El plan de la AFIP para recaudar más con detección de evasores, control de campos con drones y un plan anti-criptomonedas

Las opciones del Gobierno para mejorar los ingresos del Estado -una de las alternativas a las que apunta para reducir el rojo fiscal y financiar políticas de contención en un contexto de alta inflación- están acotadas. El Poder Ejecutivo apunta a engrosar sus arcas garantizando un mayor cumplimiento de los tributos ya existentes. Invertirá en sistemas para prevenir la evasión, el fraude y los incumplimientos.

El objetivo de la AFIP es aumentar la presión impositiva sin necesidad de presentar proyectos en la Cámara de Diputados, que es el órgano por el que deben tratarse primero los temas tributarios.

Mercedes Marcó del Pont, la titular de la agencia, y sus funcionarios, trabajaron en conjunto con un equipo técnico del Fondo Monetario Internacional para delinear mecanismos y metas para recaudar más en los próximos tres años. Presentaron el Plan Estratégico 2021-2025, uno de los “parámetros de referencia estructural” de cumplimiento delineados en el acuerdo del organismo de crédito. Con ello, el Gobierno puso el primer tick al largo listado de reformas que deberá cumplir con supervisión del Fondo.

La intención de la AFIP es llegar o superar los niveles registrados en el “tercer lustro del siglo XXI” o su equivalente: el período comprendido entre 2010 y 2015. En ese último año, la recaudación como porcentaje del PBI llegó a su punto más alto desde por lo menos 1980. De acuerdo con el Ministerio de Economía, se ubicó cerca del 26%. Durante la gestión de Mauricio Macri descendió a valores más cercanos al 23%, aunque todavía muy superiores a los de la década del 80 y 90 donde rondó entre el 8% y el 12%.

El plan consensuado contempla que la AFIP mejore su recaudación en poco menos de 2 puntos del PBI hacia 2023 en términos reales. En tanto, este año, según fuentes del organismo recaudador, la entidad quiere sumar $11 billones. El documento preliminar que dio a conocer LA NACION reconocía que subsistían deficiencias y problemas en la administración del organismo. Da cuenta de esto la estimación de incumplimiento del impuesto al valor agregado (IVA). Según la AFIP, sólo logra cobrar cerca de un 38% del potencial de recaudación.

Uno de los principales focos de la estrategia está puesto este impuesto, uno de los tributos que concentra mayor flujo de fondos para el Estado. El segundo es el Impuesto a las Ganancias.

Las mejoras se esperan en la recaudación por IVA (0,6% del PBI más) y Ganancias (0,4% del PBI más). El problema con mejorar los ingresos a partir del primer tributo es que, según tributaristas y especialistas, requiere ejercer presión sobre sectores informales. Por caso, cuatro de cada 10 puntos de venta en la Argentina son almacenes y autoservicios, muchos de los cuales no cumplen con todos los requisitos de inscripción impositiva.

La AFIP apuesta a tres ejes. El primero es el cumplimiento voluntario. Para ello busca facilitar el pago de tributos a través de la universalización de pagos electrónicamente, declaraciones juradas preelaboradas y gestión integrada de servicios con otras provincias, entre otras propuestas.

La segunda tiene que ver con mejorar las herramientas para detectar y disuadir el incumplimiento. Buscan controlar créditos tributarios ficticios y facturas apócrifas, hacer controles más extensivos que incluyen planificaciones fiscales y de actividades económicas relevantes -con especial hincapié en las relacionadas con el agro- y una serie de objetivos vinculados con el trabajo informal. El tercero, con el desarrollo de inteligencia artificial.

La emisión de facturas apócrifas y el posterior cómputo del crédito fiscal ficticio constituye unas de las maniobras de evasión de impuestos más generalizadas en la Argentina, explica la estrategia. Esta práctica se lleva a cabo a través de sociedades o personas que emiten facturas de operaciones comerciales inexistentes. En algunos casos, las sociedades son creadas exclusivamente para generar y comercializar este tipo de instrumentos, y se les llama “usinas generadoras de crédito fiscal ficticio”. La AFIP calcula que las sociedades con CUITs apócrifos crecieron 1.376 veces entre el período 2010-2015 y el 2016-2019.

Con respecto a controles extensivos, la AFIP realizará más intimaciones por falta de presentación de declaraciones juradas, más inducciones para actualizar datos, campañas masivas para detectar inconsistencias y desarrollará “matrices inteligentes” para derivar casos, entre otras políticas.

Uno de los ejes que buscará desarrollar la agencia es “la posibilidad de explotar la minería de datos que ofrece el e-commerce, incluyendo una estrategia de identificación de transacciones, mediante billeteras virtuales, criptomonedas y demás herramientas digitales”. Para ello, buscarán tener implementado un intercambio de información financiera (FATCA) y de criptomonedas. Para 2025, quieren desarrollar una herramienta informática para la fiscalización electrónica del intercambio de información de criptomonedas.

Por otro lado, la AFIP buscará a mejorar sus ingresos por parte de las contribuciones de empleadores. Quiere desarrollar una mayor capacidad de detección temprana de situaciones de trabajo informal y disminución de los tiempos requeridos en los procedimientos de investigación y fiscalización y reducir la cantidad de trabajadores que se encuentran en escenarios de relación laboral encubierta o con una registración que no responde a la realidad económica. Hará especial hincapié en que haya una declaración correcta de los salarios por parte de los empleadores, para evitar que una parte sea pagada en negro.

La actividad de granos y el control aduanero son otras dos áreas de interés. Para ello, buscan implementar soluciones de monitoreo satelital y control con drones aéreos, con el fin de detectar acopios o evasores en la declaración de liquidaciones de cosecha. En cuanto al comercio exterior, buscan mejorar las limitaciones del actual sistema de gestión de riesgos, los déficits en el sistema de control de mercaderías y medios de transporte en las zonas primarias aduaneras.

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