El mercado de las changas no cambia aún el mapa del empleo
NUEVA YORK.- Durante años economistas, comentaristas y funcionarios se han debatido con el ascenso de Uber, el crecimiento del trabajo temporario y la quiebra de la relación entre las compañías y sus trabajadores. Los optimistas aplaudían la flexibilidad que ofrece la vida freelance. Los pesimistas se preocupaban por la desaparición del empleo tradicional, con sus beneficios y la protección legal que proveía.
Este debate se ha dado en gran medida con ausencia de datos sólidos. Pero esta semana la Dirección de Estadística Laborales difundió el primer análisis en profundidad del trabajo no tradicional desde 2005 y llegó a una conclusión sorprendente: el empleo a la antigua sigue reinando.
Aproximadamente un 10% de los trabajadores estadounidenses en 2017 estaban empleados en alguna forma de lo que el gobierno llama "arreglos laborales alternativos", una categoría amplia que incluye choferes de Uber, escritores freelance y gente empleada a través de agencias de empleo temporario. Lejos de un auge de las changas, eso representa una ligera declinación respecto de 2005, cuando alrededor del 11 por ciento de los trabajadores estaban en esa categoría.
"Creo que la narrativa de todos estalló", dijo Michael R. Strain, director de estudios de política económica del American Enterprise Institute, un centro de estudios conservador.
Strain y otros expertos alertaron que los datos difundidos no son señal de que el lugar de trabajo estadounidense se mantuvo estático en la última década. Las estadísticas del gobierno, tal como están diseñadas, no incluyen a la gente que, además de tener empleos tradicionales, hace changas o trabajo freelance y pueden no registrar plenamente actividades que generan ingresos y que la gente podría no considerar "trabajo".
Tampoco reflejan los datos de la Dirección de Estadísticas Laborales los cambios que han dejado a muchos trabajadores estadounidenses con menos seguridad y menos oportunidades de avance. Muchas compañías, por ejemplo, ahora tercerizan grandes tramos de su actividad a subcontratistas.
"Desde mi punto de vista, es esta tercerización dentro del país el gran cambio que explica por qué los salarios no suben y por qué los trabajadores se sienten inseguros", dijo Eileen Appelbaum, codirectora del Center for Economic and Policy Research, un centro de estudios liberal.
Desde hace mucho los economistas sostienen que el tipo más visible de trabajo de changas es una parte relativamente pequeña del mercado laboral total y que los arreglos laborales no estándar antedatan en mucho el surgimiento de plataformas basadas en apps como Uber y TaskRabbit. El informe de esta semana no especificó la cantidad de trabajadores online; lo hará un informe de seguimiento que aparecerá en septiembre. Pero retrató una fuerza laboral alternativa mucho más amplia que la que comúnmente conjura el término "economía de changas".
Lawrence Mishel, economista del Economic Policy Institute, un centro de estudios de tendencia izquierdista, y escéptico desde hace mucho respecto de la significación de la economía de changas, dijo que no es sorprendente que el informe muestre un impacto relativamente pequeño de los mercados online. "Mucha de esta bambolla ha sido generada por el mundo de la tecnología que cree que son el centro del universo" dijo.
Una posibilidad es que el auge del empleo en changas es real pero que en la medida que la economía mejoró, más gente ha logrado encontrar empleo tradicional. El trabajo de tiempo parcial, que tuvo su auge en la recesión, se ha reducido en la recuperación y el empleo a través de agencias de trabajo temporario se ha atemperado.
También es posible que los nuevos datos subestimen cambios reales en la naturaleza del trabajo. Las herramientas estándar del gobierno para medir el empleo han tenido dificultades para reflejar el panorama cambiante del empleo. Por ejemplo, la Encuesta de Población Actual, el estudio mensual usado para calcular la tasa de desempleo y otras medidas clave, muestra que el empleo por cuenta propia está en caída, al mismo tiempo que los datos impositivos del servicio de recaudación (Internal Revenue Servcice, IRS) muestran lo opuesto.
Hay evidencias de que los trabajadores tienen dificultades para informar y clasificar trabajo que no cabe fácilmente en las categorías tradicionales con precisión. Algunos conductores de Uber, por ejemplo, pueden considerarse empleados de la compañía de viajes compartidos, aunque legalmente están clasificados como contratistas independientes. Algunos trabajadores de depósitos de Amazon podrían informar que son empleados del gigante de comercio electrónico, aunque sean empleados por firmas de personal externas.
Algunos expertos dijeron, sin embargo, que si hubiera habido un gran aumento del trabajo alternativo, se hubiera reflejado en el último estudio. El hecho de que no fuera así, según dijeron, sugiere que cualquier cambio ha sido relativamente modesto.
"Definitivamente, la gran mayoría de los individuos siguen siendo empleados que trabajan en puestos tradicionales", dijo el profesor Katz. Definir exactamente lo que ha cambiado y lo que no requerirá más datos, que quizás no se obtengan.
Radiografía del trabajo de changas
Su peso en la economía es menor de lo que se pensaba
Aproximadamente, 10% de los trabajadores estadounidenses en 2017 estaban empleados en alguna forma de lo que el gobierno llama "arreglos laborales alternativos. Eso significa una pequeña reducción desde el 11% de 2005.
Los economistas dicen que el tipo más visible de trabajo de changas es una parte relativamente pequeña del mercado laboral y que los arreglos laborales no estándar antedatan en mucho el surgimiento de plataformas basadas en apps como Uber y TaskRabbit.
La mayor categoría de trabajadores alternativos, los contratistas independientes, está compuesta en medida desproporcionada por personas de unos 45 años o más en sectores como la construcción que no han sido afectados por emprendedores de Silicon Valley.
La Encuesta de Población Actual, el estudio mensual usado para calcular la tasa de desempleo y otras medidas clave, muestra que el empleo por cuenta propia está en caída, al mismo tiempo que los datos impositivos del servicio de recaudación muestran lo opuesto.
Muchos sostienen que el hecho de que el trabajo de changas haya disminuido se puede deber a falencias estadísticas; pero falta datos incluso para saber eso.
Traducción Gabriel Zadunaisky