El primer proyecto Trump en Brasil afronta un desafío
RIO DE JANEIRO—Entre los numerosos proyectos inmobiliarios en curso en esta ciudad, que corre contra el reloj para estar lista a tiempo de ser la anfitriona de los Juegos Olímpicos de 2016, un constructor espera comenzar pronto la obra del primer proyecto en Brasil que llevará la marca del magnate estadounidense Donald Trump: un complejo de oficinas de US$2.500 millones.
Pero, cuando el motor de crecimiento de Brasil avanza a poca velocidad, el mercado de oficinas podría no cooperar.
Un grupo encabezado por la constructora MRP International otorgó la licencia para utilizar el nombre de Trump para el complejo de cinco torres, llamado Trump Towers Rio y diseñado para ser la mayor propiedad comercial en Rio de Janeiro, con casi 450.000 metros cuadrados. MRP quiere terminar las dos primeras torres para 2016, "cuando todo el mundo estará mirando a Rio", sostiene Stefan Ivanov, presidente ejecutivo de la empresa en Brasil.
Pero tras años de sólido crecimiento, el mercado de inmuebles comerciales se ha enfriado últimamente. En el primer trimestre, el índice de ocupación en ese mercado registró su mayor caída en casi una década, según CBRE Group Inc., una empresa de servicios inmobiliarios. Hubo más de 15.000 metros cuadrados en "absorción negativa", o sea, la diferencia entre el total del espacio que pasó a estar ocupado en el período de tres meses y el que permaneció vacío.
En comparación, en 2012 la cantidad de espacio ocupado aumentó en casi 160.000 metros cuadrados. "Todo depende de la reactivación de la economía", afirma el director de la oficina de CBRE en Rio de Janeiro, Alberto Robalinho. "Puede que veamos un aumento en el espacio desocupado" si la economía no repunta, sostiene.
Cuando se anunciaron los planes del proyecto Trump a fines del año pasado, la constructora indicó que comenzaría la obra a fines de 2013. Ahora, sería "más seguro decir el primer trimestre del año que viene" debido a los retrasos para obtener algunos de los permisos de construcción, afirmó Ivanov.
De todos modos, Ivanov asegura que no le preocupan las tendencias recientes en el mercado. Señala que aunque aumente el nivel de espacio de oficinas desocupado, la ciudad aún carece del tipo de espacios de alta calidad que buscan las empresas líderes.
Otros urbanizadores también intentan capitalizar esa demanda. CBRE estima que unos 260.000 metros cuadrados de espacio comercial se incorporarán al mercado apenas este año.
Sin embargo, Ivanov dice que la conexión con Trump le dará una ventaja a este proyecto. "La Organización Trump brindó la marca y... nos está dando directrices sobre cómo construir", señala.
Trump es representado en Brasil por su hijo Donald Trump Jr. El joven Trump se ha estado reuniendo con funcionarios del gobierno y potenciales inquilinos, y señala que la marca de su padre tiene "mucho peso" en América Latina.
Hasta ahora el proyecto no ha comenzado a promocionar la venta de espacios en parte porque aún no ha recibido los permisos del gobierno necesarios. Ivanov afirma que su grupo planea seguir con el cronograma planeado independientemente de si hay o no contratos de alquiler previos. "Tenemos los fondos", afirma, pero no quiso ser más específico.
Entre los otros inversionistas se destacan la brasileña Even Constructora e Incorporadora y la firma financiera británica Sa-lamanca Group. La Organización Trump no está aportando recursos al proyecto.
Las cinco torres de 38 pisos serán construidas en Porto Maravilha, un área cercana a los muelles que está siendo revitalizada. La ciudad planea invertir US$10.000 millones en mejoras, que incluyen un nuevo servicio de tren.
Actualmente, la zona es ruidosa debido a toda la actividad constructora. Los contrastes están comenzando a surgir entre las estructuras que se levantan y los depósitos venidos abajo y cubiertos de graffiti. En algunos lugares, las aceras pasan de estar agrietadas a ser modernas y a desaparecer por completo en cuestión de unas pocas cuadras.
La Organización Trump otorga desde hace años licencias para usar el nombre Trump a constructoras en todo el mundo. Otros proyectos que se están llevando a cabo ahora incluyen la Trump Tower Manila, en Filipinas, la Trump Tower Punta del Este, en Uruguay, y las Trump Towers Pune, en India.
MRP es una constructora con sede en Bulgaria y el proyecto Trump en Rio de Janeiro es su primera incursión en Brasil. La empresa fue creada en 2003 por Myles Summerfield y Richard Macdonald, dos emprendedores de Nueva Zelanda.
Rio de Janeiro, otrora la capital económica de América del Sur, se recupera ahora de un bajón que comenzó a comienzos del siglo pasado, mientras veía cómo São Paulo se expandía como el principal centro de negocios del país. El golpe de gracia llegó en los años 60, cuando el gobierno de Brasil se trasladó a la nueva capital, Brasilia, a cientos de kilómetros.
Pero junto al resto del país, Rio de Janeiro se ha beneficiado de los descubrimientos petroleros en la costa de Brasil, así como de su designación como sede de los Juegos Olímpicos y el Mundial de fútbol en 2014. La tasa de crecimiento de Brasil ascendió a 7,5% en 2010 pero ese ritmo se ha desacelerado en los dos últimos años. En 2012, el Producto Interno Bruto del país creció solo 0,9%. Este año, las proyecciones apuntan hacia un 2,8%.
—Paul Kiernan contribuyó a este artículo.