El pacto que negocian Pfizer y Allergan corona la consolidación farmacéutica
Con un valor combinado de casi US$225.000 millones, la fusión que negocian las farmacéuticas Pfizer Inc. y Allergan PLC no sólo sería la mayor del año, sino también la coronación a gran escala de una intensa serie de acuerdos en el sector salud.
La transacción promete reanudar el debate político en Estados Unidos en torno a las llamadas "inversiones tributarias", dado que Pfizer, que se acercó recientemente a Allergan para hablar de un acuerdo, buscaría reducir su tasa efectiva de impuestos mediante el traslado de su sede a Irlanda, donde ya está radicada Allergan.
Pfizer y Allergan confirmaron el jueves que mantienen "conversaciones amistosas preliminares" para combinar sus negocios, pero aclararon que no se ha llegado a un acuerdo y que no puede haber ninguna certeza de que se produzca una transacción.
Allergan, con sede legal en Dublín, tiene actualmente una capitalización de mercado de US$120.000 millones. El valor de mercado de Pfizer al cierre del jueves ascendía a US$214.000 millones. El valor final dependerá también de la prima que pagaría Pfizer sobre el precio de Allergan.
De concretarse, la fusión sería la mayor de un año que se perfila como el más activo en fusiones y adquisiciones, sobrepasando con creces el pacto preliminar por el cual la cervecera Anheuser-Busch InBev NV compraría a su rival SA-BMiller PLC por US$104.000 millones, hasta el momento el mayor negocio del año.
En una entrevista con The Wall Street Journal el jueves, el presidente ejecutivo de Pfizer, Ian Read, se abstuvo de comentar sobre un posible acuerdo con Allergan, pero dijo que tiene el deber de incrementar o defender el valor de su empresa que, en su opinión, el sistema impositivo de EE.UU deja en inferioridad de condiciones. Read enfatizó que compite contra rivales extranjeros "con una mano atada a nuestra espalda", refiriéndose al oneroso código tributario de EE.UU.
Una fusión con Allergan podría permitir que Pfizer, que tuvo una tasa impositiva efectiva de 25,5% el año pasado, reduzca sus impuestos mediante el cambio de domicilio fiscal. Allergan, que es en sí el resultado de múltiples adquisiciones internacionales, incluyendo una este año, pagaría una tasa impositiva de 15% en Irlanda.
Allergan ha sido considerada a menudo como un blanco perfecto de adquisición. Uno de sus principales atractivos es el hecho de que tiene su casa matriz en Irlanda. El Departamento del Tesoro reformó en septiembre de 2014 las reglas para que una compañía estadounidense pueda fusionarse con una firma radicada en el exterior con propósitos impositivos. Bajo las nuevas condiciones, los accionistas de la antigua firma estadounidense deberían retener menos de 60% de la nueva compañía extranjera, frente al 80% que se requería antes.
Aunque tras la reforma estos acuerdos son más complicados y menos lucrativos, las empresas estadounidenses siguen com-prando compañías extranjeras y trasladando sus sedes a países con regímenes tributarios más favorables. Al mismo tiempo, empresas extranjeras han continuado comprando a las estadounidenses, llevándolas a su estructura impositiva.
EE.UU. tiene la tasa impositiva corporativa más alta del mundo industrializado, de 35%, y las compañías deben pagar impuestos sobre todos los ingresos que obtienen en el mundo, aunque pueden diferir los impuestos sobre ingresos extranjeros hasta que repatrien el dinero. En cambio, en otros países las empresas enfrentan tasas tributarias más bajas y pocos o ningún impuesto residual por trasladar sus ganancias.
Allergan también tiene una serie de activos tentadores para cualquier farmacéutica aquejada por la expiración de patentes. El acuerdo con Allergan puede acelerar el perfil de crecimiento de Pfizer, escribió Chris Scott, analista de J.P. Morgan Chase & Co., quien subrayó que Allergan está lanzando varios nuevos productos y registra crecimientos de dos dígitos en líneas clave, como Botox.
No obstante, hay grandes obstáculos por superar antes de que se cierre una fusión. Uno podría ser el precio. Read, quien recientemente lideró una ola de adquisiciones, dijo el martes durante una conferencia telefónica para hablar de los resultados, que había notado la caída de precios de las acciones de las farmacéuticas rivales. Pero reconoció no estar seguro de que se haya producido "un reajuste en lo que los inversionistas y los líderes de esas compañías creen que valen esas empresas en una situación transaccional".
Otros desafíos serían determinar cuán dispuesta estaría Pfizer a despedir empleados y cerrar instalaciones, además del destino del presidente ejecutivo de Allergan, Brent Saunders, y la composición general del equipo gerencial de una compañía combinada, manifestó una fuente.
La compañía combinada sumaría el tratamiento antiarrugas Botox, la medicina para la sequedad crónica de ojos Restasis y otros fármacos populares de Allergan al arsenal de Pfizer de medicamentos protegidos por patentes, como Viagra. Pfizer ha estado tratando de reforzar su cartera de medicamentos de marca tras haber completado recientemente la adquisición de Hospira Inc. por US$16.000 millones, lo que impulsó su negocio de medicinas sin patente.
Eso podría allanar el camino para un paso que los ejecutivos de Pfizer contemplan desde hace tiempo: dividir la compañía en un negocio de medicamentos protegidos por patentes y otro de medicinas sin patente.
El martes, Pfizer reportó que sus ingresos cayeron 2,2% en el tercer trimestre a US$12.090 millones. Excluyendo factores como el tipo de cambio, los ingresos subieron 6%. Allergan, que no ha reportado sus resultados más recientes, dijo durante su presentación de ganancias del segundo trimestre que estaba creciendo a un ritmo de 10%. Allergan reportó utilidades de US$5.800 millones en el segundo trimestre y ganancias de productos de marca por US$3.700 millones.
Esta no es la primera vez que Read ha estado en esta situación. Pfizer trató de comprar a la británica AstraZeneca PLC el año pasado y ese acuerdo, junto a otros, condujo a un rechazo de las autoridades en Washington. El jueves, Read dijo que factores de negocios, no políticos, impidieron la transacción.
El ejecutivo agregó que ha tratado de manera activa de cambiar la perspectiva del gobierno sobre la política tributaria para reducir la tendencia de las empresas de cambiar su sede al extranjero con el fin de reducir sus impuestos, pero aseguró que tales gestiones han sido "completamente infructuosas". El código tributario de EE.UU. es "un asunto que necesitamos arreglar urgentemente", advirtió.
Después de lidiar con las ventas perdidas cuando su popular medicamento Lipitor perdió la protección de la patente, Pfizer ha registrado ganancias en ventas de nuevos fármacos como el tratamiento contra el cáncer de seno Ibrance y el anticoagulante Eliquis, así como la expansión del uso de la vacuna contra la neumonía Prevnar.
Allergan, por su parte, se ha convertido en uno de los compradores de empresas más prolíficos en la industria farmacéutica, aunque recientemente Saunders, su presidente ejecutivo, ha tratado de enfatizar el trabajo de los laboratorios en el desarrollo de medicamentos.
—Richard Rubin,Jamie Heller y Maureen Farrell contribuyeron a este artículo.
The Wall Street Journal- 1
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