El PBI creció 4,1% en el tercer trimestre, con lo que se ubica en el nivel prepandemia, pero lejos del de 2018

El producto bruto interno (PBI) creció 4,1% en términos desestacionalizados en el tercer trimestre del año, en comparación con el segundo, lo que marca un repunte que lo ubica en los niveles de prepandemia, pero aún muy lejos de los niveles de precrisis (2017/2018). En tanto, respecto de igual período de 2020, aumentó 11,9%, de manera que en los tres primeros trimestres del año acumuló una suba de 10,8% interanual.

Ahora bien, pese a esta recuperación, lo que resulta preocupante en el análisis de los componentes del PBI es la caída de 1,2% en la inversión, algo que, según los economistas consultados, siembra incertidumbre sobre la real fortaleza, sustentabilidad y calidad de este repunte.

El dato, publicado por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), muestra además que, en cuanto a la demanda, casi todos los componentes mostraron subas frente al segundo trimestre en términos desestacionalizados: las exportaciones aumentaron 7,3%; el consumo público, 3,4%; y el consumo privado, 2,8%. La excepción fue la formación bruta de capital fijo, que cayó 1,2%.

Gabriel Caamaño, economista de Consultora Ledesma, comentó que la cifra de la tasa de crecimiento interanual del PBI está dentro de lo esperado, en línea con la recuperación que viene mostrando el Estimador Mensual de Actividad Económica (EMAE). “Pero la base de comparación es muy mala, ya que se compara con el tercer trimestre de 2020, donde todavía afectaba fuerte la pandemia. En la comparación con ajuste contra el trimestre anterior también hay una variación alta que se explica porque el segundo trimestre estuvo afectado por las restricciones de la segunda ola y una vez que eso se abrió permitió un repunte”, explicó.

Lo negativo para remarcar, según Caamaño, es el dato de la inversión. “En la medición interanual da muy alta, pero en la trimestral con ajuste estacional ya está cayendo y eso no habla bien del proceso de recuperación. Cuando todavía se está recuperando la caída de la pandemia, no es un buen indicador que la inversión empiece a caer, porque hace dudar de la sustentabilidad y la calidad del repunte”, opinó el economista.

Para Caamaño es muy importante destacar que el nivel del PBI está apenas por encima de los niveles prepandemia (segundo semestre de 2019), pero aún sigue muy lejos de las cifras que se exhibían en la precrisis (2017/2018).

En efecto, según surge de la serie original desestacionalizada del Indec, en el cuarto trimestre de 2019 (el último antes del inicio del covid19) el PBI argentino ascendía a 653.942 millones de pesos, a precios de 2004, mientras que en el tercer trimestre de este año esa cifra es de 695.524 millones. En tanto, en la precrisis, es decir, cuarto trimestre de 2017, el número fue de 738.018 millones.

Camilo Tiscornia, director de C&T Consultores Económicos, coincidió en que lo publicado por el Indec está en línea con lo que anticipaba el EMAE y habla de la recuperación poscovid. “Desde el lado de la demanda, lo que más crecieron fueron las exportaciones, la inversión cayó y las importaciones aumentaron muy poco. El consumo privado creció, pero no fue el componente que más lo hizo.”, indicó el economista.

La conclusión de Tiscornia es que al desmenuzar esta evolución de los componentes del PBI, lo que se observa es que hay un efecto de las restricciones que impone el Gobierno sobre las importaciones y eso se refleja en la pobre performance de la inversión. “Obviamente, esto fue lo que le permitió al Gobierno preservar los dólares en el tercer trimestre, que siempre es complicado”, subrayó.

En tanto, en la comparación interanual de los sectores, los que más suben son hoteles y restaurantes, y servicios comunales, que son justamente los que más cerrados estuvieron el año pasado. “Esto da la pauta de que algo del comportamiento del tercer trimestre, que fue realmente muy bueno, estuvo muy influido por las reaperturas de todas las cosas que estaban cerradas. Por eso, pensar que esto va a seguir así en el cuarto trimestre, cuando ya todo estuvo más normalizado, me parece difícil”, destacó el economista.

Agostina Myronec, economista de Ecolatina, dijo que lo más interesante de este dato del PBI es cómo evolucionaron los distintos componentes. “Lo que se ve es que el consumo privado siguió recuperándose, en un contexto en el cual empezó a recuperarse el poder adquisitivo del salario y se reabrieron actividades. También las importaciones y exportaciones se recuperaron, respecto del trimestre anterior, pero lo preocupante ahí es el tema de la inversión, que cayó 1,2%. Esto se debe a que la inversión ya había recuperado todo el terreno perdido durante lo peor de la pandemia y entonces ahora resulta lógico que se empiece a mostrar una caída”, destacó.

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