El repunte y caída de las acciones de EE.UU. deja una sensación de ‘déjà vu’
El arranque de esta temporada de reporte de resultados trimestrales viene con la extraña sensación de que esto ya se ha visto antes.
En las últimas cinco temporadas de ganancias, el Promedio Industrial Dow Jones subió en promedio siete de los 10 primeros días del primer mes de resultados para luego caer. Esta tendencia parece estar manteniéndose este mes, en el que las acciones han subido en siete de los 10 primeros días de operación antes de precipitarse el viernes.
El sólido auge al comienzo de la temporada de resultados la semana pasada se vio rápidamente opacado por los temores sobre la economía estadounidense. Una serie de informes económicos recordaron a los inversionistas que el crecimiento de las ganancias corporativas no se ve necesariamente acompañado por un repunte de la economía general. Hay pocos indicios que sugieran una recuperación del mercado laboral, el consumo sigue aletargado y las predicciones de la Reserva Federal se vuelven cada vez más sombrías.
El viernes, los inversionistas arrastraron al Dow a un declive de 2,6%, tras recibir una serie de datos económicos negativos, incluyendo un informe desalentador sobre la confianza del consumidor. La caída borró las ganancias de toda la semana y ahogó la recuperación que empezó a ganar terreno a principios del mes y que llegó a darle al Dow un empujón de 7%.
En varias ocasiones este año, el Dow logró un repunte breve pero considerable de al menos 5%, para después desvanecerse. Las temporadas de ganancias solían coincidir con estos auges poco convincentes.
"Parece que es durante la temporada de resultados cuando se registran esos drásticos aumentos", dice Dan Alpert, director gerente del banco de inversión Westwood Capital LLP. "La verdad es que se trata de un efecto de eco".
Durante la temporada de divulgación de cifras trimestrales anterior, en abril y mayo, y al menos en los cuatro trimestres previos, las acciones subieron al principio para luego caer. En abril, resistieron todo el mes antes de que la ansiedad sobre la crisis de deuda griega, el futuro del crecimiento económico en Europa, y el flash crash del 6 de mayo golpearan de nuevo a las acciones. "Creo que es bastante probable ver una repetición del primer trimestre", dijo Randy Hare, gerente de portafolio de la firma de inversión Huntington Funds. Su argumento es que los problemas se impondrán a los resultados de las empresas.
"Me he preguntado cuánto más subirá esto antes de caer", admite Hare, quien la semana pasada mostró su intención de pasarse a acciones defensivas en el sector del cuidado de la salud.
Los inversionistas inauguraron la temporada de reporte de resultados cautelosos, pero con esperanza. Los analistas, después de haber aumentado sus estimaciones de ganancias para el segundo trimestre tras un primer trimestre impresionante, tan sólo habían rebajado levemente algunos de sus pronósticos. Las acciones se han estado negociando a niveles históricamente baratos durante algún tiempo.
Las previsiones apuntaban a un alza de 27% en las ganancias de las compa¬ñías integradas en el índice Standard & Poor’s de 500 acciones, un objetivo que muchos inversionistas y analistas veían muy factible.
Estos pronósticos sirvieron de plataforma para que los optimistas pensaran que el mercado estaba listo para un rebote si las compañías superaban las estimaciones.
En teoría, las compañías no decepcionaron. Según Thomson Reuters, de las 48 empresas del S&P 500 que presentaron sus cifras para fines de la semana pasada, 75% superaró las proyecciones, frente al promedio histórico de 62%. Alrededor de 13% se quedó corto frente a las estimaciones, menos que el promedio típico de 20%. Thomson Reuters añade que, en general, las compañías están superando las previsiones en 16% este trimestre, comparado con un promedio de 2% desde 1994.
Esto fue suficiente para sembrar el auge, que si bien breve, levantó los ánimos de muchos pequeños inversionistas. La última vez que hubo un repunte semejante en el optimismo de los inversionistas fue a principios de marzo de 2009, cuando el mercado bursátil entró en una racha positiva que duró un año.
Sin embargo, una vez más, los optimistas enfrentan vientos económicos en contra. "Hemos recibido una serie de informes económicos negativos y los economistas han estado revisando a la baja las previsiones" de crecimiento, afirma Brian Gendreau, estratega de mercado en la firma de asesoría financiera Financial Network.
Las expectativas sobre las cifras de ganancias están comenzando a adoptar niveles intimidantes, gracias a las primeras sorpresas positivas de Alcoa e Intel. Estos resultados podrían poner el listón muy alto para las compañías que aún no han reportado sus resultados. Esta semana, les toca el turno al gigante tecnológico IBM, Goldman Sachs Group, 3M, Caterpillar y UPS.