El país enfila hacia la inflación más alta desde 1991 y crece la probabilidad de que llegue a tres dígitos
Los pronósticos de las consultoras indican que 2022 terminaría con un aumento de entre el 80% y el 90%, pero los economistas advierten que cada vez es más factible un alza de precios del 100%
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El aumento de los precios en la Argentina, que desde la salida de la convertibilidad inició un progresivo camino ascendente, anotaría este año una cifra récord y cerraría con el incremento más alto desde 1991 (que tuvo un 84%), cuando el país atravesaba un escenario de hiperinflación que complicó los primeros años de gestión del entonces presidente Carlos Menem. Ese es el pronóstico de los economistas consultados por LA NACION.
Los analistas ya anticipaban que la suba de precios rondaría este año el 80%, tal como ayer volvió a confirmar el relevamiento de expectativas de mercado del BCRA, pero los eventos de la última semana -tras la renuncia de Martín Guzmán al Ministerio de Economía- empeoraron las expectativas e hicieron más probables los peores escenarios contemplados por las consultoras privadas. Al cambio de tendencia que, según sus registros, se anotó en junio (luego de una leve desaceleración en abril y mayo), se les suman las remarcaciones de los últimos cinco días, la disparada de los dólares libres y el temor a una devaluación brusca del tipo de cambio oficial.
En marzo pasado se llegó al pico de 6,7%, para luego mostrar una desaceleración -siempre con niveles altos- en los dos meses siguientes. Pero, según los economistas, la suba volvió a acelerarse en junio, mes para el que se prevé un aumento cercano al 5,5% (el Indec dará a conocer el jueves el dato oficial), y el panorama en este rubro para el segundo semestre no es alentador debido a que ya hay aumentos programados -como los de la energía- y valores más altos por cuestiones estacionales.
Uno de los motivos del cambio de tendencia es la implementación de la suba de tarifas; además, se esperaba un menor impacto del alza de los precios internacionales del sector por la guerra.
El Gobierno esperaba una estabilización de la inflación para los próximos meses. De hecho, el presupuesto presentado por decreto contempla una suba anual para 2022 de “solo” 60%.
Diversos factores provocaron un cambio de expectativas entre los expertos, que ahora creen que durante los próximos seis meses, con excepción de noviembre, el índice de precios al consumidor rondará el 6% mensual, a diferencia de lo esperado por el Ministerio de Economía, cuya proyección se acerca al 4% mensual. Los escenarios privados en algunos casos ya se ubican entre el 80% y el 90% de aumento anual. Sin embargo, los analistas advierten que, de no estabilizarse la economía real, la inflación de este año podría llegar al 100%.
María Castiglioni, de C&T Asesores Económicos, desgranó la cifra final. Si la inflación promedio mensual en el segundo semestre es del 5%, lo cual se estima altamente probable, el año cerrará en 82,5%. Si llega al 6%, la inflación de 2022 será de 93%. Si se aproxima al 7% promedio en cada mes, se superarán los tres dígitos este año.
A las cuestiones coyunturales se les suman dificultades propias de la gestión de Alberto Fernández, como la alta y constante emisión de moneda -el año pasado fueron más de dos billones de pesos y este año siguió la tendencia- y la turbulencia en el mercado financiero, recrudecida por las últimas medidas restrictivas con respecto al dólar y las importaciones implementadas por el Gobierno.
Julio, además de generar preocupación por las subas de la última semana, es un mes de aumentos programados. Se espera que empiecen a llegar las boletas de gas y electricidad con subas del 20% y habrá actualizaciones en las tarifas de agua en el área metropolitana de Buenos Aires (AMBA) del mismo porcentaje. También habrá un incremento del 9,5% en el servicio de telecomunicaciones y el Ministerio de Transporte podría avanzar con el alza del 40% en el transporte público del AMBA. Las cuotas de las prepagas tendrán una suba del 4% y los colegios privados, del 16,7%. En alimentos, pese a los incrementos por encima de la inflación general, los valores de 1763 productos que integran la canasta de +Precios Cuidados subirán por lo menos 3%.
Castiglioni ve un piso del 6% para este mes, pese a que pasaron tan solo seis días desde su comienzo. Para el año estima entre un 85% y un 90% de aumento generalizado “si después de este ruido logran encauzar” la situación. “Va a depender de si en estos días el Gobierno logra encolumnarse detrás de una idea y ejecutarla. Esa idea tiene que ir en el sentido de reducir el déficit fiscal”, explicó, y agregó: “La probabilidad de un escenario crítico es más alta”.
Claudio Caprarulo, economista de Analytica, ya estima la inflación de julio en un piso de 6%. Para la segunda mitad del año prevé problemas con la inflación núcleo, el aumento en la tasa de devaluación y el efecto inercial. “La gran discusión va a pasar por el tipo de cambio oficial. Eso podría llevar a niveles de inflación cercanos al 100% anual”, explicó.
“Por la tendencia de los primeros seis días de julio, [el índice de precios] se acelerará a más del 6%. Es muy preliminar saber qué puede pasar en las próximas semanas. Hoy el mercado está sin precio o con un precio de estrés. Algún ancla habrá que lograr en los próximos días porque así no se puede continuar. Hoy el gran desafío de Batakis es que la inflación no llegue a tres dígitos antes de fin de año”, explicó Damián Di Pace, de Focus Market.
Agosto será también un mes clave, según el analista. Se trata de un punto de inflexión en el que se verá si el Gobierno logró corregir algunos desequilibrios macroeconómicos, como el financiamiento de la deuda y la emisión para el déficit fiscal. De no lograrlo y de continuar reduciendo el acceso a los dólares para las importaciones, el panorama será peor. “Los precios regulados pueden terminar impactando en las variaciones de todo el resto de los bienes y servicios. Con una aceleración del tipo de cambio para que se liquiden exportaciones, en el mes de agosto se puede delinear una inflación anual en torno al 90%”, comentó Di Pace.
Las subas estacionales también impactarán en los próximos meses. Julio, septiembre y diciembre, en particular, suelen ser períodos con subas de precios más agudas. Para Lorenzo Sigaut Gravina, de Equilibra, antes de la salida de Guzmán, el escenario base de inflación para este año era del 83%. “Nuestro escenario pesimista, en el que nos acercamos a los tres dígitos, está creciendo en probabilidad”, explicó, y agregó que julio tendría un piso del 6% y hasta podría llegar al 7%.
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