en el empleo total, de hecho, bajó; pasó de 7,6% a 6,3% en el último año (las cifras citadas en el párrafo anterior surgen de aplicar estos porcentajes de participación, publicados por el instituto).
La disminución de puestos del servicio doméstico había sido del 38% interanual en el período de abril a junio, cuando las restricciones dispuestas por el Poder Ejecutivo fueron más estrictas. Entonces, no estaba permitida la realización de estas tareas, salvo en el caso de quienes se dedican al cuidado de personas.
Las relaciones laborales vinculadas al servicio doméstico, según se aclaró en su momento, están alcanzadas por las regulaciones tales como la prohibición de despidos o la obligación de pagar los sueldos y los aportes y contribuciones durante los períodos sin prestación de tareas. Pero la alta informalidad en el sector y la caída o la ausencia de ingresos que afectó en muchos casos a las familias empleadoras, hicieron que el comportamiento del mercado laboral en este segmento estuviera lejos de los efectos esperados de las normativas.
Al hacerse el trabajo de campo de la encuesta de hogares, aclararon a LA NACION fuentes del Indec, se les preguntó a quienes dijeron estar sin ocupación si, de todas formas, estaban cobrando su ingreso por parte del empleador. Las personas consideradas por la estadística como desocupadas son los que a esa pregunta respondieron que no. En el caso del segundo trimestre, la caída interanual en el servicio doméstico fue de casi 360.000 puestos. En el período de tres meses siguientes hubo una recuperación parcial, y la pérdida respecto de igual lapso del año previo se recortó del 38% al 24%. En el cuarto trimestre la recuperación fue mucho más leve e involucró a unos 54.000 puestos, considerando el total (formales e informales).
Según surge de estimaciones incluidas en el informe de “Cuenta de generación del ingreso e insumo de mano de obra” del Indec, para el primer trimestre de 2020 (un período mayormente aún no afectado por la pandemia y la cuarentena) la informalidad del sector estaba en el 70%. Ese índice cayó al 62% en el cálculo hecho para el tercer trimestre de 2020, el dato más reciente disponible. Pero eso no refleja una mejora de la situación, claro, sino que se explica porque la pérdida de puestos afectó principalmente al segmento no blanqueado.
La estadística del sistema jubilatorio publicada por el Ministerio de Trabajo muestra que en diciembre de 2020 los empleos registrados en el servicio doméstico fueron 473.920, mientras que en el último mes de 2019 habían sido 498.145 . La caída, de 24.225 ocupaciones formales, fue de 4,8%, es decir, más moderada que la del rubro en general.
La caída de puestos laborales y de participación del servicio doméstico en el empleo total tiene su correlato en una mayor incidencia de esta actividad en el desempleo. En el último trimestre de 2019 y según los datos de la EPH, el 12,8% de los desocupados provenía de este sector: eran unos 153.000 en los centros urbanos alcanzados por la medición. Un año después, la participación se había elevado a 16,9%, con más de 239.600 personas que buscan y no encuentran trabajo y que dijeron que su última actividad fue en el servicio doméstico.