Estrategias para un viaje "gasolero" a la oficina
El costo de la nafta y el del transporte en general llevana que se busquen alternativas más económicas para ir y volver del trabajo
Nadie quiere hoy trabajar lejos de la casa: se pierde tiempo, cuesta dinero y, a la larga, no es sostenible ir a una oficina a la que llegar demore dos horas de la vida. No es casualidad que en las entrevistas laborales la pregunta "dónde queda" se repita tanto o más que "cuánto pagan". Muchas veces los candidatos rechazan una excelente propuesta laboral porque la oficina les queda lejos y prefieren esperar otra oportunidad, cuentan los reclutadores.
Por su parte, las empresas -especialmente las que se ocupan mucho de su marca empleadora- deciden estratégicamente la locación de sus oficinas, ya que la ubicación será un activo más de su propuesta de valor. "Cada vez más compañías eligen salir del área micro y macrocentro para establecerse en Palermo y todo el corredor norte", cuenta Nicolás Bottcher, manager de professionals de Randstad Argentina.
Es que cercanía y facilidad de acceso son dos factores que hacen hoy a la calidad de vida: los candidatos buscan estar en zonas cercanas, que el costo de traslado no sea elevado, y que haya flexibilidad en la entrada y la salida, además de la posibilidad del ya conocido home office. Los empleadores, por su parte, tampoco quieren un candidato que viva lejos porque aunque acepte la propuesta, "saben que a mediano plazo no será sostenible y que tendrá un impacto negativo en el desempeño laboral y en el compromiso con la compañía", agrega Bottcher.
Tesacom, una empresa que brinda servicios de comunicaciones satelitales móviles en la región, con oficinas comerciales en la Argentina, Chile, Panamá, Paraguay, Perú y Uruguay, alquilaba oficinas en Alem y Córdoba, frente al Ministerio de Trabajo, y se mudó a oficinas propias en el Polo Tecnológico, en CABA. La decisión no fue fácil, pero a la mayoría los benefició. "Nos complicaban los paros, las movilizaciones. Era imposible llegar con el auto y si uno elegía hacerlo, había que pagar estacionamientos costosísimos", reflexiona la CEO, Viviana Fonseca.
Ahora, los que quieren, pueden ir con el auto y estacionar en la calle, y los que no, tienen cuatro líneas de colectivos que paran en la puerta, y otro tanto, en las avenidas laterales. Uno de los problemas que aún manifiestan es que la zona no tiene suficiente oferta gastronómica. "Está creciendo, pero aún el barrio no puede satisfacer la totalidad de la demanda de las empresas que se mudaron", completa.
Compartir el auto
Pero cuando la oficina está donde está, y no se va a mudar en el mediano plazo, todo ayuda para atenuar el costo, el tiempo y el engorro de llegar al escritorio o a la planta. En La Caja, más de 200 empleados comparten el auto para llegar a la oficina. Usan la plataforma teneslugar.com, que permite solicitar u ofrecer asientos a compañeros del trabajo. "A partir del uso de la página, muchos empleados se enteraron de que vivían cerca y empezaron a organizarse para venir juntos a la oficina", comentó Carla Ponce, gerente de empleos, clima organizacional y RSE de La Caja.
En sus inicios, para promover esta práctica, la aseguradora sorteó un mes de estacionamiento gratuito entre los colaboradores que participaban.
La plataforma de carpooling corporativa, la cuarta en el mundo del grupo Daimler, es utilizada por 14 empresas entre las que se encuentran, además de Mercedes-Benz, Grupo Renault, Viacom, Bayer y Andreani, entre otras. Durante 2018 hizo 3227 viajes concretados en autos compartidos. Actualmente cuenta 192 conductores activos, 450 pasajeros activos y más de 11.250 usuarios potenciales, precisan sus organizadores.
Wall Mart tiene un programa de carpooling, a través de Workplace, la plataforma de Facebook que funciona como red social e intranet al interior de la compañía. Conecta a los empleados para que se organicen para trasladarse, llegar a tiempo al trabajo y potenciar lazos. Además, facilitan un lugar especial de estacionamiento para aquellas personas que se suman al programa carpooling.
Chárters, también
Mondelez tiene un servicio de chárter ida y vuelta desde diferentes puntos de CABA hacia las oficinas corporativas, ubicadas en zona norte. Son cinco servicios que realizan diferentes recorridos, cubriendo zonas céntricas, sur y oeste de la Capital, y los pasajeros se van sumando a lo largo del recorrido según su conveniencia.
El servicio lo paga el empleado -se le descuenta todo junto a fin de mes-, pero es más económico que si utilizara transporte público o sus propios medios.
Otras empresas eligen, por ejemplo, habilitar a sus empleados un servicio de taxis y definir a quiénes les dan el beneficio, en qué rango horario y por qué monto. Cabify, por ejemplo, atiende unas 1400 empresas, desde multinacionales hasta productoras de tv.
"Lo bueno es que Administración ya no tiene que procesar cientos de tickets que no se sabe de quién son o si corresponden a viajes efectivamente realizados. Todo está en el sistema. Cada viaje, con cada usuario queda registrado. Nos pagan por cuenta bancaria, y nosotros a nuestros conductores", indica Victoria Langdon, jefa de comunicación y prensa.
Pero los autos propios o de otros no son la única opción. De hecho son una alternativa que va en declive. La bici y hasta el monopatín son otras tendencias que se vienen.
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