El camino hacia la autonomía
Aunque falta mucho por hacer, programas gubernamentales, ONG y diversas empresas intentan impulsar la igualdad de oportunidades
El 7,1% de la población argentina tiene alguna discapacidad, según los resultados de la última encuesta nacional de discapacidad (ENDI), realizada por el Indec entre noviembre de 2002 y abril de 2003. Se trata de 2.176.123 personas, de las cuales 1.055.000 son económicamente activas.
El trabajo es un derecho humano fundamental amparado por la Constitución Nacional, pero el 90% de los discapacitados aún no lo consigue. ¿Por qué?
El Estado tiene leyes que obligan a dar puestos de trabajo a personas con discapacidad. En los empleos públicos nacionales el cupo debería ser del 4% y en los porteños, del 5 por ciento. "Estas leyes no se cumplen por muchas razones; entre ellas, el congelamiento de vacantes en los puestos del gobierno nacional y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires", dijo el licenciado Hugo Fiamberti, coordinador del área de discapacidad del Inadi.
La falta de capacitación para acceder a un puesto de trabajo competitivo es otra de las trabas, según Fiamberti. "Ahí es donde se ve la desigualdad, no tienen las mismas oportunidades", destacó.
Coincidiendo con lo anterior, en la Fundación Par, que enfoca su actividad en la promoción y formación laboral de personas con discapacidad motora y sensorial sin compromiso mental, explicaron a LA NACION que el 40% de las personas que conforman su base de datos sólo tiene cursado los estudios primarios.
El objetivo principal que se persigue en esta fundación es el derecho de los individuos a tener las mismas oportunidades. "Debemos ofrecerles capacitación para que puedan competir de igual a igual por un puesto de trabajo", agregó Alejandro del Mármol, coordinador de sus programas.
Gracias a esto, en los 18 años que tiene la fundación, 2500 personas con discapacidad consiguieron un empleo digno y 2800 pasaron por cursos de capacitación.
Por otro lado, el Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social puso en funcionamiento, desde 2004, una serie de programas y acciones destinadas a mejorar la situación del empleo de la población con discapacidad. Ya tienen 30.000 personas inscriptas en todo el país.
"El objetivo que buscamos es instalar una verdadera política pública en este tema, sin dejar de advertir que aún falta demasiado por recorrer", dijo Carlos Jordán, coordinador de esta unidad dentro del Ministerio.
Los beneficios económicos otorgados a las empresas para fomentar el empleo de personas con discapacidad son muy importantes: 70% de desgravación del impuesto a las ganancias, desde el 45 al 100% (de acuerdo con cada provincia) de los ingresos brutos y el 50% de las cargas sociales durante el primer año de contratación.
Además, el programa de Inserción Laboral aporta durante los primeros nueve meses $ 150 por mes para que el empleador descuente del sueldo a pagar. "Desde esta oficina, ya ubicamos a 120 personas discapacitadas. Con estos beneficios para las empresas, el costo laboral durante los primeros meses no llega al 10%", agregó Jordán.
Sin embargo, para el doctor Esteban Christensen, especialista en derecho laboral, la motivación de las empresas no tiene que ver con impulsos legislativos, sino con la conciencia colectiva de inserción del trabajador con discapacidad.
En la práctica
La Fundación Discar, que fomenta la inclusión laboral de las personas con discapacidad mental, tiene un programa que se denomina Empleo competitivo con apoyo , que funciona hace 13 años. Con él lograron integrar a 137 personas.
Primero se interesan en la historia de las personas discapacitadas que se anotan en la institución. Solicitan informes de los médicos y lugares de formación a los que concurren. Luego entrevistan a la familia y a la persona con discapacidad, con objeto de conocer sus potencialidades y las características del entorno familiar.
El paso siguiente es elaborar un perfil de ese aspirante, que será cotejado con los requisitos del puesto de trabajo. Simultáneamente se trabaja con la empresa, en el área de recursos humanos, capacitando al personal, sensibilizándolo, sacándole las dudas o temores sobre cómo tratar con un discapacitado.
Luego se selecciona a la persona que más se acerca al puesto. El gerente después mantiene una reunión con los padres y el joven con el fin de dar a conocer las normas por cumplir y firmar el contrato correspondiente.
El entrenamiento se realiza con un integrante de la empresa, supervisado por un profesional de la fundación. "El programa para cada puesto es igual que para los demás empleados, sólo se adapta en algunos aspectos a las características de nuestros jóvenes, por ejemplo en las exigencias de tiempo", dijo Marta Mendía, directora de programas de la fundación y docente de la UCA.
Falabella trabaja hace dos años con Discar y ya incorporó en sus sucursales de todo el país a 25 personas con discapacidad que trabajan como repositores de diferentes áreas. "Deben cumplir horarios y respetar la correcta presencia en el salón -dijo Juan Carlos Mospán, gerente de Recursos Humanos de la tienda-. El apoyo del grupo es muy fuerte."
Unilever, a principios de 2002, capacitó a personas con pérdida total o parcial de la vista para desarrollar habilidades específicas y trabajar en la evaluación de perfumes. Luego de una preselección se los entrenó por dos meses. Durante tres meses compararon los resultados obtenidos por el panel externo de ciegos y su panel olfativo interno. Se llegó a la conclusión de que, con un mejor nivel de olfato, gusto y tacto, es la mejor manera de evaluar técnicamente los productos de cuidado personal, según contó Fabricio Kaplan, gerente de Recursos Humanos de Unilever de Argentina.
Un caso emblemático es el de Mc Donald s, que comenzó con el programa de inclusión en 1993. "Hoy tenemos insertados 130 chicos con discapacidad. La comunión en el grupo es muy fuerte", dijo a LA NACION Guillermo Garberi, director regional de Recursos Humanos.
La empresa Price Waterhouse Coopers trabaja desde hace cuatro años con la asistencia de la Fundación Discar. Incorporaron una persona en el sector de imprenta. "Diego comenzó con una jornada de tres días y poco a poco fuimos incrementándola, actualmente trabaja todos los días. Tenemos como objetivo continuar con la integración de más personas", explicó María Esperanza González, supervisora de Recursos Humanos de la empresa.
El desafío es que este compromiso, necesario y valioso, tenga una continuidad en el tiempo y siga creciendo.
Datos útiles
- Centro de Rehabilitación Nacional: para gestionar el certificado de discapacidad dirigirse personalmente a Ramsay 2250, de 8.30 a 12. Llevar DNI, certificado de diagnóstico y si posee carnet de cobertura social; 4784-9497 o 4781-1305
- Fundación Discar: está abierta la inscripción para el curso de Formación laboral para la integración en empresas y el taller Transición a la vida adulta . Para informes, llamar de lunes a viernes, de 13 a 18, por el 4305-9191
- Fundación Par: abierta la inscripción para el plan de capacitación, cursos de oficios y computacón, atención al cliente y emprendedores. Llamar de lunes a viernes, de 9 a 17, por el 4772-8892 o 4777-2441
- AMIA área discapacidad: orientación y derivación para la obtención de empleo. Informes por el 4959-8817
- Ministerio de Trabajo: Unidad para Personas con Discapacidad y Grupos Vulnerables. Taller para la búsqueda de empleo. Lunes a viernes, de 11 a 16, por el 4310-5879/5891