Me promueven, pero..., ¿y la familia?
Es clave la buena organización y el saber reconocer dónde están las prioridades
¡Me ofrecieron una promoción! ¡Trabajé tanto para que se haga realidad! Pero, ¿justo ahora? Habíamos decidido con mi pareja tener nuestro primer hijo. ¿Podré? ¿Cómo nos vamos a organizar? ¿Quién lo cuidará mientras trabajamos? ¿Lo extrañaré? ¿Estará bien el bebe? ¿Seré una buena madre? ¿Qué opinarán la familia y los amigos? Un nuevo puesto jerárquico implica esfuerzo, viajes y tiempo. ¿Tendré energía? Hay mujeres que lo logran, ¿cómo? ¿Deberé resignar otras actividades que disfruto? ¿Qué dirán mi jefe y colegas si quedo embarazada? ¿Valdrá la pena el esfuerzo?
La evolución demográfica y los cambios en el mundo del trabajo han generado fenómenos como la postergación de la edad de la maternidad y la aceleración del crecimiento laboral. En el caso de las mujeres esto genera un gran impacto. El cruce de dos momentos clave para quienes deciden dedicarse a su vocación profesional: el ciclo vital de formar una familia y el ciclo profesional del salto en la carrera. Los dilemas que se presentan pueden analizarse desde tres dimensiones: la mujer, la pareja y las organizaciones.
Muchas de las limitaciones vienen de las mismas “futuras” madres. ¿Confianza en sí misma? ¿Demasiados cuestionamientos? En muchos casos se anticipan a situaciones que ni siquiera saben si serán realidad, aún no han tenido hijos y ya invaden las dudas. Las diferencias de género existen en lo biológico, lo psicológico y lo socioeducativo. Entre otros la culpa y los mandatos sociales están muy presentes y deben navegarse con todos los recursos que poseen.
La organización y el armado de una red de contención son clave, pero para esto hay que delegar y confiar en otros. El amor y cariño, dedicación real cuando están juntos, atención aun a la distancia, hacen a la calidad del vínculo. Ayuda conversar con otras mujeres que han atravesado situaciones similares, observar modelos creíbles.
Además es posible que la mujer no está sola. Un nuevo hombre también es un fenómeno de los últimos tiempos. Los padres quieren y necesitan estar presentes, dedicarse a los hijos y esto es muy valioso en su educación. Comparten todas las responsabilidades de la crianza y del hogar, y estimulan a su pareja a que se dedique al trabajo si esto le apasiona.
Por otra parte, muchas organizaciones son cada vez conscientes del valor del talento femenino y se proponen retenerlo. Analizan e implementan políticas y prácticas que pueden facilitar transitar esta etapa natural de la vida que se le presenta a las mujeres, sin descuidar la equidad y el foco en el logro de los objetivos del negocio. La mujer debe partir de confiar en sí misma, sentirse segura. Analizar otras opciones –emprendedorismo, trabajo a tiempo parcial– que son posibles en tanto respondan a lo que realmente necesita y busca, sabiendo que la carrera profesional requiere tiempo y esfuerzo, al igual que la maternidad.
Socia fundadora de InGroW Consulting
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