Inversión a largo plazo: la importancia de preparar a los jóvenes para el futuro laboral
América Latina y el Caribe tienen más de 163 millones de personas entre 15 y 29 años. Con una población europea "envejecida", el territorio americano ostenta un gran porcentaje de talento joven. Pero estas cifras también tienen sus propios desafíos.
Según el informe Perspectivas económicas de América Latina 2017 publicado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), CAF y CEPAL uno de cada cinco jóvenes de América Latina no tiene trabajo, no estudia y no recibe capacitación. Y, dato no menor, esta parte de la población representa un cuarto del total de la región.
"Facilitar la inserción de los jóvenes en el mercado laboral es un compromiso que todos tenemos como integrantes de una sociedad. Está claro que este trabajo no puede hacerse solo; es necesario articular entre empresas, estados y organizaciones sin fines de lucro para promover la generación de oportunidades", asegura María Fernanda Amado, directora de recursos humanos Nestlé Argentina, Uruguay y Paraguay.
Acompañar este desarrollo profesional es responsabilidad de las distintas partes que componen las comunidades. Por eso, desde Nestlé lanzaron "Iniciativa por los Jóvenes", un programa global que busca potenciar la empleabilidad de los nuevos talentos.
"Las empresas deben prestar especial atención ya que puede existir un desencuentro entre ellas y los jóvenes: si bien hay jóvenes con incertidumbre y desconocimiento sobre cómo conseguir su primer empleo, también son las compañías las que deberían reforzar sus políticas y sus programas de atracción para ayudarlos a dar ese salto", explica Amado y subraya que "la clave está no solo en el desarrollo de iniciativas que puedan brindar experiencias laborales significativas, sino también en promover la capacitación y el entrenamiento de quienes son los protagonistas del futuro".
Parte de este proceso es entender que estos jóvenes son parte de lo que viene. Es importante que las empresas comprendan el rol que conlleva realizar esta inversión a largo plazo: "tenemos que verlo como un win-win. El futuro de todas las compañías y del mundo entero está en los jóvenes; es por eso que es fundamental invertir y contribuir con su desarrollo y asegurarnos de que reciban toda la orientación y el apoyo posible junto a una formación que los prepare para aprovechar las oportunidades. Además, es importante que los jóvenes sepan que son los protagonistas del futuro y depende en parte de ellos el acceso a la posibilidad del primer empleo. Es clave que sean curiosos, se informen y se
capaciten. Hoy gracias a la tecnología las posibilidades son ilimitadas. Cuanto más inspirados y motivados estén, van a encontrar más espacio para innovar, crear y explorar nuevas oportunidades.", finaliza Amado.
Si bien el futuro está en mano de los jóvenes, las instituciones y las empresas juegan un papel fundamental es su formación. De esta forma, se genera una cadena de vinculación necesaria para la sociedad. Invertir en los jóvenes y proporcionarles oportunidades para que sean partícipes económicos, sociales y políticos, es sin duda la mejor vía para construir un futuro de mayor inclusión social y económica.
LA NACION