Empleados de tiempo completo: las nuevas cabinas que permiten vivir en la oficina
Una manera de abordar el equilibrio entre trabajo y vida personal es eliminarlo por completo
Los empresarios comúnmente pasan la mayor parte de sus momentos de vigilia obsesionados con el trabajo. Entonces, ¿tendría sentido que simplemente se muden a la oficina?
En un nuevo espacio para fomentar el espíritu emprendedor en la Universidad de Utah, un grupo de estudiantes que trabaja en un start up tiene la opción de vivir en una cabina, una suerte de armario-dormitorio ubicada en un espacio común más grande mientras trabajan en un proyecto. El alojamiento es parte del Instituto Lassonde, una incubadora para nuevas empresas.
"Decididamente hay una relación entre el lugar en el que uno vive y lo que uno hace", dice Mehrdad Yazdani, director de diseño del Estudio Yazdani de Cannon Design, la firma de arquitectura que creó el nuevo edificio. "Como empresario, sus ideas le vienen a las tres de la madrugada. Le gustaría poder salir de la cama, agarrar a sus socios y desarrollar la idea", agrega.
Las diminutas cabinas -de 2,13 x 2,13 x 2,13 metros- tienen lo esencial de un dormitorio: cama, placard, estante para libros y botiquín. Se agrupa entre 18 y 30 estudiantes en distintos cubículos y comparten la cocina, el lugar de descanso, baños y un espacio creativo.
Pequeños, pero de lujo
En las cabinas, se puede correr la cortina que da a una pared de vidrio, lo que hace menos claustrofóbico al espacio. El diseño también fue inspirado por espacios igualmente diminutos, pero de lujo como las cabinas de primera clase o veleros. "Tuvimos en cuenta las percepciones de la gente respecto de vivir en pequeños espacios", dice Yan Krymsky, jefe de diseñadores del Estudio Yazdani de Cannon Design. "Según cómo se lo mire, es una bendición o una maldición", agrega. Ítems extra que no tienen por qué estar cerca de una cama, como un abrigo, pueden guardarse en armarios en el espacio común.
"Al mismo tiempo que damos una sensación de confort, quisimos asegurarnos de que los estudiantes no se encierren, la idea del espacio fue alentar la interacción con los demás", dice Yazdani. "Por lo que hay suficiente comodidad y privacidad como para tener unas horas del día para uno mismo. Pero no es un lugar donde pasar todo el día", explica.
Las cabinas eliminan espacios que comúnmente son desperdiciados en la mayoría de los dormitorios. "Si le mostrara el plano de un edificio típico para albergar a estudiantes y le mostrara cómo se ve esto, verá que en el primero se desperdicia mucho espacio", dice Krymsky.
Mientras trabajaban en el proyecto, los diseñadores armaron un prototipo de madera balsa del tamaño de una cabina y se pusieron anteojos especiales para explorar la versión virtual de los cuartos. La idea tuvo apoyo y las cabinas ya están en producción. Los estudiantes comenzarán a mudarse allí en el próximo otoño boreal.
¿Es una idea que se extenderá más allá del campus universitario? Las casas compartidas ya son habituales en Silicon Valley. Los empleados de Google compiten informalmente para ver cuánto tiempo puede vivir alguien en la oficina, usando las duchas, la comida y las cabinas para dormir que hay en la empresa (se dice que el récord es de dos años). Por supuesto, los beneficios mencionados están pensados para que los empleados estén más tiempo en el trabajo; por tanto, construir dormitorios en las oficinas no es algo tan lejano. De hecho, hubo fábricas con dormitorios para los trabajadores desde hace siglos.
"En un emprendimiento, cuanto más se concentra uno en un problema, mejores posibilidades hay de resolverlo", dice Yazdani. Aunque eso puede ser cierto, también tiene sentido tomarse un respiro y salir un rato.
lanacionar