El peso mexicano se vuelve la niña bonita de los inversionistas
El peso mexicano se ha beneficiado del creciente apetito de los inversionistas por el riesgo, que acaba de ser estimulado por la política del Banco de Japón.
Los gestores de fondos, sin embargo, ya estaban apostando a un repunte de México antes de la decisión del banco central japonés de comprar grandes cantidades de bonos para derrotar la deflación que ha aquejado a la economía del país durante una década. Los inversionistas prevén que la ola de reformas impulsadas por el gobierno de Enrique Peña Nieto acelerará el crecimiento.
La apreciación porcentual del peso en lo que va del año sólo es superada por las monedas de Mauritania y las Islas Seychelles. El peso alcanzó el jueves su mayor nivel en los últimos 20 meses contra el dólar al cerrar en 12,046. La divisa se debilitó ligeramente el viernes para llegar a 12,0825 y cerrar la semana con un alza de 0,8%.
La economía mexicana se ha expandido a un ritmo anual de 3,9%, mientras que el crecimiento de otros mercados emergentes, como Brasil y Sudáfrica, ha perdido fuerza. No obstante, la apreciación del peso se aceleró en marzo, después de que se aprobaran reformas para dividir, si es necesario, a los grupos dominantes de telecomunicaciones.
Los economistas estiman que estas y otras reformas que prepara el gobierno sentarían las bases de un crecimiento más vertiginoso. Eso, a su vez, atraería más inversión foránea y fortalecería las finanzas estatales, lo que aumenta el atractivo del peso. La calificadora de riesgo Standard & Poor’s Ratings Services reveló en marzo que evalúa mejorar dentro de los próximos 18 meses la calificación de la deuda del país, que se ubica en BBB, si México sigue adelante con las reformas.
"El peso ha adquirido prácticamente estatus de culto entre los inversionistas y es probable que se siga apreciando debido a los capitales que llegan sin cesar tras las políticas ultra expansivas de Japón", manifestó Benito Berber, estratega para México del banco japonés Nomura. El analista prevé que el peso caiga por debajo de las 12 unidades por dólar hacia finales de año.
Javier Murcio, gestor de portafolio de Standish Mellon Asset Management, indicó que México es "una economía que se dispone a alcanzar su potencial". Su equipo administra unos US$15.000 millones en activos dedicados a los mercados emergentes.
El alza del peso mexicano no es un caso aislado. "En general, se observa una revaluación en prácticamente todas las monedas latinoamericanas, aunque las mejor posicionadas son aquellas cuyas economías se mantienen firmes o bien han despertado mayor atracción ante posibilidades de nuevas reformas, como es el caso de México", manifestó Alfredo Coutiño, director de Moody’s Analytics para América Latina. "En otras palabras, podríamos decir que las monedas más revaluadas en América Latina son las de aquellos países que se han convertido en víctimas de su propio éxito", puntualizó. Entre las monedas más afectadas, según Coutiño, están las de México, Chile, Perú y Colombia. Una apreciación de la moneda local le resta competitividad a las exportaciones de un país. (Ver nota relacionada).
La moneda mexicana, sin embargo, podría experimentar algunas caídas después de un alza constante, a medida que los inversionistas aprovechan para tomar las ganancias, señaló Jon Jonsson, gestor de portafolio del Fondo Internacional de Renta Cambiaria de J.P. Morgan que administra activos del orden de los US$1.200 millones. "Lo frustrante es que el peso mexicano es una inversión muy popular", observó.
Otro foco de resistencia podría provenir del Banco de México, que por el momento no se ha interpuesto en el camino de la apreciación del peso. Algunos analistas creen que el banco central podría intervenir para limitar los movimientos diarios de la divisa y moderar su alza. Agustín Carstens, el gobernador del Banco de México, les dijo a los legisladores la semana pasada que si bien la entidad trata de limitar el fortalecimiento de la moneda, el tipo de cambio se va a apreciar si México tiene una economía sólida y estable. El banco central redujo hace algunas semanas la tasa de interés de corto plazo para restarle atractivo a la deuda del país, agregó Carstens. La tasa de interés de referencia se ubica en 4% en México, comparado con tasas de casi cero en Estados Unidos, Gran Bretaña, Japón y otras economías desarrolladas.
A pesar de que otros mercados emergentes ofrecen tasas más altas, los inversionistas han preferido la estabilidad de México, por encima, por ejemplo, de Brasil. "El problema brasileño es que ha desilusionado a los inversionistas por haber dejado estancar su economía… y por no tener la solidez económica para remontar una recuperación dada la falta de cambios estructurales en la economía", subrayó Coutiño, de Moody’s Analytics.
—Iván Rothkegelcontribuyó a este artículo.
Georgia Wells y Prabha Natarajan