Empleo. La cuarentena llevó la desocupación al 13,1%, la más alta desde 2005
Como complemento de los datos difundidos sobre la caída del 19,1 % del PBI en el segundo trimestre, la mayor de la historia, esta vez son los datos del empleo en la Argentina los que preocupan por la magnitud del problema, acentuado durante esta cuarentena que todavía impide que miles de argentinos salgan a trabajar. En este contexto, hay aproximadamente 4.5 millones de personas con graves problemas de trabajo, entre desocupados y subocupados. Además, en su comparación interanual, en el segundo trimestre de este año, 3,7 millones de personas dejaron de estar ocupadas, mayormente a causa de las restricciones para trabajar. De estos trabajos, algunos se van a recuperar, y otros se perderán o ya se perdieron definitivamente. Vale recordar, por ejemplo, que en Estados Unidos el desempleo trepó a 14,7% en agosto, pero bajó a 8,4% en abril, en un mercado laboral con pocas regulaciones que permite flexibilidad a la hora de contratar o despedir..
El informe del Indec Mercado de trabajo. Tasas e indicadores socioeconómicos, en base a la Encuesta Permanente de Hogares correspondiente al segundo trimestre de este año, muestra que en el segundo trimestre de 2020, la tasa de actividad se ubicó en 38,4%, la tasa de empleo en 33,4% (ambas las más bajas de la serie comparable, de 2003 en adelante) y la tasa de desocupación, en 13,1%. "Estos resultados reflejan en gran medida el impacto que tuvo sobre la dinámica del mercado laboral la pandemia por el Covid-19 y las restricciones en determinadas actividades y a la circulación dispuestas por el decreto nº 297/2020, que estableció el aislamiento social preventivo y obligatorio (ASPO)", refleja el Indec.
En el segundo trimestre de 2019, la tasa de actividad fue del 47,7%, de empleo, del 42,6% y la desocupación, del 10,6%. Es decir, los desocupados son más, sí, pero, dado el contexto, la tasa podría ser mayor. La respuesta está en la caída pronunciada de la tasa de actividad: del 47,7% al 38,4%. Un porcentaje de la población se retiró del mercado a causa de la pandemia y no busca empleo. Es una de las consecuencias lógicas del distanciamiento obligatorio, a menos que estén en un plan de homeoffice, que pasó del 6,5% de los ocupados en el primer trimestre , al 22% de los ocupados en el segundo. "La tasa de desempleo cae porque cae la Población Económicamente Activa (PEA), y la PEA cae cuando hay menos gente buscando trabajo", define Juan Luis Bour, economista jefe de FIEL.
La encuesta pregunta si la persona tiene empleo o si lo está buscando, y si no lo está buscando, no aparece como desempleada. "Hay que recordar que, por cada dos puntos de baja de la tasa de actividad, baja uno de la tasa de desempleo", advierte Bour.
Pero hay más. Con una tasa de empleo que bajó un 9,2% en el segundo trimestre, en su comparación interanual, "si aplicamos este porcentaje al total de la población urbana, de unos 40 millones de personas, hay 3.680.000 personas que dejaron de estar ocupados durante la cuarentena", dice Bour. El hecho de que no hayan podido trabajar, como comunica el Indec, es para analizar durante las próximas encuestas, para ver, de ellos, qué porcentaje volvió a su trabajo y quiénes los perdieron definitivamente.
Los datos duros reflejan que la población ocupada era en el primer trimestre de 2019 12.073.000 personas, mientras que en el segundo trimestre de este año fue de 9.546.000 personas, siempre basada en 31 aglomerados urbanos. Los economistas coinciden en que se trata de "un momento especial", en el cual las personas que perdieron el trabajo no lo salen a buscar, y por lo tanto no engrosan el índice de desocupación. "La EPH representa a dos tercios de la población urbana", comenta Lorenzo Sigaut Gravina, de Ecolatina. "Hay una pérdida interanual de 2,5 millones de empleos. Como sabemos que el empleo público no cayó y que el empleo privado formal cayó mucho menos. la mayor caída del empleo se explica por la informalidad, las changas y el cuentapropismo y esto es muy preocupante en términos de pobreza e indigencia". Según Sigaut Gravina, en coincidencia con Bour, "si se extrapola al total de la población, hay una pérdida de casi 4 millones de puestos de trabajo".
En base a los datos de Indec, los empleados de establecimientos estatales aumentaron 5% en el segundo trimestre de 2020, en contraposición al deterioro interanual de 26% de los trabajadores privados, analiza un informe de Ecolatina.
"Nos quedamos cortos en algunas estimaciones sobre el impacto de la pandemia en el desempleo", coincide Agustín Salvia, del Observatorio de la Deuda Social de la UCA. "La tasa de desempleo en este caso no es un buen indicador para evaluar puntualmente la crisis del Covid-19 sobre el empleo, porque se oculta detrás de la inactividad. Estamos hablando de alrededor de 4 millones de personas que perdieron su trabajo (proyectado a nivel país)", agrega el experto. Algunos datos que llaman la atención, según Salvia, es que el problema afecta principalmente a los jóvenes, y más a los varones que a las mujeres.
"El impacto en la tasa de empleo fue más significativo en asalariados sin descuento jubilatorio, en trabajadores por cuenta propia y en trabajadores en establecimientos privados", señaló el Indec. La caída fue más intensa en los sectores de la construcción, hoteles y restaurantes y en el servicio doméstico, los más afectados por la cuarentena.
Por otro lado, hubo un 21,1% de ocupados ausentes, es decir, personas que no pudieron concurrir a sus trabajos por suspensiones u otras causas. En el mismo trimestre de 2019 eran el 2,6%.
Como conclusión, según analiza Bour, "el aumento del desempleo se va a ver a fin de año, o a principios del año próximo, cuando la gente salga de nuevo a buscar trabajo".
"La economía tocó fondo en el segundo trimestre, pero quizás el impacto pleno sobre el desempleo tarde varios trimestres en verse, porque durante la cuarentena la oferta de trabajo se retrae (cae la PEA). Eso es temporario. Por otra parte la política pública es anti-empleo formal. Por lo tanto la recuperación del mercado va a ser lenta, y de trabajadores que la regulacion laboral expulsa a la informalidad", analiza el economista de FIEL.