Electricidad: el CEO mundial de la mayor accionista de Edesur negó que vayan a vender la distribuidora
Francesco Starace, CEO y general manager de Enel a nivel mundial, dijo que su posición es quedarse en la Argentina y “ver qué pasa”; señaló que quieren saber “cuál es la política (energética) que adoptará el año que viene” el país
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Pese a todos los congelamientos tarifarios de los últimos 20 años, la empresa italiana Enel nunca vendió la distribuidora eléctrica Edesur, que opera en la zona sur de Capital Federal y está en 12 partidos de la provincia de Buenos Aires. En las últimas semanas, hubo rumores de que podría haber un comprador interesado en la distribuidora, luego de que este mismo año, su “prima” Edenor cambiara de dueños. La empresa siempre desmintió los rumores, pero la pregunta llegó a Francesco Starace, CEO y general manager de Enel a nivel mundial.
“No tenemos ninguna prisa para irnos de la Argentina, se decía que algunos querían comprar nuestros activos y querían hablar con nosotros, pero no es así. Y de acercarse esas personas, les íbamos a decir que no estábamos interesados. Nuestra posición es quedarnos en la Argentina y ver qué pasa, no queremos irnos, queremos saber cuál es la política (energética) que adoptará el año que viene, y según eso veremos cuál es la mejor decisión para nosotros”, indicó quien es director general de Enel desde mayo de 2014.
Además, señaló que la Argentina “tiene un futuro estupendo en el sector energético, porque tiene muchos recursos renovables, como solar geotérmica, eólica e hídrica, mucho territorio y muchos minerales”. “Hay litio y gas, pero hay cosas que se hubieran podido utilizar mejor. El futuro es tan grande para la Argentina que debemos centrarnos en lo importante. Una es la interconexión con los países fronterizos, a condición de que haya claridad a nivel político para que las inversiones no tengan un riesgo muy elevado”, agregó.
En la Argentina, Enel tiene posee tres plantas que funcionan como generadoras de energía y que aportan su producto al sistema interconectado nacional: Generación Costanera, El Chocón y Central Dock Sud. Además, es la mayor accionista de Edesur y dueña de Enel X, que ayer presentó un programa para alentar la compra de paneles solares en conjunto con el banco Santander.
El mes pasado, Edesur presentó el balance del tercer trimestre e indicó que los ingresos registraron una disminución del 20% interanual durante los primeros nueve meses del año, pese a haber obtenido un incremento del valor agregado de distribución (VAD) del 21,8%, luego de dos años de congelamiento tarifario.
Claudio Cunha, country manager de Enel en la Argentina, indicó: “Seguimos invirtiendo firmemente en Edesur y, producto de eso, en el invierno hemos mejorado el tiempo medio de atención en un 25% para los cortes de baja tensión. Por otro lado, la situación económica de la empresa es insostenible y requiere una pronta solución por parte del Gobierno”.
En este sentido, en las distribuidoras comenzaron a recibir directivas del Ente Nacional Regulador de la Electricidad (ENRE) en pos de segmentar las tarifas eléctricas. En primer lugar, se les pidió que notifiquen a los clientes que tienen el servicio de luz a nombre de otra persona con el fin de que regularicen la situación de la titularidad. Luego, se les indicó que deberán empezar a enviar las boletas de luz con el monto por el cual el Estado Nacional está subsidiando a los usuarios.
En las compañías, sin embargo, son escépticos acerca de la capacidad del Estado de avanzar con la segmentación. Para lograr este fin, se debería poder cruzar la información de los usuarios con la base de datos de la Anses, algo que las empresas creen que hoy sería difícil por un tema de “incompatibilidad”.
En el acumulado del año, los subsidios a la energía aumentaron 106,8% (un incremento del 40% real, descontada la inflación), según datos de la consultora LCG. En total se gastaron $835.701 millones. De ese total, casi el 70% de los subsidios están destinados a Cammesa, la compañía con control estatal que se encarga de los despachos de energía eléctrica.
Esto se explica por sí solo cuando se aprecia que los usuarios residenciales pagan alrededor del 25% de lo que cuesta la generación eléctrica. El resto es aportado con transferencias del Tesoro. Además, como el Gobierno limitó los aumentos de tarifas, a las empresas distribuidoras no les alcanzan los ingresos y se financian con lo que recaudan de las tarifas. La mayor parte de esa recaudación debería usarse para pagarle a Cammesa el costo de generación (ese 27% que sí se paga), pero las compañías se quedan con una parte para financiar sus costos. Por lo tanto, Cammesa recibe alrededor de un 70% de lo que debería por parte de Edenor y Edesur, y esto la obliga a requerir más subsidios del Tesoro.
Esta situación no ocurre en la mayor parte del interior, porque en general las empresas distribuidoras tuvieron aumentos de tarifas. Excepto las distribuidoras del AMBA, el resto de las compañías están reguladas por los gobiernos provinciales. De aquí se observa que el congelamiento (o el aumento de solo 9%) se haya aplicado solo en el AMBA, mientras que en el interior hubo incrementos de hasta 35%.
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