El regulador de México apunta a Slim y Televisa
El Instituto Federal de Telecomunicaciones podría acabar con sus casi monopolios
CIUDAD DE MÉXICO—Las autoridades mexicanas están a punto de asestar un duro golpe a las compañías telefónicas del magnate Carlos Slim y a la principal cadena de televisión del país, Televisa, en un intento por avivar la competencia en los mercados donde estos dos grupos tienen posiciones casi monopólicas, según fuentes al tanto de la situación.
Se prevé que la próxima semana el nuevo regulador de telecomunicaciones declare que tanto Televisa como Telmex y Telcel son "dominantes" en sus respectivos sectores, una distinción que las obligaría a, por ejemplo, compartir su infraestructura con rivales y los nuevos participantes del mercado, indicó esta fuente, citando un borrador de la resolución.
La posibilidad de ordenar una venta de activos sólo sería aplicada por los reguladores si otras medidas no logran elevar la competencia, dijo la fuente.
La decisión del Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) podría tener profundas implicaciones para el reordenamiento de las industrias de telecomunicaciones y de TV en los próximos meses. Los analistas ven la decisión como la primera pista de qué tan lejos está dispuesto a llegar el regulador para impulsar la competencia.
"El IFT tiene una oportunidad única para adoptar las mejores prácticas internacionales y colocar a México al nivel de otros países, como Estados Unidos o el Reino Unido, que adoptaron medidas similares hace 20 años", dice Ernesto Piedras, un analista de la consultora Competitive Intelligence Unit.
El IFT es el resultado de una amplia reforma de telecomunicaciones aprobada a principios del año pasado con el apoyo del presidente Enrique Peña Nieto y los principales partidos de oposición, junto con otros cambios en áreas clave como energía y educación.
En telecomunicaciones, México ha sufrido por décadas por la poca competencia, lo cual ha resultado en precios más altos y servicio inferior para los usuarios.
Telmex, del magnate Carlos Slim posee cerca de 80% de las líneas fijas del país, mientras que su operador celular Telcel tiene 70% de los suscriptores móviles. Televisa, controlada por Emilio Azcárraga Jean, tiene alrededor de 70% del mercado de televisión y es el mayor proveedor de TV paga.
El IFT busca nivelar el mercado para los competidores existentes, permitir la entrada de nuevas compañías y a la vez reducir los precios para los consumidores finales. En un informe reciente, el instituto dijo que el nivel de concentración en los mercados de telefonía es más del doble de lo que sería deseable para tener una competencia saludable. Algunas empresas extranjeras, como el gigante español Telefónica S.A., han mostrado públicamente interés en ampliar su presencia en México.
El IFT le ordenaría a Telmex que permita el acceso a sus bucles locales, como se conoce las conexiones a los hogares, dijo esta fuente. Telcel tendría que pagar más para completar llamadas en redes rivales de lo que cobra por las llamadas que entran.
Televisa podría ser obligada a compartir parte de su infraestructura como el derecho de paso, torres y antenas de transmisión con nuevos canales de TV, dijo esta fuente. Pero esta medida aún está siendo evaluada ya que tiene profundas implicaciones legales que podrían ocasionar demandas por parte de la compañía.
Un portavoz del IFT se abstuvo de hacer comentarios sobre los detalles de la decisión. América Móvil prefirió no comentar sobre el asunto. Un portavoz de Televisa dijo que la compañía no ha recibido documento alguno del IFT en el que la declare dominante.
Esta decisión podría presentarse en momentos en que México está a punto de subastar licencias para dos cadenas televisivas digitales, que según los analistas no serían viables debido a la fuerte posición de mercado de Televisa.
Como parte de las medidas, Televisa también enfrentaría límites a sus acuerdos publicitarios exclusivos, dijo la fuente. Tanto Telmex como Televisa tendrían prohibido ofrecer ciertos paquetes de servicios que obligan al público a comprar todos sus productos.
Si se aplica correctamente, esas medidas podrían generar los beneficios tangibles de un mercado competitivo en el lapso de un año, dijo Piedras.
En los últimos años, los reguladores intentaron abrir el sector de telecomunicaciones a través de decenas de resoluciones, pero carecían de los poderes para hacer cumplir sus dictámenes, ya que las empresas estancaban las decisiones a través de demandas.
Pero ahora, con un respaldo constitucional explícito, el IFT tiene el poder para regular a los participantes según sus cuotas de mercado. El punto crucial es que las decisiones del regulador no pueden ser retrasadas mientras se resuelven las querellas legales