La avenida a contramano: en dos cuadras tiene seis búsquedas de trabajo
En apenas 200 metros sobre la avenida Santa Fe, en Recoleta, seis locales tienen avisos laborales; qué motiva esta 'microrealidad' económica, en pleno estancamiento del consumo
Son dos cuadras como cualquier otra en la avenida Santa Fe, pero un gran detalle rompe la dinámica. Concentradas en apenas doscientos metros, seis búsquedas laborales fluyen como en los mejores años del consumo y se destacan sobre las vidrieras de locales de venta de ropa y accesorios. Así, a contramano del freno en las búsquedas, una de las principales arterias comerciales de la ciudad luce esta 'microrealidad' económica.
"Se necesita vendedor full time", "Si amás la moda, sumate", "Enviá tu cv o entregalo en la sucursal". Sin vueltas, los carteles que estampados en los locales de Santa Fe, entre Uriburu y Larrea, interpelan con esas frases a los cientos de personas que recorren las calles en busca del esperado trabajo que hoy no abunda. En promedio, un aviso cada 40 metros, para rendir un particular homenaje al nombre de la avenida.
Casualidad o no, la alta demanda laboral que reflejan los avisos coexiste con un freno en el consumo y la actividad
En el azaroso distrito de clasificados al aire libre del barrio de Recoleta confluyeron búsquedas ocasionales con otras publicaciones abiertas constantemente, que convocan postulantes para cubrir las vacantes que se generan en la propia dinámica comercial de estos negocios.
"El trabajo no es muy estable. La gente viene, está un par de meses y se va", cuenta el encargado de un local de ropa sin marca, que busca candidatas para ocupar el lugar vacante de una vendedora.
"Estamos recibiendo cvs porque una chica se fue. Después, el aviso queda publicado, para tener postulantes y contactarlos a medida que tenemos huecos", explican en Alenis, un local de venta de bijouterie y accesorios para mujeres. "Nosotros abrimos una sucursal nueva hace pocos meses, y buscamos personal para tener en cuenta", completa Liliana, detrás del mostrador en Almacén de Medias.
La alta rotación es moneda corriente entre los planteles de los locales comerciales en el barrio. Se trata, en general, de puestos de vendedores o cajeros, con modalidad de jornada completa o part-time en algunos casos, que son buscados por jóvenes y estudiantes para conseguir un ingreso en el tiempo libre. "Por ahí encuentran algo mejor y se van, o juntaron unos ahorros para un viaje y ya no quieren trabajar más", explica Claudia, una vendedora de ropa femenina.
En promedio, cuentan en los locales, la remuneración para estas búsquedas, cuando son en blanco, rondan entre los $ 10.000 y los $ 12.000 mensuales por jornadas de trabajo de ocho horas, incluso los fines de semana.
Pero la informalidad también está presente, e impone otras condiciones. "A nosotras nos pagan $ 1.500 por semana, y después nos ponen objetivos, pero por cómo están las ventas es muy difícil llegar", dice una vendedora de accesorios femeninos, que prefiere no dar su nombre. "Acá no revelamos esa información", contesta la encargada del local, ante la consulta de LA NACION.
Otro de los factores que sumó sus granos de arena para esta concentración de búsquedas fue el calendario. La proximidad del día del padre, que este año será el domingo 19 de junio, motivó el aviso de un local de ropa para hombres. Buscaban dos puestos eventuales para la semana previa, que ya fueron cubiertos. "Igual, seguimos recibiendo cvs, por si alguien se cae. Son para trabajar esos días full time, y si vemos que son buenos, se los consideran para otras sucursales", describe un vendedor.
Casualidad o no, la alta demanda laboral que reflejan los avisos coexiste con un freno en el consumo y la actividad que, más allá de los vaivenes de cada comercio, se percibe en la avenida. "Este mes fue muy malo. En abril facturábamos $ 25.000 por día, y este mes el pico fue $ 11.000, un sábado", ilustran en Anima.
Los planes, grafica un encargado de local, no permiten expandir el plantel, sino pensar en mantener la dotación de empleados. "Desde principio de año, la caída en las ventas es brutal. En cuatro meses facturamos 25% menos, y te suben todos los servicios y el ABL. Para las chicas, también es un tema. Entre el almuerzo y el transporte se van $ 100 por día, y la cuenta de un trabajo de medio día por ahí no les cierra", resume un encargado.