El presidente de Femsa cree en un cambio de mentalidad
José Antonio Fernández, presidente de Femsa, la principal embotelladora de Coca-Cola en América Latina y profesor durante más de 20 años del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM), ha apoyado a través del World Fund, un organismo sin fines de lucro, iniciativas para mejorar la educación tanto en México como en el resto de Latinoamérica. Para el ejecutivo de 58 años, la clave de un buen sistema educativo no se reduce a una mayor inversión o más participación del Estado, sino que se deben buscar formas de fomentar un cambio de mentalidad: "Promover la idea de que nada es gratis, de que hay que hacer un esfuerzo para obtener resultados. En algunos países de América Latina existe la idea de un gobierno demasiado centralizado, quizá demasiado paternalista, que da mucho pero no pone a la gente a trabajar.
Somos más de la filosofía de enseñar a pescar en lugar de regalar el pescado", indica. Fernández habló con The Wall Street Journal sobre el desafío de la educación en América Latina. Algunas partes editadas del diálogo.
WSJ: ¿Cómo afecta el nivel de educación de América Latina y México a Femsa?
Fernández: América Latina y México tienen un problema muy grave como sabemos de diferencias económicas. Hay una marcada injusticia social que duele, que lastima y que genera muchísimo resentimiento en la región y eso también nos perjudica en el sentido de que produce violencia. Esto, a su vez, se deriva en la falta de creación de empleo y crecimiento para que haya un mejor consumo de nuestros productos. Y nos falta (educar a las personas) para que generen empresas medianas y pequeñas que, de alguna forma, ayuden al mercado de consumo. En este frente nos ha interesado mucho la educación en materia de emprendimiento. Para crear negocios se tiene que generar valor económico, pero a la vez una responsabilidad de producir valor social.
WSJ: ¿Cuál es la propuesta de Femsa en materia educativa, o qué están haciendo en concreto?
Fernández: Desde hace muchos años, Femsa patrocina escuelas primarias y secundarias en Monterrey (sede de la compañía) que son administradas en conjunto entre los padres de familia y un grupo de religiosas. Estos planteles eran originalmente para los hijos de los empleados y hoy están abiertos al público. Asimismo, Femsa ha sido uno de los fundadores y patrocinadores del ITESM... Y al interior de la empresa hemos decidido moldear y educar a nuestra fuerza laboral. Siempre es interesante traer talentos externos, pero es un porcentaje bajo frente al porcentaje de gente que cultivamos internamente...
WSJ: ¿Cuál debería ser el papel de la empresa privada en los sistemas educativos de un país?
Fernández: En el frente de la educación profesional, las empresas deben ser los laboratorios de las escuelas. Pueden ser el lugar donde los estudiantes cotejan y consultan lo que estudiaron en teoría y ponen en práctica. Cuando hay una comunión entre escuela y empresa, los estudiantes salen muchísimo mejor preparados... Otro factor importante es la empresa privada como patrocinador de la investigación científica… Cuando la investigación está ligada a un proceso empresarial es mucho más efectiva. Femsa cooperó con el ITESM para crear el Centro de Biotecnología Femsa, desde donde se hace mucha investigación en alianza con muchas empresas. Con Coca-Cola se adelantan estudios sobre bebidas y edulcorantes...
WSJ: ¿Ha detectado algún modelo de alianza entre empresa privada y sistemas educativos que valga la pena replicar?
Fernández: Nos gusta mucho lo que ha hecho la Fundación Chile, una asociación entre el gobierno de Chile y la minera BHP-Billiton. Es una especie de centro de estudios que desarrollan avenidas estratégicas para el país. Allí se concluyó hace muchos años que el salmón chileno se debería aprovechar como un negocio a futuro para el país y hoy en día ese sector
The Wall Street Journal