Más hombres buscan en la docencia una salida laboral
La estabilidad, la cobertura social y un ingreso fijo pueden resultar atractivos
Asociar las manos sucias de tiza –como dice la canción Rosarito Vera, de Félix Luna y Ariel Ramírez– con la docencia y, más específicamente, con elsexo femenino es casi un reflejo instintivo. Y no es para menos, cuando históricamente la tarea pedagógica es patrimonio casi exclusivo de lasmujeres. Sin embargo, en estos últimos años muchos varones encuentran en las aulas una solución laboral, pero también un lugar para desarrollar la vocación.
Aunque leve, el aumento masculino en la matrícula de los institutos de formación docente y el incremento de los profesionales que procuran un ingreso por medio de la enseñanza demuestran que, en medio de esta crisis demorada en irse y llevarse con ella el flagelo de la desocupación, la tarea educativa también resulta interesante para ellos.La permanencia en el cargo cuando se alcanza la titularidad, el ingresoseguro aunque deprimido y una cobertura social no parecen ser beneficios para despreciar.
Tradicionalmente, razones económicas y culturales desalentaban el intento masculino de seguir una carrera en la enseñanza básica. "El trabajo docenteresultó poco atractivo para los varones por un problema salarial, y además porque no se correspondía con el estereotipo masculino, porque requiere mucha apertura para comunicarse con la infancia y ésa fue una cualidad más desarrollada históricamente en las mujeres. No es una cuestión innata, es de educación", explica Graciela Morgade, directora de Investigación de la Secretaría de Educación porteña.
Por eso, si tiempo atrás encontrar un maestro varón era casi tan difícil como buscar una aguja en un pajar hoy ya no lo es tanto. "Se observa un incremento de varones en la matrícula de los institutos de profesorado a partir de que las condiciones de la profesión docente, si bien justifican el reclamo salarial, mantienen algunas características importantes como la estabilidad de los titulares, la cobertura social y otros beneficios sociales que son bienes importantes para cualquier trabajador", advierte Alberto Iardeslevsky, subdirector de Gestión Curricular y Formación Docente del Ministerio de Educación nacional.
Pero en esta realidad, que por compleja no deja de ser rica, el ligero incremento masculino en las carreras docentes también señala algunas tendencias culturales.
"Estamos frente a un cambio en la masculinidad –sostiene Morgade–. Ahora los varones tienen más permiso para expresar sus sentimientos y para vincularse más afectivamente con la infancia; de hecho, hay muchos que hasta luchan porla tenencia de los hijos. Entonces, tal vez haya un mayor permiso cultural, en medio de la crisis, para estudiar algo que les gusta; independientementede la evaluación económica o del tipo de empleo que es."
Una posibilidad más
Aunque en el ámbito universitario la presencia de varones profesionales que ejercen la docencia es de larga data, en elos niveles medio y terciario noera tan común, pero parece ir intensificándose, según coinciden los entrevistados. Es que frente a la merma de la actividad profesional, crisis mediante, la enseñanza asoma como una posibilidad laboral más. "Ante la falta de empleo, la tarea docente aparece como un ámbito ocupacional importante, por eso hemos visto en los últimos años un corrimiento de muchos profesionales –abogados, contadores, arquitectos y médicos, entre otros– que se anotan para dar clases en escuelas medias o en el nivel superior", señala Iardeslevsky.
"La cantidad de profesionales que se han inscripto este año en el listado oficial de ingreso en la docencia todavía no está discriminada. Pero entre los 213 mil inscriptos –un número muy superior a años anteriores que ha desbordado los actos públicos para tomar cargo– que se anotaron para dar clase en todos los niveles y modalidades del sistema, hay muchosprofesionales", sostiene Raquel Verea, directora de Gestión de Asuntos Docentes de la Dirección General de Escuelas de la provincia de Buenos Aires.
Pero para llegar a las aulas no basta sólo el título de grado. "Los profesionales tienen los conocimientos de su área de incumbencia, pero carecen de nociones de didáctica y de pedagogía. Entonces, deben hacer uncurso de capacitación docente, de tres cuatrimestres, que los habilita para dar clases", concluye Verea.
Varones en el aula
¿Por qué los varones deciden acercarse al aula? Obviamente, no para hacerse millonarios. La vocación, el gusto por el estudio, la búsqueda de una seguridad laboral, son algunos de los motivos que argumentan un joven maestro y un profesor.
"Sé que no voy a ganar fortunas con la docencia, pero hago lo que me gusta, y lo digo con mucho orgullo, encuentro placer en lo que hago. Siento que mi trabajo es importante porque la educación puede transformar la sociedad; al menos ése es mi anhelo. Además me gusta aprender, enseñar, estar en contacto con el conocimiento", se entusiasma el joven maestro Leonel Ganzi, que dispuesto a avanzar en su carrera está cursando el último año de la licenciatura en Ciencias de la Educación.
Los alumnos de Leonel lo llaman profe y hasta algunos distraídos le dicen papi o tío. Es que a veces su presencia en el aula desorienta. "En general –dice– a los alumnos y a los padres les llama la atención un maestro varón, pero les gusta. Por las diferencias de género tengo otros códigos, otras maneras de comunicarme, pero eso no impide que pueda generar un buen vínculo con los chicos."
En cambio, para Marcelo Bombara, licenciado en Administración de Empresas y profesor, la enseñanza no es su actividad principal, sino una "una rueda de auxilio, una ayuda más". Tras una traumática experiencia laboral, Marcelo decidió no poner todos los huevos en la misma canasta: "Cuando cerró laempresa donde trabajaba, hace diez años, me di cuenta de que no se puede depender de una sola cosa. Entonces hice la licenciatura y cuando me recibí empecé a hacer el curso de capacitación docente y me anoté para dar clases.
Ahora trabajo en una empresa, pero si me llegara a quedar de nuevo sin empleo, por lo menos tengo la docencia".
Experimentado en estar al frente de un grupo, ya que en una actividad anterior dictaba cursos de capacitación, Marcelo justifica su cátedra de
Derecho Tributario en un instituto terciario: "Primero, me gusta para interrelacionarme más; segundo, me viene bárbaro porque me encanta estudiar y leer para preparar las clases, y tercero, es un ingreso extra que ayuda".