El planeta necesita al sector financiero
Los mercados financieros están al servicio de dos objetivos decisivos: encauzar ahorros hacia inversiones productivas y permitir a las personas y a las empresas gestionar los riesgos mediante la diversificación y los seguros. Es un sector esencial para el desarrollo sostenible, que representa oportunidades sin precedentes de inversión a escala mundial y empeños en gestión de riesgos.
Ésa es la razón por la que, cuando los dirigentes mundiales se reúnan en julio en Addis Abeba (Etiopía) en la Conferencia sobre la Financiación para el Desarrollo, el sector financiero debe estar dispuesto a ofrecer soluciones mundiales y prácticas para los problemas relacionados con la financiación del crecimiento económico, la reducción de la pobreza y la sostenibilidad medioambiental.
Ya se inició el Año del Desarrollo Sostenible. En tres cumbres mundiales consecutivas -la Conferencia de Addis Abeba, la reunión que se celebrará en las Naciones Unidas en septiembre para aprobar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático que se hará en París en diciembre-, 193 gobiernos intentarán lograr que el crecimiento y la reducción de la pobreza continúen dentro de un medio ambiente natural seguro.
Será como salvarse de milagro. La economía mundial, pese a los enormes baches que encuentra, está produciendo un crecimiento agregado anual de entre 3 y 4%, con lo que la producción se duplica con cada generación. Sin embargo, la economía mundial no está logrando un crecimiento sostenible en los dos sentidos fundamentales. En muchas partes, el crecimiento se ha inclinado a favor de los ricos y fue destructivo del medio ambiente.
El cambio climático es la mayor de las amenazas (aunque no la única). Dada la trayectoria en el uso de combustibles fósiles, es probable que la temperatura del planeta aumente entre 4 y 6 grados centígrados por encima de su nivel preindustrial, lo que sería catastrófico para producir alimentos, la salud humana y la diversidad biológica. Los gobiernos ya acordaron mantener el calentamiento por debajo de dos grados centígrados, pero aún no han adoptado medidas decisivas.
El sector financiero desempeña un rol fundamental como catalizador de la transición mundial a un crecimiento sostenible. Unos mercados financieros eficaces deberían transmitir una información precisa a largo plazo a los ahorradores y los inversores, con lo que permitirían a las empresas, los fondos de pensiones, los consorcios de seguros, los fondos soberanos y demás asignar sus recursos a proyectos que brinden réditos sólidos y protejan sus ahorros de calamidades financieras.
Unos mercados financieros eficaces deberían encauzar más ahorro mundial desde los países de renta alta con perspectivas de crecimiento relativamente flojas a largo plazo a regiones de renta baja con perspectivas de crecimiento relativamente fuertes, gracias a las nuevas oportunidades de saltarse las etapas del desarrollo con infraestructuras inteligentes y basadas en la información. Hace tan sólo un decenio, centenares de millones de africanos de zonas rurales vivían fuera de la corriente de información mundial. Ahora, con la rápida extensión de la banda ancha, se benefician de la banca en línea, los servicios de transporte y las agroempresas y los planes de salud e instrucción basados en las TIC.
Ha llegado la hora de adoptar el concepto de inversión de verdad a largo plazo, lo que requiere hacer acopio de la capacidad del capital movilizado por las instituciones para apoyar las oportunidades de inversión que garanticen un futuro sostenible para todos.
Para la transición a una economía con escasas emisiones de carbono, es necesaria una enorme inversión pública y privada a fin de triunfar en la lucha contra la pobreza y las enfermedades, y ofrecer una instrucción de gran calidad. Los inversores actuales expertos y el sector financiero en conjunto deben mirar -más allá de las políticas y los precios actuales del mercado- a las políticas y los precios del mercado del futuro.
Actualmente, no hay un precio mundial del carbono para pasar de la inversión energética de los combustibles fósiles a las fuentes renovables, pero sabemos que, para mantener el calentamiento planetario por debajo del límite de dos grados centígrados, pronto habrá un precio. Los inversores, como administradores del capital a largo plazo, no pueden pasar eso por alto. Los dirigentes del sector financiero pueden optar por ser recordados por la crisis de 2008 o por sus medidas creativas para fomentar la sostenibilidad.
En la segunda opción, el sector debe cooperar con los gobiernos para crear un marco mundial de inversión que comprenda incentivos apropiados. Para ello, es necesaria la continua mundialización de las finanzas.
Los dirigentes financieros deben hacer participar a los ciudadanos (ahorristas) en la transición a una economía mundial más justa y sostenible, lo que significa fomentar la inversión responsable adoptando los máximos niveles de gestión prudente.
Hendrik J. du Toit y Jeffrey Sachs
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