El mercado laboral, en compás de espera en un año electoral
Junto a la inflación y la corrupción, sin dudas el empleo se ha sumado en los últimos meses al conjunto de las mayores preocupaciones del argentino promedio. Creciente tasa de desocupación, despidos, salarios atrasados: el mercado laboral que cruje y se hunde en la oscuridad. ¿Cuál puede ser entonces la suerte del empleo para el resto de este año electoral en Argentina?
Una primera aproximación la aporta la encuesta de expectativas de empleo de Manpower: apenas un +1% para el trimestre entre abril y junio de 2019 versus el -3% de enero a marzo de 2019 y el +7% de abril a junio 2018. Una sutil mejora para salir del subsuelo pero seguir hundidos en el pesimismo estructural.
Directamente atada a la economía, está claro que la demanda laboral local difícilmente escape a la volatilidad e incertidumbre de la primera. Son contados los proyectos que pueden estar indemnes y temporalmente ajenos a la histeria local por el precio del dólar, las tasas, la inflación y recesión. ¿Qué más incide en la fisonomía del empleo para el resto del 2019?
Las fechas de nuestro particular proceso electoral prácticamente no dejarán días libres y frescos para la nueva gestión este año post paso por las urnas: PASO el 11 de agosto, elecciones presidenciales el 27 de octubre y (la casi segura) segunda vuelta el 24 de noviembre. En la previa, mientras, muchas de las compañías ya van adoptando el modo ahorro de energía a la espera de que aclare.
La gestión en punto muerto y muy pocas decisiones fuertes en materia de incremento de dotación. Más bien, y ante la baja de un colaborador, se impone el ingrato y exhaustivo primer ejercicio interno de revisión en busca de optimizaciones o sinergias de posiciones y funciones. Y si la vacante supera esta prueba, probablemente será para apenas cubrir aquellas posiciones estratégicas o los inevitables reemplazos que sostienen la operación del día a día.
El ansiado genuino y sostenido crecimiento del empleo privado de calidad necesita y demanda una reforma laboral en serio. Sólo un soñador puede imaginar que esta reforma tendrá lugar en Argentina en 2019... La agenda política del Gobierno claramente transita otros carriles. Quedará para más adelante entonces desterrar la industria del juicio laboral, aggiornar los vínculos laborales a las nuevas demandas y realidades de las nuevas generaciones, incentivar y promocionar fiscalmente la contratación de aquellos perfiles escasos o el estudio de las carreras que nuestro país precisa para sostener su crecimiento económico. Una mayúscula asignatura pendiente que nadie se atreve a encarar y resolver.
La historia
Nunca en las últimas elecciones presidenciales en nuestro país ese mismo año el empleo creció significativamente. La actual macro política-económica-social poco ayuda a torcer este destino. Basta mirar hacia atrás para entender que por el resto del 2019 la foto del trabajo en esencia será la misma.
Este 2019 por las elecciones; los anteriores, por la economía. Sin más vueltas, este ejercicio será otro año perdido para el empleo. De algún modo u otro, siempre lo logramos: la Argentina no genera, sostenida y planificadamente, trabajo de calidad y privado hace más de una década.
General Managerde Ghidini-Rodil