Las líneas de denuncias pueden ayudar a prevenir el acoso laboral
El colectivo Actrices Argentinas volvió a poner el tema en primera plana y abrió definitivamente el debate sobre los casos de abuso y violación en ámbitos laborales. Es posible denunciar estos hechos antes de que sucedan y generar medidas de protección para las víctimas.
En el mundo de las empresas se repiten las situaciones donde hombres y mujeres, en muchos casos poderosos, abusan de su posición para aprovecharse de víctimas, a las que por distintas cuestiones se les dificulta mucho dar a la luz estas realidades. Movimientos como #metoo y "Silence Breakers", han puesto al descubierto abusos y generado escándalos mediáticos de proporciones. Uno tras otro van saliendo a la luz casos de acoso o depredación sexual, pero lo cierto que más allá de hacerse públicos los casos siguen.
Los cursos de capacitación y los códigos de conducta implementados por las empresas no han podido frenar al acoso ni a los avances sexuales no deseados. Al igual que en los casos de grandes fraudes corporativos, posiblemente tenga que transcurrir algún tiempo antes de que se promulguen leyes significativas para alentar, recompensar y proteger a quienes denuncian estos hechos aberrantes.
La implementación de líneas de denuncia para casos de acoso puede replicar el éxito que estos sistemas han tenido para prevenir y detectar fraudes corporativos. Las líneas de denuncias a disposición de empleados pueden ser una hoja de ruta para la próxima fase del movimiento #metoo y de esta forma dar una lucha más efectiva contra los acosadores.
Eliminar las barreras para denunciar el acoso en el trabajo y poner canales de denuncia anónimos a disposición de empleados, clientes y proveedores permitiría detectar en forma temprana situaciones anómalas y abordarlas antes de que el daño sea mayor. Estas líneas de denuncia o "hot lines", como se las conoce en los Estados Unidos, son muy útiles, ya que en numerosos casos de acoso se trata de "una palabra contra la otra" y, en general, las víctimas no tienen ninguna posibilidad de éxito contra un funcionario de alto rango.
Usando estos canales de denuncia las personas acosadas pueden informar estos casos y adjuntar pruebas como chats, mensajes de texto y capturas de pantallas, entre otros. Asimismo, es clave que las empresas garanticen que las denuncias recibidas serán adecuadamente tratadas por revisores independientes que van investigar y dar seguimiento a los casos para determinar si se han violado los códigos éticos o leyes.
Varios informes sobre conducta sexual inapropiada en las empresas dan a conocer que en la mayoría de los casos otros empleados conocían las situaciones de acoso y su silencio colectivo en última instancia creó más víctimas. Por esta razón se requiere un cambio en las leyes y en la forma de abordar estos temas por parte de las empresas para poner un verdadero límite a los acosadores.
A medida que más víctimas tengan la posibilidad de manifestarse, lo hagan y tengan protección legal e interna dentro de la empresa esta realidad irá cambiando. Asimismo, las empresas ahorrarán importantes costos en juicios, ya que detectarán en forma temprana estas situaciones.
Por último, este cambio exige que los denunciantes dejen de ser tratados como soplones y ser considerados héroes por las empresas. Ningún individuo debería ser más poderoso que una política corporativa clara y para ello deben existir medios para hacer denuncias y normas legales que incentiven, premien y protejan a los denunciantes.
El autor es presidente de Resguarda
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