El fit cultural es crucial para determinar el éxito de un profesional en una empresa
En el trabajo de head hunter aparecen relatos según los cuales muchos profesionales describen lo bien que les había ido en algunas organizaciones y lo incómodos o insatisfechos que se habían sentido en otras. Entonces, de alguna manera, siempre se llega a la misma conclusión: lo que determina el éxito o el fracaso de un profesional en una organización es el fit cultural.
¿Y a qué se llama fit cultural? A la probabilidad de que un candidato a un puesto de trabajo pueda encajar y adaptarse a los valores centrales y a los comportamientos colectivos que conforman una organización, una "cultura compatible".
Generalmente, los profesionales preguntan qué es más importante: ¿el fit cultural o las skills (capacidades o habilidades) de las personas? Idealmente, ambos. Cuando se relevan nuevos procesos de búsqueda, muy a menudo se dice que hay competencias que se pueden entrenar o pueden esperar para que la persona adquiera tal o cual experiencia. En cambio, si los candidatos no hacen fit con la cultura y los valores de la organización, es improbable que se puedan desempeñar de manera eficiente.
A modo de ejemplo, esto les pasa y les ha pasado a profesionales que han tenido una carrera ascendente y orgánica en una empresa multinacional y se cambiaron, tras una propuesta muy superadora de rol y de paquete salarial, a un entorno nacional de dueño presente al que no pudieron adaptarse o llevar a cabo el proyecto para el que fueron seleccionados.
También hay casos de determinados candidatos que no se sintieron a gusto en compañías donde no se trabajaba con climas amigables o jefes sin las habilidades blandas o las skills técnicas para el rol, o profesionales que tuvieron la oportunidad de trabajar en entornos donde se sentían como pez en el agua, en donde podían proponer, ir más allá de su rol y donde en un nuevo trabajo sintieron que no los dejaban desplegar sus ideas y talento.
¿Por qué es importante el cultural fit? Porque los profesionales que se integran a la cultura de una organización de manera efectiva experimentan satisfacción y felicidad en el trabajo, el rendimiento y el aporte a los resultados se da por añadidura y además favorece al compromiso personal, profesional y organizacional.
Estudios llevados a cabo recientemente han concluido que más del 80% de los empleados en todo el mundo consideran el fit cultural una de las variables prioritarias a la hora de decidirse por una u otra empresa, ya que se sabe que si uno no encaja o no se siente cómodo dentro del estilo de cultura no habrá rol, desafío, salario o paquete de beneficios que pueda compensar esa "incomodidad" que se siente, generalmente, desde el primer día de trabajo.
El consejo, entonces, sería: hay que ser muy consciente de los valores que nos hacen únicos como personas y profesionales, indagar en las entrevistas acerca de los valores, la cultura, la modalidad y los ambientes de trabajo y, fundamentalmente, saber quién será el jefe o qué estilo de gerenciamiento tiene esa empresa. Hay que hacerse siempre esta pregunta: ¿mis valores están alineados a los valores y a la cultura organizacional?
Por último, muchos se preguntarán: ¿qué va a pasar en un entorno tan cambiante, disruptivo, incierto, volátil y ágil, en el que las compañías se están transformando o girando el corazón de su negocio? ¿Esto impactará en sus principios, valores y cultura? Y la respuesta es sí.
Muy a menudo se escucha también en las entrevistas: "La compañía es otra, ya no es la misma de antes, cambió, giró, mutó su estrategia de negocios, el estilo de liderazgo, el clima y el ambiente laboral, etcétera. ¿Estaremos preparados los profesionales para adaptarnos rápidamente?".
Lo claro es que profesionales y organizaciones van a convivir con esta realidad, que ya está aconteciendo, en esta nueva era de transformación, en la que lo único constante va a ser el cambio, y en la que la responsabilidad del plan y del desarrollo de carrera hoy, ya se sabe, es de cada uno.
La autora es head hunter y coach de carrera