El tipo de cambio real recuperó 3 puntos en enero y la Fed crea las condiciones para que siga rebotando
Este índice es uno de los mejores indicadores de la competitividad del peso; pese al avance, se mantiene en zona de “atraso”
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El índice de tipo de cambio real multilateral (ITCRM) que elabora el Banco Central (BCRA), uno de los mejores indicadores de la competitividad del peso, anotó durante enero su mejor recuperación de los últimos 26 meses, al trepar de los 93,7 a 96,7 puntos.
De esta manera, aunque se mantiene en la zona de “atraso” en que recayó desde abril del año pasado, este sensible indicador alcanzó su mayor nivel de los últimos siete meses, es decir, desde que Martín Guzmán abandonara el Ministro de Economía. El exministro había propiciado desde un año antes el uso de esta herramienta como “ancla antinflacionaria” (actuando en contra de lo que pregonaba antes de llegar a ser funcionario).
Además anotó su cuarto mes de rebote, tomando en cuenta los 87,8 puntos que había marcado a fines de septiembre y los 88,6, 91,1 y 93,2 puntos en los que cerró en octubre, noviembre y diciembre, respectivamente. De este modo, acumula una recuperación de casi 9 puntos en el último cuatrimestre.
Dicha reconstitución fue posible por el mayor deslizamiento que del dólar oficial que pasó a convalidar el Banco Central (BCRA) desde julio en adelante, al volver a quedarse sin reservas propias.
Pero mucho más por la tendencia a la depreciación que comenzó a mostrar en los últimos meses a nivel global el dólar estadounidense, algo que sostuvo en enero, al interpretar el mercado que la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) -que lo había sostenido fortalecido con una suba de tasas- comenzaba a pavimentar el camino para una poner próximamente en pausa el ajuste monetario que aplica desde hace 10 meses en un intento por propiciar un retroceso de la inflación en esa economía.
Esa presunción luce fortalecida desde hace unas horas: ese organismo decidió aumentar en solo un cuatro de punto las tasas de interés de referencia para ese mercado (quedan en un rango que va del 4,50% al 4,75% anual), lo que supone la menor suba de los últimos ocho meses, tras una seguidilla de cuatro ajustes de 75 puntos básicos entre junio y noviembre de 2022 y otro de 50 puntos en diciembre.
“El 2022 estuvo marcado por un sustancial cambio en la dirección de la política monetaria estadounidense (y global), porque, como respuesta a una inflación que mostró ser menos transitoria de lo que la propia Reserva Federal pensaba, dispuso la suba de tasas nominal más acelerada de los últimos tiempos. Pero lecturas recientes de diversos indicadores nos hacen pensar que estamos próximos a ver la primera pausa en el ciclo de suba de tasas”, observó recientemente en un informe la consultora Invecq.
La FED eleva la tasa de referencia en 25 bps de 4.5%-4.75% RANGO OBJETIVO#fed #fomc #powell pic.twitter.com/3jdAPec2BL
— Manu avalos (@Manuaval0s) February 1, 2023
“Este organismo tiene un objetivo de inflación de largo plazo del 2% anual y la dinámica actual de precios de esa economía se encuentra mucho más cerca de eso: la evolución del IPC en el último trimestre de 2022 anualizada se ubica en 1,8%, aunque la núcleo todavía tiene camino por recorrer (3,1%)”, explica.
Esa es una de las razones por las que el mercado ahora espera que la Reserva Federal deje de subir las tasas a mediados de marzo (incluso descuenta una marginal baja hacia fines de año, posiblemente asociada a la dinámica esperada de la actividad económica), “un escenario de suma relevancia para la economía global, los emergentes y Argentina en particular, porque, como ya se nota, puede implicar un año monetariamente menos restrictivo e impulsar la demanda por activos emergentes”, algo de lo que puede dar cuenta la baja de casi 18% que se anota la tasa riesgo país en lo que va del año.
“A su vez, en materia de precios el impacto de la inflación importada podría ser menor”, acotan en el informe, y destacan que estas dinámicas financieras positivas se combinan con una economía global que muestra una marcada tendencia a la desaceleración.
Con el viento de cola financiero otra vez comenzando a soplar, la única duda del mercado está puesta en la tentación en que podría recaer el Gobierno de volver a pisar el tipo de cambio oficial.
“Puede que lo quieran, pero no creo que lo puedan hacer en tal caso, por la situación crítica que mantienen las reservas y el compromiso asumido con el FMI. De hecho, la promesa de Massa fue ir alineando la carrera nominal entre tasa/dólar e inflación, y lo fue cumpliendo. Es posible que intenten aminorar el ritmo del crawling peg, como ya se notó en enero, pero, aunque lo hicieron en ese mes, igual lograron una mejora del tipo de cambio real”, opina el economista Fabio Rodríguez, de la consultora MyR Asociados.
En igual sentido, su colega Federico Furiase, de Anker Latinoamérica, cree que es muy posible que el Gobierno “aminore en el margen el ritmo de ajuste cambiario de aquí en más, para ayudar a una desaceleración de la inflación, porque será su prioridad en un año electoral”.
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