El plan de dos amigos para marcar la historia
En 1960, en Hamburgo, Alemania, dos compañeros de colegio llamados Carl-Wilhelm Edding y Volker Detlef Ledermann decidieron invertir 5000 marcos alemanes en la fundación de una empresa de fabricación de marcadores.
Como recién estaban dando sus primeros pasos y con un capital inicial, tuvieron que acotar los gastos, y registrar un nombre de fantasía no era gratis. Y como eran buenos amigos, decidieron utilizar uno de los apellidos de ambos. Así, eligieron Edding porque era el más simple y, con visión de futuro, de más fácil pronunciación en cualquier país del mundo.
El logo lleva la palabra Edding, que está acompañada por un símbolo que representa la bandera de Schleswig-Holstein, estado en el norte de Alemania donde está situada la casa central de la marca.
A medida que la empresa iba creciendo y expandiéndose, para los ejecutivos era tan importante la creatividad para evolucionar y crear nuevos productos que cada socio se tomaba en forma alternativa un año sabático para tomar distancia del negocio, despejar la cabeza y poder regresar con la capacidad de generar nuevas visiones e ideas.
A lo largo de su historia, la empresa fabricó una gran variedad de marcadores para diferentes usos y superficies. Por ejemplo, el marcador permanente o de pizarra, usado en muchas aulas de la Argentina. O la Línea EcoLine, el primer marcador en el mundo fabricado con al menos un mínimo del 90% (cuerpo y tapa) a partir de materia prima renovable y material reciclado. Además, se suman productos para especialistas como marcadores de CD, muebles, radiografías e incluso de piel humana y tejidos.
Los marcadores Edding están presentes en la Argentina desde hace más de 25 años y desde 2001 se instaló como filial y con su planta de fabricación en el país.
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