Empleo: los detalles del número que celebra el Gobierno
En agosto, se expandió la cantidad de trabajadores privados registrados por primera vez desde hace casi un año; en septiembre, según la Encuesta de Indicadores Laborales, se habría mantenido la tendencia
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Luego de casi un año, se cortó la racha. Tras un cierre de 2023 con caída de la economía y el fuerte ajuste que llevó adelante el nuevo gobierno de Javier Milei, por primera vez en 11 meses, crece el empleo de calidad en el país. Y la buena noticia es que esa mejora podría prolongarse durante los próximos meses.
Los datos del Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA) de agosto pasado, publicados hoy, afirman que el empleo privado registrado mostró un crecimiento por primera vez en 11 meses, desde septiembre de 2023 (el empleo de calidad cae desde el gobierno de Alberto Fernández y Cristina Kirchner). No fue un salto significativo, pero podría ser un cambio de tendencia, sobre todo, teniendo en cuenta que la Encuesta de Indicadores Laborales de la Secretaría de Trabajo (EIL) de septiembre indicó también un alza en ese mes.
Ambos números son procesados por los técnicos -muchos prestigiosos y de gestiones anteriores- de la Secretaría de Trabajo, Empleo y Seguridad Social, que dependen, a su vez, del Ministerio de Capital Humano.
Según los datos del SIPA, el empleo asalariado registrado del sector privado creció 0,1% en agosto en la serie sin estacionalidad. Esta variación representa la incorporación de cerca de 4000 puestos de trabajo asalariados formales del sector privado e interrumpe la fase contractiva iniciada en septiembre de 2023, durante la cual se desvincularon alrededor de 177.000 trabajadores -en términos netos- del empleo formal privado (3% del total del empleo formal privado correspondiente a agosto de 2023).
En septiembre, los resultados de la EIL mostraron que el nivel de empleo asalariado registrado privado se incrementó 0,2% en la comparación intermensual. “En este sentido, la EIL adelanta una aceleración del crecimiento del nivel de empleo formal privado en las empresas de diez y más personas ocupadas”, se indicó.
“Desde el punto de vista sectorial, el cambio en la dinámica del empleo durante los meses de agosto y septiembre puede ser explicada por el comportamiento de la Construcción, la Industria y el Comercio”, explicaron los técnicos que siguen mes a mes estos números en Trabajo. “La información proveniente del SIPA y de la EIL coinciden en que la Construcción y la Industria, dos sectores que concentraron la caída del empleo asalariado formal durante la fase contractiva muestran ahora, estabilidad en el caso del empleo en la Industria (0,0% en agosto de acuerdo al SIPA y 0,1% en septiembre según EIL) y crecimiento neto del empleo en el caso de la Construcción (0,3% en agosto de acuerdo al SIPA y de 1,4% en septiembre según EIL)”, agregaron.
“La tercera actividad que impulsó la recuperación de los puestos de trabajo formales privados en agosto y septiembre es el Comercio, que se mantenía estable desde abril y muestra un crecimiento del 0,3% en agosto (según SIPA) y del 0,5% en septiembre (según EIL)”, señalaron los especialistas.
Los técnicos completaron que, en septiembre, de acuerdo a los datos de la EIL, “se observa un comportamiento estable o expansivo del empleo en todos los sectores de actividad y tamaños de empresa”.
Trabajo indicó además que el crecimiento del empleo formal privado en septiembre alcanzó a todas las calificaciones de la estructura ocupacional. El incremento intermensual se observa tanto en las posiciones profesionales y técnicas como en las operativas y no calificadas (0,2%, 0,1%, 0,2% y 0,6% respectivamente).
Por otra parte, el aumento del empleo formal fue impulsado no solo por los contratos de duración determinada (plazo fijo) y del personal de agencias de empleo eventual, “como ocurre habitualmente al comienzo de los procesos expansivos”, sino también por las contrataciones por tiempo indeterminado que mostraron un crecimiento de 0,2% en relación con el mes anterior, agregaron desde esa cartera con datos oficiales.
“Las expectativas netas de las empresas respecto a la contratación de personal para los próximos tres meses si bien continúan siendo positivas, tuvieron una merma en relación a los últimos dos meses”, cerraron.
Sin un fuerte impacto
Pese a la fuerte contracción de la economía, cayó 3,4% en el acumulado del año -según el dato del segundo trimestre comparado con el mismo acumulado de 2023-, el empleo nunca crujió, pese a que el dato de desempleo subió más de un punto (pasó de 6,2% a 7,6% entre el segundo trimestre de 2023 y 2024).
Ese último dato oficial indicó que había -en ese período- 120.000 empleados en blanco en empresas privadas menos y 70.000 informales menos. No obstante, eso se compensó con una crecimiento de 200.000 nuevos inscriptos en el monotributo. “Uno de los fenómenos que irrumpieron con fuerza en el escenario laboral argentino es el crecimiento sistemático del trabajo encuadrado en el régimen del monotributo”, coincidieron en la Secretaría de Trabajo. “Un interrogante que puede plantearse es la incidencia que este fenómeno tiene en el modo en que los jóvenes se incorporan por primera vez al trabajo formal”, sostuvieron los técnicos.
Los ingresos
El ajuste, más que por cantidad, vino por precio en los últimos años en la Argentina. Esto implica que no creció el desempleo, pero que se precarizaron las fuentes de trabajo, lo que -en un país con altísima inflación- hizo nacer la figura del trabajador pobre. De hecho, según los microdatos de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) que publicó el Indec y que fueron procesados por la consultora ExQuanti, más de cada cuatro ocupados eran pobres en el segundo trimestre de este año. Esto implica que sus ingresos se quedaron en el sótano mientras los precios se disparaban en un cohete. Incluso, mirado en una panorámica más larga, los ingresos de los asalariados y ocupados vienen cayendo alrededor de 30% desde 2017.
Sin embargo, esta vez, los salarios privados registrados tuvieron la recuperación más rápida luego de una fuerte devaluación del peso –como la de diciembre– si se compara con los últimos cuatro saltos importantes del dólar.
“El poder adquisitivo del salario medio creció de manera notable desde diciembre de 2023, aunque en septiembre de 2024 (último dato disponible) aún se encuentra por debajo del nivel observado en noviembre del año pasado”, estimaron en Trabajo. Según información del SIPA, el salario promedio real del empleo asalariado registrado privado se contrajo 0,7% en septiembre respecto al mes anterior (dato preliminar con base en el 97% del total del empleo asalariado registrado). Esta caída, junto con la observada en agosto, representa una pérdida acumulada de 3,2 puntos porcentuales en los últimos dos meses. Es importante apuntar que esta contracción se produce luego de cuatro meses de crecimiento consecutivos (entre abril y junio), antecedidos por dos meses de caída”, cerraron desde la cartera que depende de Sandra Pettovello.