El real se aprecia y Brasil crece: por qué es una buena noticia para la economía Argentina
Los primeros días de 2019 en Brasil trajeron buenas noticias para la Argentina, al menos desde lo económico. La apreciación del real que se consolidó desde la asunción de Jair Bolsonaro el 1° de enero pasado y las mayores perspectivas de crecimiento del PBI desde 2015 en la principal potencia de la región sostienen un escenario auspicioso para las exportaciones locales en 2019. La intención del presidente ultraderechista de flexibilizar el Mercosur introduce, sin embargo, un factor de incertidumbre para el mediano plazo.
En lo que va de 2019, el tipo de cambio en Brasil se apreció casi un 4%, fortalecido por el perfil pro-mercado y las promesas de reformas de Bolsonaro en campaña, que dinamizan el ingreso de capitales. La tendencia es aun más profunda si se mira hacia atrás. Luego de tocar los 4,20 por dólar a mediados de septiembre, en plena campaña electoral, hoy el real cotiza a 3,73.
"El efecto Bolsonaro, desde que ganó las elecciones hasta hoy, tuvo un impacto de corto plazo con afluencia de capitales que presiona hacia abajo el tipo de cambio. Eso a la Argentina le viene bien, porque garantiza un colchón de competitividad", sostiene Amilcar Collante, economista del Cesur, quien grafica que con la paridad actual - 10 pesos por real-, el tipo de cambio real con Brasil se ubica 27 puntos por encima de la salida del cepo.
"Bolsonaro trajo confianza al mercado en que va a llevar a cabo importantes reformas, y esas perspectivas estimulan la entrada de capitales y aprecia el real. Mientras Bolsonaro siga entregando esa confianza, el flujo se va a mantener y el tipo de cambio será estable o con tendencia a la apreciación", añade Gabriel Zelpo, economista de Elypsis.
Con un real fortalecido y un régimen monetario en la Argentina diagramado para intentar evitar el atraso cambiario –la banda de flotación del dólar se indexa al menos hasta marzo al 2% mensual-, las perspectivas son favorables para la producción local.
Brasil, sexta economía global, es el principal socio comercial de la Argentina. Según el Indec , en los primeros 11 meses de 2018 se concentró el 18,3% de las ventas de productos locales al exterior (totalizaron US$10.284 millones), y la proyección es que tras el salto cambiario de 2018, las exportaciones crezcan.
La dinámica resulta especialmente relevante para el sector industrial. Brasil es el principal comprador de manufacturas de origen industrial argentino, y en 2018 recibió el 37% de las exportaciones totales de este segmento, según el Indec (US$6952 millones). Vehículos de carga (pickups), autopartes, piezas industriales, productos químicos y alimentos son algunos de los rubros de mayor participación en el segmento.
El otro dato positivo es que luego de años de recesión (3,8% en 2015, 3,6% en 2016) y estancamiento, Brasil proyecta crecer entre 2,5% y 3% en 2019. "Es un doble efecto. Ese crecimiento genera más demanda y eso tracciona las exportaciones. Se fortalece el rol de Argentina como proveedor, y lo que tiene de importante esa dinámica es que permite no vender únicamente commodities", plantea Lorenzo Sigaut Gravina, economista jefe de Ecolatina.
El cambio de tendencia ya se observa en las últimos meses. El déficit comercial con Brasil, que en el año llegó a su pico en abril (US$778 millones), se revirtió a partir de noviembre, con exportaciones lentamente en alza e importaciones en retroceso. Según datos de Ecolatina, diciembre cerró con superávit de US$261 millones.
"Más allá del tipo de cambio, lo que impacta es el crecimiento en el nivel de actividad para que crezca la demanda. Este año, las ventas de autos en el mercado interno crecieron un 15% y se espera otro 15% este año, y eso es clave para las exportaciones industriales", anticipa Zelpo.
Un signo de interrogación
El efecto Bolsonaro plantea, no obstante, una paradoja. Más allá del efecto positivo en el corto plazo, la intención del exmilitar de flexibilizar el Mercosur y abrir el comercio podría complicar el escenario para la producción local. Las exportaciones argentinas, que hoy tienen preferencia arancelaria e ingresan sin aranceles al mercado brasileño, perderían esa condición y ceder participación ante mercancías de otros mercados.
"El escenario no va a cambiar en el cortísimo plazo, pero la intención de Bolsonaro es replantear de forma estructural el Mercosur y ese va a ser el tema estratégico para la Argentina en 2019. Si Brasil rompe ese bloque o permite armar acuerdos de libre comercio con otros países, la Argentina pierde terreno porque pasa a competir en igualdad de condiciones tributarias ante grandes potencias exportadoras. Hoy necesita esa protección", dice Sigaut Gravina.
Según Zelpo, la clave serán las negociaciones entre el gobierno argentino y el brasileño. "Bolsonaro fue agresivo en su campaña pero después se moderó. Hoy están alineados los dos presidentes y ven que dejar el Mercosur como está es aislarse del mundo. Brasil y Argentina van hacia la apertura y se hará de forma paulatina", concluye.
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