El repliegue de la banca europea impacta a los países emergentes
La disminución en la concesión de créditos por parte de los bancos europeos empieza a afectar a empresas en África, América Latina y Oceanía, al endurecer las condiciones de los préstamos y aumentar sus costos. También aumenta la presión sobre las economías en problemas.
En los últimos años, los bancos europeos incrementaron significativamente sus préstamos a mercados emergentes, posicionándose entre los mayores acreedores internacionales en esos países. Su retirada ha restringido el crédito en industrias como la de medios, la minería y la aeronáutica, y agobia a economías que ya sienten los efectos de la menor demanda de sus productos por parte del mundo desarrollado.
El temor es que lo que por ahora es un modesto retroceso en la concesión de préstamos se convierta en una repetición de la sequía crediticia que se produjo en 2008 luego del colapso del banco de inversión Lehman Brothers. La contracción de préstamos generó problemas de efectivo para las empresas y contribuyó a que el comercio mundial registrara su peor bajón desde la Gran Depresión.
Las economías más expuestas a los bancos europeos son las de Europa del Este. América Latina es la siguiente. Chile es el mayor destino, con préstamos que equivalen a 40% del Producto Interno Bruto del país, seguido de 18% del PIB de México y 15% del de Brasil. Asia es la región menos vulnerable. Los préstamos del bloque económico a China e India representan apenas 2% y 4% de sus respectivos PIB.
La brasileña Embraer SA, el cuarto mayor fabricante de aviones del mundo, indicó que algunas aerolíneas tienen dificultades para conseguir financiación para comprar aeronaves. "Los mercados de capital aún se encuentran prácticamente cerrados para las transacciones de aviones", señaló Frederico Curado, su presidente ejecutivo. "El crédito es muy selectivo, lo que no es necesariamente malo, por lo que mejores aerolíneas reciben términos más favorables que aquellas con calificaciones de crédito más bajas".
Embraer no es un caso aislado. "Estamos en una posición muy vulnerable que definitivamente está afectando nuestro crecimiento global", señaló Gail Kelly, presidente ejecutivo del banco australiano Westpac Bank la semana pasada. "Ciertamente está impactando en mi país y en Asia".
Tanto el banco italiano UniCredit como el alemán Commerzbank han indicado en las últimas semanas que reducirán sus actividades crediticias fuera de sus mercados locales. En Asia y Oceanía, algunos bancos franceses se mantienen al margen después de haber sido participantes activos en la concesión de créditos sindicados, en los cuales los bancos se unen y prestan grandes sumas de dinero.
"El problema principal es el retiro completo de los bancos franceses en el mercado", dice John Corrin, director de sindicación de préstamos en Hong Kong de Australia & New Zealand Banking Group Ltd. "Eran actores de peso razonable que representaban 10% del mercado de Asia-Pacífico".
El mes pasado, el banco francés BNP Paribas SA, uno de los mayores del mundo por activos, dio marcha atrás en su compro-miso de proveer 300 millones de dólares australianos (US$300,3 millones) a un préstamo sindicado de 1.950 millones de la misma moneda para la empresa de medios Seven West Media Ltd., por lo que la brecha tuvo que ser llenada por el resto del grupo, en su mayoría bancos de Australia.
Un portavoz de BNP Paribas en Sidney explicó que la decisión se basó en "requisitos de asignación de capital y otras opor-tunidades". Se esperaba que el crédito se completara el viernes pasado, pero no se cerró. Seven West Media no respondió a una solicitud de comentarios.
La contracción del crédito es impulsada por la presión sobre los bancos europeos para que incrementen su capital para con-trarrestar pérdidas por préstamos, muchos de los cuales están ligados a gobiernos europeos en problemas.
Algunas entidades están activas y prestando menos, lo que encarece los créditos y endurece sus condiciones. Esa combina-ción puede reducir el crecimiento económico tanto en el mercado interno como en otros internacionales donde operan.
Debido a que Europa tiene un gran sector financiero con negocios en todo el mundo, los problemas de la zona euro tienen "efectos mayores y desproporcionados, particularmente en las economías emergentes", dijo el secretario del Tesoro de EE.UU., Timothy Geithner, la semana pasada.
Un factor que aumenta la presión sobre el mercado de préstamos es el esfuerzo de algunos bancos europeos para vender cré-ditos que mantienen en sus libros. Eso efectivamente eleva la oferta de préstamos disponibles en los que pueden invertir los bancos y ha "impactado negativamente" en la disposición de éstos a participar en nuevos créditos para empresas, asevera Mark Leahy, director de originación de deuda y sindicación de renta fija para Asia excepto Japón de Nomura Securities, en Singapur. Con el tiempo, eso llevará a un encarecimiento de los préstamos, añadió.
En los últimos años, los bancos de la zona euro otorgaron enormes préstamos a mercados emergentes, buscando diversificarse más allá de sus mercados locales. Sin embargo, el monto se redujo casi 20% tras la crisis de Lehman, pero empezó a recuperarse a principios de 2010.
—Robb M. Stewart y David Fickling contribuyerona este artículo.
Alex Frangos, Charles Roth y Patrick McGroarty
The Wall Street Journal