El sedán de súper lujo que le está causando una jaqueca a Daimler
Con una pantalla de cine en el asiento trasero, remates de cuero de toros especialmente criados en el sur de Alemania y su precio mínimo de US$375.250, el Maybach es el modelo más opulento que ofrece el fabricante de autos alemán Daimler AG.
Pero para el presidente ejecutivo de la automotriz, Dieter Zetsche, se ha convertido en un problema.
El fabricante del Mercedes-Benz resucitó la marca Maybach hace casi una década con la esperanza de que se beneficiara de la recuperación del mercado del súper lujo. Pero casi desde el principio, las ventas de la división han decaído, para reducirse a menos de 200 Maybachs vendidos en todo el mundo el año pasado.
Para Daimler es prioritario encontrar una solución para la marca y Zetsche ha dicho que quiere tener una decisión sobre su destino para fines de año.
Al interior de la compañía, ejecutivos señalan que hay presión para encontrar una solución en cuanto antes. Una de las posibilidades que se ha discutido desde hace algún tiempo, según fuentes cercanas, es una asociación con el fabricante británico de autos deportivos, Aston Martin, con quien ya ha colaborado antes. Hace un par de años, Aston Martin construyó un modelo conceptual de un posible crossover, el Lagonda, sobre la plataforma del GL de Mercedes y ambos fabricantes han estudiado otras posibilidades de proyectos conjuntos.
Zetsche dijo recientemente que la empresa aún está contemplando varias alternativas para el futuro de Maybach y la asociación con un fabricante de autos de nicho es sólo una de ellas. Dicho socio podría aportar experiencia esencial en la fabricación de un auto de bajo volumen de mercado, una técnica en la que Daimler podría mejorar, reconoció el ejecutivo.
Operar una marca de bajo volumen de ventas como Maybach requiere "una estrategia diferente a la que se tiene en el caso de mercados de mayor volumen… y no seguimos precisamente ese camino con el primer lanzamiento del Maybach", dijo Zetsche a los periodistas en Nueva York hace unos meses. "Desde luego que lo haremos de forma diferente con la nueva generación del Maybach".
Hacer más eficientes los costos de desarrollo y producción del Maybach es un reto. Pero ampliar la demanda para la marca del auto de ultra lujo alemán puede ser un desafío aún mayor, opinan los analistas.
Daimler autorizó el desarrollo del Maybach a fines de los años 90, cuando sus rivales alemanes BMW AG y Volkswagen AG preparaban su incursión en el segmento de lujo con la compra de los derechos de marca de Rolls Royce y Bentley, respectivamente. Con el Maybach 57 y su hermano mayor, el 62, cuyo precio de partida es de US$426.250, Daimler proyectó inicialmente unas ventas modestas de 1.000 unidades de esta limusina.
Para los más acaudalados, añadió una versión convertible, el Landaulet, con un precio básico de US$1,38 millones.
Sin embargo, desde el principio, a la marca le ha costado competir contra el nombre histórico de sus rivales británicos, un activo crítico en el segmento del lujo. Maybach fue uno de los autos más lujosos de Alemania en los años 20 y 30 y una de las marcas más conocidas.
Pero en otros lugares, su pedigrí no es tan relevante, una de las razones por las que la marca ha tenido más eco como símbolo del estatus de los nuevos ricos que por su linaje.
Mientras los Rolls Royce se asocian con la Reina de Inglaterra, el Maybach le debe su popularidad a las estrellas del hip-hop, entre ellos Russell Simmons y Jay-Z.
Expertos de la industria aseguran que el Maybach también sufre por la falta de diferenciación de la línea de alta gama S-Class de Mercedes, que comparte la misma plataforma y muchos componentes tecnológicos.
"Uno ve lo que es un Rolls Royce desde ese pedazo de Grecia antigua en la parte delantera del auto. Un Bentley, un Aston Martin…tienen su propio diseño y pedigrí", dice Garel Rhys, economista de la Universidad de Cardiff, en Gales. "Pero un Maybach, ¿qué dice? Podría haber salido de una fábrica coreana".
"Si quieren seguir con el Maybach, necesitarán un nuevo modelo de negocios", señala Christoph Stürmer, analista de IHS Autmotive, en Francfort.
Otra opción para Daimler sería integrar el Maybach aún más en la línea de Mercedes y convertirlo en una submarca en vez de venderla como independiente. Maybach se convertiría entonces en la cúspide de la línea de lujo de Mercedes, por encima de la gama de Clase S.