Con empuje y dificultades
Las mujeres vivieron cambios laborales positivos durante el año último
- Están sobreocupadas
- Creen que la edad y la apariencia influyen
- Capacitación y experiencia son claves
En el mercado existe un grupo de profesionales que enfrenta la incertidumbre sobre el futuro laboral y personal con una respuesta activa. Son las mujeres profesionales o dueñas de sus propios negocios, que afirman haber atravesado cambios positivos en su carrera en el último año y que se plantean para éste nuevos proyectos de crecimiento laboral que no excluyen a sus familias.
La mayoría trabaja en forma autónoma, durante muchas horas por día y en varias actividades a la vez. Creen que la edad y la apariencia física pueden impactar de manera negativa en su crecimiento profesional y piensan que la combinación de capacitación y experiencia es ideal para el desarrollo laboral.
Este es el perfil que se desprende de un relevamiento realizado durante el último semestre de 1999 por la Red de Mujeres Ejecutivas, una organización que agrupa a mujeres profesionales y emprendedoras, promueve su capacitación y el intercambio de experiencias de desarrollo profesional.
La encuesta tomó los testimonios de 123 mujeres, socias y no socias de la Red, con la intención de caracterizar el perfil laboral de este segmento, establecer precisiones sobre su situación laboral en el último año y sus proyectos para el año que está en curso.
Los resultados revelan la presencia silenciosa en el mercado de un grupo de profesionales que ensaya respuestas activas frente a la crisis, pero que todavía tiene dificultades para combinarlas con su vida personal.
En el cambio
La mayor parte de las mujeres encuestadas está en la década de los 40 años (28,8%) y de los 20 (26,8%). Las que tienen treinta y pico son menos, "probablemente porque se trata de una época en la vida en que la demanda de los hijos pequeños y el hogar se hace notar más", dice el informe de Mercedes López y Solange Grandjean, que encabezaron la investigación.
La mayoría de las mujeres no tiene pareja formal estable, sino que son solteras, divorciadas o viudas. Se trata de mujeres con alto nivel de educación, que en general ocupan puestos jerárquicos en empresas o manejan sus propios emprendimientos. El 43%, además, se definió como jefe de familia, mientras un porcentaje importante manifestó ser corresponsable de la economía familiar con sus parejas.
Por otra parte, las preguntas permitieron determinar un porcentaje alto (33,6%) de cambios positivos en la situación laboral de estas mujeres durante el último año. También se registraron movimientos dinámicos hacia nuevas áreas laborales: el 26,7% de las encuestadas se planteó cambios de carrera y el inicio de negocios propios durante el último año.
El mayor porcentaje de experiencias laborales negativas se refiere al estancamiento (23,5%).
"El ser despedidas no es lo único que moviliza a las mujeres a buscar nuevos horizontes, sino que la frustración del estancamiento en el lugar de trabajo opera también como motor para buscar nuevas oportunidades o generar un negocio propio", afirman las investigadoras.
Para los próximos cinco años, un 34,1% de las encuestadas se plantea proyectos personales vinculados con la familia. El 48,6%, mientras tanto, prevé cambios muy fuertes en lo laboral.
Equilibrio inestable
Estas mujeres profesionales dedican mucho tiempo al trabajo. El 40,5% lo hace en actividades autónomas, y un 14,5% tiene dedicación full time, pero desarrolla al mismo tiempo otros negocios. "Esto da cuenta de niveles de sobreactividad, con potenciales riesgos para su salud, a la vez que una alta capacidad de trabajo y realización de proyectos. La combinación genera fuertes tensiones para mantener el equilibrio entre vida privada y laboral, con mucha autoexigencia", reflexionan.
A pesar del empuje profesional, estas mujeres siguen pensando que la edad (60%), la apariencia física (51,2%), "pertenecer al sexo femenino" y el estado civil pueden impactar negativamente en el desarrollo profesional. Desde el lado opuesto, la combinación de capacitación y experiencia (61,9%) son las claves para avanzar.
En el escaso tiempo libre, las mujeres eligen actividades culturales y el cuidado de su salud.
A partir de los resultados, las investigadoras concluyen que "es necesario profundizar en las características de un segmento de mujeres trabajadoras poco explotado: el de las emprendedoras".
Tal como las caracterizan, son personas con años de trabajo remunerado en distintas posiciones en empresas y emprendimientos personales;enfrentan dificultades para armonizar sus vidas profesionales y privadas, y sus trabajos, así como la frustración del estancamiento.
"Viven la angustia del despido porque muchas son totalmente responsables de su economía, y en muchos casos la comparten con sus esposos."
Para ellas, concluye el informe, "el retraimiento no es la única respuesta posible frente a la incertidumbre".