La nueva forma de las universidades para aumentar las oportunidades laborales de sus alumnos
Las casas de estudio organizan encuentros para aumentar las oportunidades laborales de sus egresados; deben estar dispuestos a intercambiar tarjetas y a conocer gente nueva más allá de los amigos de siempre
Cargó unas cuantas tarjetas. Las metió en el bolsillo más accesible de su saco y ensayó cómo las extraería para que no se pegaran entre sí. Iba a un bar en Palermo -en realidad a un encuentro universitario- a hacer networking, y se propuso dejar de lado su timidez y volverse con, por lo menos, 10 nuevos contactos.
Es que muchas universidades están empezando a desacartonarse y a imitar a sus pares de Europa y Estados Unidos, uniendo a las nuevas generaciones en ambientes distendidos, para que puedan ampliar sus redes de contactos o conseguir empleo.
UADE Business School organizó un after study en un espacio de Juan B. Justo y Honduras, en la zona de Palermo Hollywood, en la ciudad de Buenos Aires, al que pudieron ir profesionales de todas las disciplinas de la universidad, y también de cualquier institución educativa. "El after se gestó a partir de la necesidad de nuestros alumnos y graduados de fortalecer las redes de contacto profesionales y de empleo. Fue una innovadora forma de reunir a nuestros alumnos y graduados para que se conecten, generen redes, ideen negocios, emprendimientos o también ofrezcan o consigan empleo", dice Carlos Sicurello, secretario de Posgrado en UADE Business School.
Hoy en día, el networking es tan importante como tener un buen curriculum. Ya no solo para acceder a un puesto de trabajo, sino para potenciar un emprendimiento propio.
La red de contactos provee múltiples beneficios: aporta información sobre las tendencias del mercado y ofertas laborales, permite ganar experiencia y conocimiento, ayuda a construir confianza. "En un mundo hiperconectado y tecnológico, la interacción humana es un diferencial y adquiere un valor superlativo", señala Juan Cueto, de Wall Chase Partners, exalumno de UADE que asistió al evento, que tuvo lugar en una recordada -por lo fría- noche.
La convocatoria se hizo a través de redes sociales, mailing, voceros y referidos, y lograron juntar a unas 300 personas.
San Andrés es la más activa en la organización de encuentros que siempre buscan, en primer lugar, mantener el espíritu de comunidad entre los profesionales y, por supuesto, hacer networking, no solo en el país, sino también en el exterior, donde reside el 10 por ciento de la comunidad de graduados.
En octubre pasado, hicieron una reunión en Nueva York, donde hubo asado, rock nacional y unas 40 personas conversando en el espacio que proveyó una egresada.
"La universidad no solo los propicia -ocupándose del mailing, el diseño de los folletos, los recordatorios y los regalos que se entregan-, sino que también envía a esos encuentros a algún director o profesor para que participe y cuente novedades de lo que está haciendo la universidad", precisa Lucila Dotto, responsable del Departamento de Marketing y Comunicaciones de Udesa y también a cargo del área de Desarrollo Profesional.
Otras reuniones de egresados, ya en el ámbito local, son aniversarios (a fines de octubre se celebró una global, por los 10, 15, 20 y 25 años de graduados) o por grupos de afinidad (abogados, emprendedores, especialistas en finanzas).
Algunas se hacen en el campus de Punta Chica, en zona norte de GBA, donde la barra de Los Petersen es muy concurrida, y otras en bares o espacios de coworking.
ITBA hace reuniones de graduados donde convoca a su comunidad, pero en un ámbito más académico. En la celebración de los 50 años reunió a más de 100 personas, mientras que un capítulo en Miami o Londres juntó unos 20 graduados.
Las reuniones del exterior o del interior de la Argentina se suelen realizan con comidas o after office, en restaurantes o bares. "Además, siempre que un directivo de la universidad viaja, hace una reunión en un bar del hotel donde se aloja para recibir a los graduados de la ciudad o país que visita", indica Ignacio Tomé, director del Departamento de Graduados del ITBA.
Jorge Habif, director de Recursos Humanos de La Caja, valora las reuniones de graduados propiciadas por la universidad y cree que el éxito tiene que ver con el "nuevo espíritu" que reina en esta época, más orientado al compartir, a ser generoso y a tener menos tabúes entre la gente de empresas.
"Me parece una iniciativa genial, pero no me doy cuenta de cómo un chico de 22 años puede conversar en un bar con un desconocido de 40 que está parado en la otra parte de la barra", afirma Habif. "La gente en la Argentina suele conversar con los que conoce, especialmente si no ve los puntos de contacto", completa. "La idea de ser todos egresados de la universidad está buena, pero si no armás un dispositivo que descontracture, o una dinámica, es difícil que se dé la vinculación".
El ejecutivo de La Caja puso como ejemplo un encuentro que tuvo con exegresados de ORT, donde cursó la secundaria. "Al principio, todos nos saludamos y nos preguntábamos en qué andábamos, cuántos hijos teníamos o dónde trabajábamos, pero al rato se armaron los grupos y uno se quedó con los mismos amigos con los que había llegado en el auto. El americano se mezcla más, es mucho más abierto en las reuniones profesionales. No sé si les interesás genuinamente, pero se esfuerzan por conocer y hacer networking. Los argentinos, si no hay un interés real, una buena onda, no nos vinculamos", opina.
El comentario de Habib no es desubicado. San Andrés, con mucha experiencia en estos eventos, cuando convoca trae un speaker que de alguna manera entregue un plus a la reunión, unifique al público y rompa el hielo antes de que todos se sumerjan en el networking.
Roby Souviron, fundador de Despegar y ex San Andrés, fue el que habló sobre emprendedorismo antes de ir a los tragos en un evento reciente en un bar palermitano. "Hay gente a la que le cuesta salir de su grupito, pero en eso hay dos temas: la personalidad que uno tiene y cómo se mentaliza para ir a estos eventos", dice, en alusión al after study de UADE. Para aprovecharlo bien, recomienda, hay que ir con mentalidad y prepararse previamente. Sacarse la rigidez propia de cuando no se conoce a nadie y empezar a circular e intercambiar opiniones.
"Nunca sabés dónde vas a encontrar tu próximo trabajo, tu próximo socio o un nuevo amigo. Si vas liviano, podés capitalizarlo", agrega.
Obviamente, hay gente más abierta que otra, por un tema de personalidad, "pero cuando el concepto del encuentro es, definitivamente, el networking, uno se permite acercarse más espontáneamente, pasar tarjetas y esas cosas", señala.
El headhunter de Wall Chase recuerda que "el networking hay que empezarlo antes de necesitarlo. La gente que sabe de esto trabaja sobre sus redes antes de necesitar algo.Tenés más beneficios cuando das, sin necesitar nada", dice.
Lou Adler, autor y especialista en reclutamiento, estudió la incidencia del networking y determinó que para 92% de los responsables de recursos humanos, los mejores trabajadores que habían contratado eran los que habían sido recomendados. Y sin networking, no hay recomendación. Una red de contactos exitosa se basa en el ganar-ganar: ambas partes deben verse beneficiadas. El equilibrio es importante: no es solo pedir ayuda, también hay que ofrecerla.